Una inyección para la supermemoria

El uruguayo Mauro Costa-Mattioli descubrió que la memoria de los ratones crece al inhibir una molécula, lo que promete ser revolucionario en humanos

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12 de diciembre de 2011 a las 18:40

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"La aplicación de este estudio va a cambiar al mundo”, dijo el investigador uruguayo Mauro Costa-Mattioli por teléfono, desde el laboratorio que dirige en el Baylor College of Medicine de Texas, Estados Unidos. Y aunque su afirmación suene exagerada, no lo es.

El descubrimiento que Costa-Mattioli publicó como principal responsable el jueves pasado en la revista especializada Cell, podría solucionar con una simple inyección o una pastilla el problema de pérdida de memoria que tienen las personas con alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. También podría mejorar la capacidad de aprendizaje e, incluso, ayudar a sustituir los malos recuerdos.

Todo esto se lograría gracias a una molécula llamada PKR, o mejor dicho, gracias a su ausencia. Mediante el trabajo con ratones, los investigadores hallaron que cuando se inhibe esta molécula, aumenta la actividad cerebral y, en consecuencia, genera un incremento en la memoria y la capacidad de aprendizaje.

Estos ratones con supermemoria fueron generados de dos formas. Por un lado, mediante la alteración de su genoma, es decir, creando animales transgénicos que nacieran ya sin PKR. Y, por otra parte, inyectándoles a animales normales una droga que bloquea las funciones de dicha molécula.

Como resultado, los ratones lograron reaccionar más rápido ante algo que antes les había provocado miedo y se orientaron con mayor agilidad en un determinado espacio. Por ejemplo, el camino que a los ratones “normales” les llevaba varias pasadas memorizar, ellos lo aprendían en un solo recorrido.

“Nosotros aprendemos por repetición, eso es lo que excita las neuronas”, explicó Costa-Mattioli. La ausencia de la molécula PKR generaría de por sí una sobreexcitación de las células del cerebro que llevaría a acortar los tiempos de aprendizaje y a prolongar la memoria.

De igual forma, al no funcionar esta molécula, sería más fácil “generar una memoria buena arriba de otra mala”, dijo el investigador de 36 años nacido en Tala. Esto sería particularmente importante en casos como de soldados con stress post traumático, ejemplificó.

La PKR no fue descubierta por los científicos del Baylor College of Medicine, sino que solo se conocía su rol inmunológico, como protectora contra enfermedades virales.

A los avances alcanzados hasta el momento en ratones, ahora deberán seguirles los estudios clínicos en humanos y el desarrollo de un producto para vender en el mercado como inyectable o pastilla. Por lo pronto, Costa-Mattioli, que lleva 10 años investigando en neurociencias, se consideró satisfecho con estos logros y afirmó: “Lo prometido se ha vuelto realidad”.

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