Sentimientos en el MGAP por la campaña de invierno: satisfacción y optimismo
La campaña de cultivos agrícolas de invierno de 2022 se desarrolló con base en diversas realidades que generaron satisfacción en el MGAP
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19 de diciembre de 2022 a las 12:58
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La campaña de cultivos agrícolas de invierno de 2022 se desarrolló con base en diversas realidades que generaron satisfacción en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), según destacó a El Observador Leonardo Olivera, director general de los Servicios Agrícolas del ministerio.
Si bien no están aún disponibles los datos finales de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del MGAP, “se hizo un área muy importante en invierno, muy buena con relación a los años anteriores, un área que puede ser récord”, adelantó, constituyendo eso uno de los aspectos favorables en el balance.
Otra realidad positiva y en ese caso sí segura, indicó, es que la colza “quedó primera” en superficie ocupada, superando a los históricos cultivos invernales, los cereales trigo y cebada, pero además la oleaginosa de invierno pasó a ser “el segundo cultivo en el país”, detrás de la oleaginosa invernal, la soja.
Olivera insistió en que, desde su punto de vista, el posible área récord en invierno y el sostenido crecimiento de la colza, también en niveles récord, son buenas novedades, base eso de la satisfacción mencionada y un elemento que “genera optimismo” pensando en próximos emprendimientos, como la zafra de invierno de 2023, reflexionó.
Los datos
Además de todo eso, añadió, considerando los resultados de una cosecha ya concluida en colza y casi finalizada en trigo y cebada, “pese a un año climático bastante seco por momentos, gracias a otras condiciones como el frío y la radiación se consiguieron rendimientos interesantes, que no son récord ni mucho menos, pero que son buenos, arriba de 4.000 kilos por hectárea en trigo y cebada y rendimientos aceptables en colza, considerando todo lo que pasó”.
Olivera mencionó, finalmente, otra buena realidad: “La gran cantidad de cultivos de segunda, una vez más el invierno ocupa esa porción de área que quedaba sin cultivo durante el invierno, ahora el balance es mucho mejor, ya no quedan áreas sin plantar”, lo que, remarcó, es bueno para los productores, para el país en lo económico, para toda la gente directa e indirectamente relacionada con el trabajo en el sector agrícola y también para el recurso suelo.
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