Iliana da Silva se prepara para despedirse del noticiero de Canal 12, Telemundo, del que se alejará a fines de este mes, como ya lo hizo del programa radial Las cosas en su sitio. Como ya ha revelado, la razón de esta salida es su inminente mudanza a Venezuela, donde se establecerá acompañando a su esposo, el economista Conrado Ramos, que fue electo secretario general del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), cuya sede está en Caracas.
Este viernes, Da Silva fue invitada al programa de Canal 4 Vamo' arriba, donde compartió algunos detalles de la decisión, a la vez que explicó cómo fue lidiar con los comentarios y las especulaciones que circularon sobre este cambio.
La periodista comenzó explicando que entendía los desafíos y lo que conlleva ser una figura pública. "Sabemos que estamos sometidos a la mirada de los otros, y a veces pesa cuando hablan de nuestro cuerpo, de nuestra vida personal, de nuestro trabajo. Creo que hay límites", afirmó.
"Sabemos que nuestro trabajo puede gustar más o menos, que hay gente que aplaude, gente que prefiere cambiar de canal o sintonizar otra radio, es parte. Pero creo que a veces hay que decir 'hasta acá', dijo en referencia a las versiones que señalaban que había sido desvinculada de sus trabajos, por las que evaluó realizar un juicio por difamación.
"Yo había tomado una decisión personal, que tiene que ver con un cambio familiar, mi pareja tiene la oportunidad de ocupar un cargo que significa crecer profesionalmente, que es en el exterior, en Venezuela, y fue un proceso de todo un año. Al principio fue 'nos vamos hasta con el perro', después empezás a decir 'capaz que no, voy yo y vos no', vas madurando y procesando la decisión, y en medio de todo eso empieza a salir información que no se ajustaba del todo a la verdad ni a lo que nosotros estábamos procesando como familia", explicó.
"En medio de todo eso mi marido hace una trombosis, entonces eso también te da el cimbronazo de la fragilidad de la vida, y eso me llevo a decir 'voy a acompañarte', hablé con los trabajos, con los grupos, compañeros, jefes, y les dije que lo que me movía era el amor. ¿Cuántas cosas uno hace motivado por situaciones familiares?", concluyó Da Silva.
