El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó que la tasa de desempleo en Argentina subió al 7,6% durante el segundo trimestre de 2024. Este aumento representa una suba de 1,4 puntos porcentuales (p.p.) en comparación con el mismo período del año pasado, cuando la desocupación se encontraba en el 6,2%. A pesar de este crecimiento interanual, hubo una leve baja frente al trimestre anterior, cuando la tasa se había ubicado en el 7,7%.
A su vez, la tasa de subocupación, que mide la proporción de trabajadores que trabajan menos de 35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más, alcanzó el 11,8% de la población económicamente activa (PEA), que representa el 48,5% de la población total. Además, el conjunto de "otros ocupados demandantes" (trabajadores que tienen empleo pero buscan otro) y "ocupados no demandantes disponibles" (quienes no buscan activamente empleo pero están disponibles) llegó al 10,3% de la PEA, elevando la presión general sobre el mercado laboral al 29,7%.
Desempleo y ajuste económico
El aumento de la tasa de desempleo coincide con un contexto económico afectado por las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, bajo la dirección del equipo económico liderado por Luis Caputo. Estas políticas buscaron reducir el déficit fiscal y estabilizar las cuentas públicas, pero impactaron negativamente en la actividad económica y en el mercado laboral.
De acuerdo con el INDEC, la actividad económica acumuló una caída del 3,4% en los primeros seis meses del año, con los sectores de construcción, industria y comercio siendo los más afectados, por ser intensivos en la generación de empleo. En este contexto, la industria de la construcción perdió aproximadamente 68.000 puestos de trabajo entre noviembre de 2023 y junio de 2024. Además, uno de cada dos empleos perdidos en el sector privado durante los últimos meses fue en el sector industrial, lo que refleja la gravedad de la situación en estos sectores clave.
Sin embargo, algunos indicadores recientes sugieren que las caídas en el empleo registrado privado podrían estar frenándose. Según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), en julio de 2024 no hubo nuevas reducciones en la cantidad de empleados en blanco, lo que se interpreta como un freno en la sangría de puestos de trabajo. De hecho, el empleo privado registrado, que representa un tercio del total de trabajadores en el mercado laboral argentino, había mostrado bajas mensuales de 0,6% en enero, pero esa cifra disminuyó a 0,2% en mayo y finalmente se estabilizó en julio.
Leve mejora en los salarios reales
A pesar de los desafíos en el mercado laboral, los salarios de los trabajadores en blanco mostraron signos de recuperación. El salario bruto medio real del empleo asalariado registrado en el sector privado creció un 2% en julio en comparación con el mes anterior, según los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Este aumento permitió que, durante los primeros siete meses del año, la capacidad de compra del salario promedio creciera un 12,6%, compensando casi por completo el impacto inflacionario generado por la devaluación de diciembre de 2023.
"Con esta variación positiva, la capacidad de compra del salario medio se incrementó 12,6% en los primeros siete meses del presente año, y consiguió así compensar prácticamente el deterioro del poder adquisitivo provocado luego de la devaluación de la moneda nacional en diciembre de 2023", indicó el informe oficial. En efecto, el salario medio real de julio de 2024 se encuentra solo 0,3% por debajo de noviembre de 2023, momento previo a la fuerte devaluación que llevó a una caída del 11,4% en el poder adquisitivo durante diciembre.
Este proceso de recuperación de los salarios es el más rápido registrado en las últimas cuatro devaluaciones, lo que ofrece cierto alivio para los trabajadores en blanco, aunque la heterogeneidad en la economía hace que esta mejora no sea uniforme en todos los sectores.
Actividad económica y señales de estabilización
El INDEC también publicó recientemente su informe sobre el avance del nivel de actividad para el segundo trimestre, en el que se detalla una caída del 1,7% en el Producto Bruto Interno (PBI) en comparación con el primer trimestre de 2024, cuando el desplome fue del 5,2%. Si bien el PBI continúa en descenso, la desaceleración de la caída podría sugerir una estabilización gradual en la actividad económica. Esta tendencia, de confirmarse, podría impactar positivamente en el mercado laboral en los próximos meses.
En el sector de la construcción, uno de los más afectados, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) mostró una leve recuperación mensual en junio, aunque los niveles siguen siendo considerablemente bajos en comparación con el mismo período del año anterior. Según los analistas, esta recuperación incipiente es insuficiente para revertir la pérdida de puestos de trabajo acumulada, pero podría ser una señal de que el sector empieza a mostrar signos de recuperación.