Religión y política: entre “líderes mesiánicos” y la “intolerancia”

La Iglesia Católica conmemoró los 100 años de su separación con el Estado

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04 de mayo de 2019 a las 05:00

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"Hoy ningún candidato en el Uruguay prosperará diciendo que Dios manda. Porque en esta sociedad Dios no manda. Manda la soberanía popular”. Con voz firme y en un discurso repleto de frases confrontadoras, el historiador Gerardo Caetano acaloró un evento organizado este jueves por la Iglesia Católica en conmemoración de los 100 años de la separación entre la Iglesia y el Estado.

El panel estaba integrado además de por Caetano, por la senadora suplente del Partido Nacional, Carmen Asiaín, y el exministro de Educación del gobierno de Jorge Batlle, Leonardo Guzmán. El mago Daniel K moderó el panel y además hizo alguno de sus trucos.

Caetano marcó la importancia de diferenciar lo político con lo religioso y, sin nombrarlos, disparó contra la senadora Verónica Alonso y el precandidato blanco Enrique Antía, por su vinculación con grupos religiosos. 

“Acá cuando hay un candidato que se mete en una iglesia o en un templo y que trata de convocar desde la dimensión religiosa la aspiración del voto, genera rechazo, particularmente entre los creyentes, y no prosperará”, aseguró Caetano.

En ese sentido también se refirió al panorama regional y el surgimiento de políticos (como el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro) que llegaron al poder con un discurso muy afín a sectores cristianos. 

Según él, Uruguay debe estar “bien lejos de esos liderazgos mesiánicos que hoy pululan en el mundo y que utilizan de forma totalmente ilegítima a la fe, a Dios, a las creencias, para afirmar arcadias regresivas contra los derechos, contra las libertades, contra los colectivos más desposeídos entre los desposeídos”. 

“Hoy en América Latina hay cosas que se están haciendo invocando a la fe, que resultan inadmisibles. Y eso no hay que permitirlo”, reafirmó.
A su vez, se refirió a la política nacional con augurios negativos: “Tengo malos pronósticos sobre este proceso electoral en términos de crispación”, dijo, pero no desarrolló la idea.

Al respecto, Asiaín dijo que “el Estado no se casa con la religión, sino que opta por el celibato, y no vive recluido en un claustro sino en diálogo con la sociedad”.

Iglesia Católica

El precandidato que se fue

Entre sus dichos, el historiador celebró los recientes comentarios del cardenal Daniel Sturla sobre su negativa a firmar la iniciativa para derogar la ley trans mediante plebiscito y profundizó en el tema, generando la molestia del precandidato del Partido Nacional, Carlos Iafigliola, que se retiró del auditorio.

“Yo celebro y agradezco a Sturla cuando hace pocos días dijo que no había firmado (la iniciativa para) el plebiscito contra la ley trans. Seguramente ningún obispo en América Latina o muy pocos, hubieran dicho esto: ‘yo no acompaño esto, yo no firmé esto, porque sé que el colectivo trans es uno de los colectivos más desposeídos, más infelices, que tienen situaciones más infelices en términos de derecho’. Eso es para mí la matriz cristiana. Bien lejos del poder, bien lejos de la intolerancia, asociada con el valor de la misericordia, asociada con el valor de la libertad, sin separar la sociedad entre santos y pecadores”, dijo el historiador levantando el tono de su voz.

Iglesia Católica
 

Iafigliola, reconocido católico y referente de la campaña de recolección de firmas contra la ley  trans, no aguantó su rechazo ante esas declaraciones de Caetano y se paró y se fue. Iafigliola dijo a El Observador  que “más de una vez” estuvo “por saltarle por las cosas que dijo” Caetano y no comparte, pero prefirió retirarse. 

“No entiendo como un tipo como Gerardo Caetano puede estar diciendo las cosas que dice acá, generando división hasta en la propia gente de fe. Hizo referencia a unas declaraciones de hace pocos días de Sturla que lo que hizo fue dividirnos a los católicos. Yo fui el principal referente de la juntada de firmas y las declaraciones de Sturla no las compartí”, apuntó. 

El diputado dijo que “un evento como este tiene que ser por la positiva, el discurso de Caetano no lo fue. ¡Utilizó un elemento bien mediático de las últimas horas para generar conflicto!”, agregó. 

Sturla, por su parte, se refirió al suceso y dijo que el evento “quiso ser un acto cultural, abierto y plural”. “Nosotros invitamos a personas con posturas diversas, para hablar de la separación de la Iglesia con el Estado. Creo que parte de la sabiduría del Uruguay es saber discutir, disentir, debatir y eventualmente poder expresarse. Me parece normal que se hayan dicho cosas diversas, yo discrepé con muchas de las cosas que dijeron los panelistas y es natural y normal que así sea”, dijo el cardenal.

Catolicismo en crisis

Al final del evento, en una ronda de preguntas que les realizaron a los oradores, el historiador también puso en cuestión el comportamiento de la iglesia frente a determinados temas donde su doctrina moral se ve cuestionada. 

“Yo dejé de estar en la Iglesia Católica cuando sentí que había cosas que no podía compartir. Creo que la Iglesia Católica como todas las iglesias tienen que estar menos preocupados en la afirmación de la identidad doctrinaria y más preocupados de lo que queda del cerno de los valores”, sostuvo.

Caetano dijo, frente a un público notoriamente católico, que la Iglesia debe “rediscutir” su posición frente al celibato de los curas y ante la posibilidad de que exista un sacerdocio femenino.

Consultado por El Observador al finalizar el evento, Sturla aseguró que esos temas ya se han discutido en la interna religiosa y se han tomado posturas claras.

Iglesia Católica

En cuanto al sacerdocio femenino el tema está cerrado y no se abre lugar a distintas interpretaciones. “Juan Pablo II manifestó una postura como definitiva que siguiendo la tradición no ve posible la ordenación de sacerdotes mujeres”, explicó el cardenal.

Pero en referencia al celibato, el arzobispo de Montevideo dijo que “no es un tema cerrado” y puso como ejemplo el caso de sacerdotes orientales que, a diferencia de los latinos, tienen vida matrimonial. 

Caetano, luego de poner estos temas sobre la mesa, mencionó al pasar la misión Casa de Todos que está llevando adelante la Iglesia Católica para volver a atraer a sus fieles alejados. “Se que están en misión, que están en misión para los que se fueron”, soltó y pasó unos segundos en silencio.

Sturla aprovechó la situación y le gritó desde el público: “¡Bienvenido!”, generando el aplauso de todos.

“Nada me haría más feliz, pero… las razones por las que me tuve que ir en muchos aspectos persisten”, remató Caetano y los aplausos, esta vez, no aparecieron.

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