Violet, “la inhundible” que se salvó de dos naufragios y un accidente

Nacida en argentina y de padres irlandeses, esta enfermera sobrevivió al hundimiento de los barcos "hermanos", Titanic y Britannic, además del accidente del Olympic

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29 de enero de 2014 a las 17:26

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Violet Jessop, nacida en Bahía Blanca de padres irlandeses y la mayor de nueve hermanos, casi se muere a causa de la tuberculosis, y sin embargo ese no fue el peor de sus pesares.

Luego de la muerte de su padre, su familia emigró a Inglaterra, y tras la enfermedad de su madre, Jessop debió emplearse como camarera para la compañía naviera White Star Line.

El Olympic fue el segundo de los transatlánticos para los cuales trabajó, y el primero de una seguidilla de tragedias. En 1911 la nave colisionó con el buque de guerra HMS Hawke. El impacto no fue suficiente para hundirlo, y Jessop así como el resto de los tripulantes llegaron sin heridas al puerto de Belfast.

Sin embargo, lo peor iba a venir en dimensiones titánicas. Tiempo después Jessop, convencida por sus allegados, decidió tomar un trabajo en el flamante Titanic, cuyo destino ya es historia.

Luego de que los pasajeros abordaran los botes salvavidas, a Jessop se le ordenó que se subiera a uno, junto con un bebé que le entregaron para que cuidara. Luego de que fueran rescatados por el Carpathia, una mujer le arrebató el bebé y no supo más de él hasta que, mucho tiempo después, recibió una llamada en la que el niño, ya adulto, le agradecía haberlo rescatado.

Ese desastre no la alejó del mar, ya que en 1915 decidió enlistarse como enfermera en el barco-hospital Britannic, que tampoco tuvo suerte. En 1916 dio con una mina en el Mar Egeo, lo que provocó su hundimiento. Y esta vez su rescate fue más accidentado: saltó del barco y durante la caída se golpeó en la cabeza contra la quilla, provocándole una fractura de cráneo. Sin embargo, fue rescatada y llevada a tierra firme.

Como las casualidades parecen insólitas, va una más: los tres barcos en los que tuvo problemas eran buques "hermanos", creados casi iguales entre ellos.

Todos estos accidentes no lograron meterle lo que podría ser un lógico miedo a los transatlánticos, ya que siguió trabajando a bordo durante gran parte de su vida, pero se cambió de la White Star Line a la Red Star Line. Murió a los 84 años de una insuficiencia cardíaca.

Sus extraordinarias experiencias fueron volcadas en su libro, Titanic Survivor, dándole fama a la llamada “Señora Inhundible”.

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