Sin margen para el error

Peñarol vuelve a la escena oficial este domingo cuando enfrente a River Plate, equipo que últimamente lo ha complicado bastante. Basta recordar la última vez que se enfrentaron, en el inicio del Apertura pasado, en que los darseneros de Guillermo Almada –quien sigue dirigiendo al club– lo vencieron claramente 4-2, con una tarde memorable de Cristian Techera en ofensiva y una para el olvido de toda la retaguardia mirasol.

El encuentro tendrá el aditivo especial del retorno al fútbol uruguayo y a Peñarol de Jorge Fossati como entrenador, alguien que ya conoce a la institución y que supo ser campeón como DT en pleno segundo quinquenio en 1996.

Fossati ya mostró su impronta en estos pocos días que tuvo para entrenar al plantel principal luego de la destitución de Jorge Goncálvez como entrenador del club. En ese contexto, paró de entrada y hoy lo reafirmará, una línea de tres en el fondo variando la táctica.

En el fondo, retornará luego de mucho tiempo Darío Rodríguez quien jugará como líbero. El zaguero solamente pudo jugar 25 minutos en todo el pasado Torneo Apertura debido primero a la suspensión por dopaje positivo y luego por una rebelde lesión. Los dos stoppers serán Carlos Valdez –otro que vuelve y que se cumplen ocho meses de que se rompiera su tendón de Aquiles– y Gonzalo Viera.

Los carrileros serán Baltasar Silva por derecha y Pablo Lima por izquierda, en tanto que los dos volantes centrales serán Sebastián Píriz y Luis Aguiar.

Lo importante de la táctica es que los carrileros Silva-Lima juegan muy adelantados, pasando la mitad de la cancha.

Por su parte, River Plate se preparó muy bien en la pretemporada y pese a haber perdido a valores importantes de su zaga como Lucas Olaza y Flavio Córdoba, mantiene su estructura y el fútbol que pregona su técnico Guillermo Almada desde hace algunos años.

El DT darsenero hará debutar en el medio al volante de 19 años Fernando Gorriarán.

El plato está servido y se espera que ambos demuestren que pueden jugar un fútbol fluido en este inicio del Clausura que no les permite cometer errores.