Contexto
¿Cómo intervino el Gobierno en el mercado cambiario?
El Tesoro Nacional intervino agresivamente en el mercado cambiario entre el martes 2 y el viernes 5 de septiembre. Fuentes del mercado estiman que el Gobierno vendió más de US$500 millones para contener el avance del dólar, que había alcanzado los $1.380 a principios de la semana. La intervención incluyó tanto ventas en el mercado mayorista (MULC) como en el mercado de futuros. El viernes 5 de septiembre, la venta rondó los US$285 millones, lo que contribuyó a una caída del dólar mayorista a $1.355, una baja de $7,50 respecto al día anterior.
¿Por qué el Gobierno decidió intervenir de manera tan fuerte?
La intervención del Gobierno buscó evitar que el dólar superara los $1.380 y se desestabilizara aún más el mercado cambiario en un contexto de incertidumbre preelectoral. La jugada tenía como objetivo proteger la estabilidad cambiaria antes de las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires, consideradas un factor decisivo para la política económica del Gobierno. Sin embargo, esta estrategia implicó un alto costo para las reservas del Banco Central (BCRA), que ya se encuentran comprometidas. Según las estimaciones, los depósitos del Tesoro en el BCRA se ubican en torno a los US$1.126 millones, cifra insuficiente para cubrir los próximos días si la estrategia de ventas sigue en marcha.
¿Cómo impactaron estas intervenciones en el dólar minorista y el riesgo país?
A pesar de las fuertes intervenciones del Tesoro, el dólar minorista no replicó la baja del mayorista. Mientras el dólar mayorista cerró a $1.355, el dólar minorista en el Banco Nación cotizó a $1.380, y en otras entidades financieras a un promedio de $1.387. Esta disparidad refleja la dificultad del Gobierno para controlar el mercado en su totalidad, a pesar de los esfuerzos por contener el precio del dólar.
Además, la intervención y la venta de divisas tuvieron un impacto negativo en la percepción de los inversores, lo que se reflejó en el aumento del riesgo país, que superó los 900 puntos. Este es el nivel más alto desde abril de 2025, lo que muestra un creciente nerviosismo entre los inversores frente a la situación económica y política del país. En lo que va del año, el riesgo país ha aumentado 263 puntos, lo que refleja una creciente desconfianza en la capacidad del Gobierno para gestionar la economía en medio de un entorno electoral incierto.
¿Cuál es la situación de las reservas del Banco Central?
La venta de divisas por parte del Tesoro en la semana dejó a las reservas del Banco Central en una situación crítica. Si bien el Tesoro aún posee unos US$1.126 millones en depósitos, estos recursos están siendo rápidamente agotados. Con vencimientos de deuda de aproximadamente US$700 millones en septiembre, y sin la posibilidad de recurrir a nuevos ingresos de divisas a corto plazo, el Gobierno podría verse obligado a recurrir a los dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) si decide continuar con la estrategia de intervención. Los analistas advierten que la venta de divisas podría seguir afectando las reservas del Banco Central si el ritmo de intervención persiste.
¿Qué efectos tuvo la intervención sobre los bonos y las acciones?
En paralelo a la intervención cambiaria, el mercado de bonos mostró una tendencia dispar, con algunos bonos en dólares subiendo hasta un 1%, mientras otros cayeron hasta un 1%. La volatilidad también se reflejó en los movimientos en la Bolsa de Buenos Aires (BYMA), donde el índice S&P Merval subió un 0,4% en pesos, pero cayó un 0,3% en dólares. En Wall Street, los ADR de empresas argentinas tuvieron un comportamiento mixto, lo que refleja el clima de incertidumbre previo a las elecciones.
¿Cómo afecta todo esto a las elecciones y a la política económica del Gobierno?
La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones en Buenos Aires alimenta el nerviosismo en los mercados. Si bien una victoria del oficialismo podría dar algo de alivio a los mercados, una derrota podría profundizar la crisis cambiaria y generar mayores presiones sobre la economía local. Los analistas advierten que, independientemente del resultado electoral, el riesgo país podría seguir siendo elevado, lo que dificultaría el acceso del Gobierno a los mercados internacionales de deuda y complicaría la posibilidad de refinanciar los pagos de deuda que se avecinan.
Cómo sigue
A medida que se acercan las elecciones en Buenos Aires, la situación económica sigue siendo incierta. El Gobierno tendrá que gestionar cuidadosamente las reservas y las intervenciones cambiarias para evitar una mayor devaluación, sin agotar los recursos disponibles. El riesgo país se mantiene alto y podría seguir creciendo si los resultados electorales generan más dudas sobre la viabilidad económica del país. Sin embargo, una victoria del oficialismo podría dar algo de alivio a los mercados, aunque no se espera una baja significativa en el riesgo país sin una definición clara en las políticas económicas a largo plazo.