Víctimas de la sedición aspiran a integrar Institución de Derechos Humanos y plantean sus prioridades

En dos sesiones consecutivas, la comisión recibió los antecedentes y una breve presentación de cada uno de los candidatos, nominados algunos por organizaciones sociales y otros, directamente, por partidos políticos. En una institución que, por la normativa vigente, tiene su cargo la búsqueda de datos que permitan determinar el destino de las víctimas del terrorismo de Estado, llama la atención la postulación de dos personas que fueron también víctimas de los sucesos de esa época, pero en su caso a causa del accionar de grupos guerrilleros. 

Uno de ellos es Sergio Molaguero. Fue secuestrado en 1972, cuando tenía 23 años, a manos de la Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales (OPR-33). Estuvo retenido 69 días y fue liberado luego que su familia pagara un rescate millonario para la época. 

En su exposición ante la comisión, a la que accedió El Observador,  Molaguero marcó las prioridades que, a su juicio, debería tener la institución: los niños y los adolescentes. "Tenemos un problema gravísimo con los chicos de contexto crítico, que hoy sufren un deterioro terrible en la educación", advirtió. Basándose en el testimonio de una maestra amiga, que se desempeña en una zona de contexto crítico, fue claro: los chicos de ese centro sueñan con ser futbolistas o narcotraficantes.

Molaguero sostuvo que pequeñas acciones pueden ayudar a que esos chicos "cambien su cabeza". Siguiendo con los ejemplos, sostuvo que a varios de esos niños un día los llevaron al Centro de Montevideo. "No lo conocían", señaló. "Los llevaron a visitar el Cuartel de Bomberos y, cuando regresaron a la escuela, le dijeron al la maestra que querían ser bomberos". 

Otra de sus preocupaciones, dijo, pasa por el Banco de Previsión Social (BPS), al que describió como el "prestamista de los jubilados" al cobrarles una tasa de interés de 32%. "La misma que cobran los financieras", cuestionó.  

Hay que seguir buscando

A la comisión llegó también Diego Burgueño. Fue para una entrevista que, afirmó, sería de las más sencillas para los legisladores. "Mi currículum no es tan técnico, pero sí tiene una trayectoria de vida que ha tenido la triste experiencia de dedicarme al tema de los derechos humanos y la historia reciente", contó. Se refería a su particular historia: Tenía un día de vida cuando su padre, Carlos, murió por el fuego cruzado desatado en la "toma de Pando" entre las fuerzas de seguridad y un comando tupamaro. 

Su intención si es designado director, adelantó, será que la INDDHH pueda funcionar "con total ecuanimidad" frente a la historia y el presente. Una historia en la que, insistió, la mayoría de las veces se muestra con una sola versión. "En este país se sabe muy poco de la historia reciente", aseguró. "Diría que no se conoce ni el 50% de lo que sucedió", dijo. "La verdad implica saber todo los sucedido sin diferenciar las partes de la historia". 

Un pasado que, señaló, ha sido tratado de forma ambigua hasta ahora por una institución que "da directivas o una libre interpretación sobre el pasado reciente" vinculadas exclusivamente al terrorismo de Estado. "La historia es otra y es más amplia", subrayó. Allí, una de las tareas es hacer algo para que la INDDHH pueda encarar una interpretación diferente, "plasmada en hechos y papeles". 

Burgueño apuntó contra una ley aprobada en 2018, que dispuso la creación de sitios de Memoria Histórica del Pasado Reciente. Una norma que, aseguró, impide hasta hoy que se hagan memoriales y sitios que recuerden "la historia no contada" y que brinden homenaje, por ejemplo, a las víctimas de la sedición. 

El candidato sostuvo que siempre estuvo abierto a todo el espectro político y social para intentar promover estos temas. Según dijo una comunicación telefónica que logró con el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, nunca se tradujo en una respuesta. Lo que no logró, agregó, fue reunirse con el PIT-CNT. Tampoco con Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. 

La INDDHH, sostuvo, debería tener la potestad de incidir o recomendar que la historia, por medio de los libros de texto, se cuente de forma imparcial. "Y, si no se puede contar de forma imparcial, por lo menos que no se cuente una historia en la que los actores principales todavía están en la vida pública", pidió. 

Ante la comisión Burgueño prometió que, si es electo, realizará un trabajo ecuánime, sin olvidar que la sociedad uruguaya tiene una materia pendiente. "Hay que seguir buscando a los desaparecidos, porque no podemos construir un país sin saber toda la verdad", concluyó. 

Solo algunos temas

Otro de los 27 postulantes es Fernando Menéndez. Abogado y profesor, dijo ante los legisladores que su motivación principal para postularse es que el concepto de derechos humanos parece estar un poco diluido. "A veces cuando se habla de derechos humanos da la sensación de que se está hablando de algunos temas particulares", dijo. "Me parece que la población tiene la sensación de que estos derechos humanos no están abarcados en su totalidad". 

En su opinión, la INDDHH mantiene algunos roles muy marcados, como la búsqueda de la verdad sobre el pasado reciente. Una tareas, dijo, absolutamente primordial. "Sin embargo, no son los únicos derechos humanos y me da la impresión que, a veces, desde la institución se tratan solo algunos temas puntuales".