Sin cámaras, la AUF posterga el cobro de la tasa de seguridad

Sin embargo, como el proceso para adquirir los dispositivos no terminó y las cámaras no están operativas, se decidió postergar el cobro de la tasa de seguridad, según dijo a El Observador el secretario de Asuntos Financieros de la AUF, Ignacio Alonso.

“Los servicios jurídicos nos advirtieron que una tasa es algo que se puede cobrar a cambio de una contraprestación, en este caso, mayor seguridad para el espectador. Pero como las cámaras no están funcionando se entendió que no corresponde aplicar ese sobre precio”, dijo Alonso.

La AUF tenía expectativa de contar en esta fecha con, al menos, las cámaras de seguridad móviles. Eso, sin embargo, no será posible por lo menos hasta diciembre, al tiempo que los equipos fijos podrían estar instalados recién en febrero de 2016, según estimó Alonso.

De acuerdo con lo que prevé la AUF, en el caso de los partidos de Uruguay por la Eliminatoria el valor de la tasa será de entre US$ 1 y US$ 2 (entre unos $ 30 y $ 60), al tiempo que en los encuentros del torneo local el aumento será menor y rondará los $ 15.

Una consultora contratada por la AUF evaluó las cinco propuestas presentadas en la licitación lanzada en julio de 2014. El informe aconsejó adquirir los equipos de una oferente cuyo costo asciende a US$ 4 millones.

Ese precio incluye el sistema de videovigilancia con sistema de identificación facial, el centro de monitoreo en el Ministerio del Interior, la instalación en el estadio Centenario y el Parque Central y seis equipos móviles que podrán ser utilizados en otros estadios o eventos públicos.

De ese precio de US$ 4 millones, la AUF deberá pagar US$ 2,5 millones, dado que la diferencia de US$ 1,5 millones es el costo de la instalación del sistema en el Parque Central, inversión que deberá asumir Nacional.

Con la tasa de seguridad, la AUF pretende recaudar unos $ 10 millones por año que destinará a un fideicomiso en base al que se gestionará un préstamo bancario que costeará las cámaras.

Igualmente, la AUF tendrá que negociar con la empresa adjudicataria del sistema con la intención de lograr una baja que ronde 30% del precio.