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Una leyenda de la aviación: 40 años del despegue del Concorde
El 22 de noviembre de 1977, despegó el primer vuelo comercial del Concorde, el avión supersónico que permitía a los pasajeros cruzar el Océano Atlántico en poco más de tres horas, la mitad del tiempo que le tomaba a otros aviones. Muchos lo consideraban una maravilla de la ingeniería que revolucionaría para siempre la aviación: volaba a 2.179 kilómetros por hora, el doble de la velocidad del sonido.
El avión siempre estuvo plagado de obstáculos. Era frágil y requería 18 horas de mantenimiento por cada hora que pasaba en el aire. Nunca se convirtió en un vehículo para los viajeros aéreos promedio, desarrollando una reputación como un juguete para los ricos (algunos de quienes viajaron fueron Elton John, Mick Jagger, Elizabeth Tayler o la reina de Inglaterra), que pagaban casi US$ 10.000 por pasaje.
Además, el proyecto se encontró con la oposición del movimiento ambiental naciente. Debido a sus problemas de ruido ambiental, el avión se limitó a aterrizajes en Nueva York, Washington, Londres y París. El Concorde consumía 25.680 litros de combustible por hora; un avión comercial convencional quema unos 14 mil por hora.El avión no pudo sobrevivir a la pesadilla de relaciones públicas luego del accidente en el año 2000 en Francia, que mató a todos a bordo y a cuatro personas en tierra, y a la caída de los viajes internacionales después de los ataques del 11 de septiembre. Toda la empresa fue suspendida en 2003.
En el último vuelo de un Concorde de la aerolínea British Airways a Londres, el "pájaro blanco" fue acompañado por una escuadrilla de aviones Red Arrows en su sobrevuelo del Canal de la Mancha.
En la actualidad, los Concorde que quedan están repartidos en el mundo y son exhibidos en museos de aviación.
