C. Dos Santos

Víctor Espárrago, capitán para toda la vida

Espárrago es una cancha, es el fútbol, es la gloria y es el ejemplo de los que jugaron con él

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07 de agosto de 2018 a las 18:44

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"Víctor fue un gran capitán. Y lo sigue siendo, porque yo todavía lo respeto como mi capitán", dijo a Referí Rodolfo Rodríguez (golero tricolor entre 1976 y 1984) y es toda una definición de lo que significó y significa Víctor Espárrago (73 años) en Nacional. Este martes el club designó con su nombre la cancha número 7 del complejo deportivo Los Céspedes y una gran cantidad de exfutbolistas, campeones de América y del Mundo en 1971 y 1980 que compartieron la gloria con él, se hicieron presentes junto al homenajeado. Respeto y admiración fueron las palabras que más sonaron para recordar al inolvidable número 5.

Eduardo De La Peña ("de volea, de volea" como lo inmortalizó Víctor Hugo Morales), también integrante del plantel de 1980, calificó de la siguiente manera a Espárrago: "No solo fue un gran jugador, también fue una gran persona, un modelo adentro y afuera de la cancha. Era alegre, pero callado, un tipo muy profesional, compañero, que enseñaba más con sus formas, con su ejemplo, que con las palabras".

Fue una fiesta para todos los hinchas de Nacional, pero los que pasan los 40 años lo vivieron de manera diferente porque vieron a Espárrago y a todos esos cracks en la cancha y recuerdan vívidamente aquellos tiempos de gloria. Como el veterano que se acercó a Espárrago y le mostró una foto de época. Se emocionaron los dos.

Allí estaban Julio Montero Castillo, Juan Carlos Blanco, Ildo Maneiro, Wilmar Cabrera, Rodolfo Rodríguez, Eduardo De La Peña, Dardo Pérez, Miguel Piazza, el Indio Héctor Molina, Alberto Bica, Luis Artime, todos sonrientes junto a su compañero y capitán.

"La verdad que me ha sorprendido enormemente ver a todas las personas que están aquí y creo que son las personas que me quieren, las que yo aprecio, con las que tuvimos feeling", dijo Espárrago, quien llegó a Nacional en 1966 con 21 años, procedente de Cerro, cuando todavía el club no había comprado los predios donde hoy se erige el complejo deportivo.

"Fui un laburante del fútbol, un trabajador y después estaban las figuras que hacían la diferencia. Llegué cuando se empezó a gestar el equipo del 71. Se formó un grupo muy importante y está demostrado que Nacional tiene que ser uno, tiene que estar unido" (Víctor Espárrago).

"Llegó a Nacional con el primero que confió en él, Ondino Viera. Ante la sorpresa de la gente, el gran maestro pidió a Víctor, que llegó en silencio porque había otras transferencias con mayor notoriedad y porque era cuestionado por la prensa y por los hinchas. Pero vino a esperar su momento porque tenía el poder de la inteligencia para darse cuenta cuáles eran sus atributos y cuáles le faltaban", recordó Hernán Navascués, un amante de la historia tricolor. Y agregó: "Víctor le ganó a todos con un tezón inquebrantable, como cuando trabajaba en AFE y acomodaba sus horarios para ir a practicar a Cerro y ayudar a su familia".

En esa primera etapa tricolor ganó cinco campeonatos uruguayos, la Copa Libertadores de 1971 y la Copa Intercontinental. Entre 1973 y 1979 jugó en España, en Sevilla y Recreativo Huelva. Volvió a los albos con 35 años. "En ese momento sufrí mi primera gran derrota -recordó Navascués-. Yo me estaba iniciando en la dirigencia y había que elegir al técnico. Entonces propuse a Víctor Espárrago. Y don Dante (Iocco) me dijo que Víctor venía a jugar. Y le pregunté, '¿está seguro que va a jugar con 35 años?' Y Espárrago maravilló a todos, porque no solo era el jugador que corría a todos en la cancha sino que era completo, distribuía juego de gran forma y marcó goles importantes".

Otra gran definición de la tarde la tiró el actual golero y capitán del equipo, Esteban Conde, quien junto al técnico Alexander Medina estuvieron en representación del plantel principal. "La emoción circula en el aire" dijo el Coco, y era tal cual. "Describir con palabras lo que se siente es difícil. Pero estas glorias transmiten esa alegría por haber logrado lo que lograron y esa energía ganadora que ojalá sea contagiosa", manifestó, mientras el gran capitán levantaba la camiseta número 5 como si fuera un trofeo.

De pie, señores

Espárrago comenzó su carrera en Primera división en 1961 jugando en Cerro. Llegó a Nacional en 1966 y fue Campeón Uruguayo como futbolista en los años 1966, 1969, 1970, 1971, 1972 y 1980, y como entrenador en 1983. Como jugador obtuvo además la Liguilla de 1982. Fue Campeón de la Libertadores y del Mundo en 1971 y 1980 y de la Interamericana en 1972. Con Uruguay disputó los Mundiales de 1966, 1970 y 1974.
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