La cantidad de público en los estadios del Mundial de Clubes se volvió un tema de interés global. No solo en la Argentina, donde los hinchas de Boca y River discuten por ver cuál llevó más hinchas en relación a las sedes y estadios donde jugaron, sino también en Estados Unidos mismo. “Tengo amigos que me pidieron tickets pero no les puedo dar porque está todo vendido. Ni Gianni (Infantino) me da”, dijo Donald Trump durante una conferencia de prensa a la cual asistieron jugadores de la Juventus de Italia.
Más allá de los dichos del presidente de Estados Unidos, lo cierto es que la venta de tickets en el Mundial de Clubes no está cumpliendo con las expectativas. Salvo algunos partidos puntuales, como el del Inter de Miami contra el Al Ahly o el de Boca contra el Benfica, los promedios de público fueron bajos durante los primeros 16 encuentros del torneo. Tanto, que el promedio total de los mismos apenas supera el 55%.
¿Por qué los estadios del Mundial de Clubes están tan vacíos?
A lo largo de la última semana, varias personas que compraron tickets para partidos a pocos días u horas de su comienzo contaron que los consiguieron a precios mucho más bajos que los originales. Por ejemplo, cuando se lanzaron a la venta, las entradas para el primer partido del Inter de Miami costaban más de US$ 350 pero muchos espectadores los terminaron consiguiendo a menos de US$ 70.
En esa línea, hay reportes de costos de entradas para varios otros partidos que se vendieron por menos de US$ 10 con todo incluido, incluyendo Flamengo (Brasil) vs. ES Tunis (Túnez), Ulsan HD FC (Corea del Sur) vs. Mamelodi Sundowns FC (Sudáfrica) y un encuentro que todavía no ocurrió: Pachuca vs Al-Hilal, que se jugará en Nashville el 26 de junio.
Como la venta de tickets se riga por oferta y demanda, la baja en los precios se debe a una gran disponibilidad de entradas que quedaron sin vender. Por ese motivo, analistas del negocio deportivo comienzan a buscar las razones detrás de la poca convocatoria que está generando el torneo.
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Durante varios partidos se vieron tribunas vacías de fondo (EFE/ Juan Ignacio Roncoroni)
Un problema con las sedes
Una respuesta a la baja asistencia en los estadios son las sedes de los partidos. Mientras que algunas se encuentran en regiones con alta concentración de habitantes latinos (público con mayor adopción de este deporte), como es el caso de Miami y Los Ángeles, hay otras donde la situación es distinta, como Seattle y Cincinnati.
Mientras en Miami la población latina alcanza el 33,6% y en Pasadena, California, es del 33,7%, en Seattle cae al 6,6% y en Cincinnati al 3,8%. Al ver los partidos que se jugaron en esas locaciones, se observa que las sedes pueden influir en la presencia de público: los encuentros disputados en Miami, como Boca vs Benfica, o California, como PSG vs Atlético Madrid, tuvieron mayor cantidad de público en comparación a los jugados en Seattle, como River vs Urawa Red Diamonds, o Cincinnati, como Pachuca vs Red Bull Salzburgo.
Para Dietmar Exler, Chief Operating Officer del Mercedes-Benz Stadium, el análisis es otro: “Es un nuevo evento. Específicamente el primer día que tuvimos, cuando Chelsea jugó contra Los Angeles Football Club (LAFC), fue un momento desafortunado, un día de trabajo en la tarde. Además, LAFC, debido a otra situación desafortunada, se clasificó dos semanas antes. Fue un poco difícil de arreglar”, señaló a El Observador US.
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El Lumen Field, donde jugó River, se encuentra en Seattle, ciudad que solo tiene un 6,6% de población latina
El partido al que Dietmar hace referencia tuvo apenas un 31% de asistencia y el panorama no fue muy distinto este jueves cuando el Inter de Miami, con Messi en cancha, enfrentó al Porto de Portugal: la asistencia total fue de 31.783 sobre un total de 71.000 localidades disponibles (44,64%). “Hay otro nivel de competición que va a aumentar cuando llegue a las rondas de eliminación. Cuando los pesados juegan contra los otros, específicamente cuando los equipos de América del Sur se enfrenten a los europeos, y es lo que más espero en el torneo y por lo que los fans estarán muy emocionados”, reafirmó Dietmar post partido.
El impacto de las medidas migratorias
En los últimos meses, con Donald Trump ya como presidente, Estados Unidos endureció su política migratoria. El resultado fueron miles de historias de inmigrantes, gran parte de ellos latinos, que empezaron a ser deportados hacia sus respectivos países de origen. De hecho, Trump prometió que deportaría a más de un millón de personas durante su primer año de gestión y, según números oficiales difundidos por la Casa Blanca, en los primeros 100 días del mandatario la cifra superaba los 140 mil.
Embed - 'He Doesn't Know What It Is': Trump Cracks Joke To FIFA President Infantino About Travel Ban
Dado este contexto, una hipótesis que sobrevuela la baja convocatoria en los estadios es el miedo de los inmigrantes a ser detenidos en estos eventos. Trump fue consultado al respecto en la conferencia de prensa que llevó a cabo y fue Infantino el encargado de responder. “Todo se está desarrollando con gran fluidez y no es una preocupación para nosotros”, indicó el presidente de la FIFA. Aunque también señaló: “Falta un año para la Copa del Mundo, que también se desarrollará acá, y aplicaremos todo el aprendizaje que estamos teniendo en estos momentos”.
Sin embargo, una serie de publicaciones en redes sociales sobre la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. asustó a los aficionados, según indicaron medios estadounidenses. Y es que los organismos a cargo estuvieron promoviendo su participación en las medidas de seguridad para el torneo en redes sociales y prometiendo trabajar con socios locales, estatales y federales para "asegurar los partidos en todo Estados Unidos".
Esta participación causó temor de que el evento pudiera ser inseguro para los inmigrantes. Tanto, que la NBC News también informó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) envió un comunicado indicando que también formaría parte del equipo de seguridad del torneo y recomendó que "todos los ciudadanos no estadounidenses deben presentar prueba de su estatus legal".
En diálogo con El Observador, Thomas Kennedy, activista de la Florida Immigrant Coalition, corroboró esta información. “Según nos contaron, no aclaran cuáles son los procedimientos. Eso causó mucha preocupación y miedo y creo que se refleja en la falta de ventas de tickets y las bajas de precios”, explicó Kennedy. Y remarcó: “Es importante remarcar que el condado le dio US$ 46 millones en subsidios y fondos a la FIFA para promover los eventos de la Copa Mundial. Por eso tenemos derecho de preguntar por qué se está generando una atmósfera persecutoria”.
https://www.bbc.com/mundo/articles/cp349le794po
El riesgo a ser deportado influye en la convocatoria del Mundial de Clubes
Reuters
Esto demuestra que, a pesar del esfuerzo por posicionar al Mundial de Clubes como un evento global y espectacular, la realidad es que la mitad de los estadios siguen luciendo vacíos. Lejos de ser un problema de calendario o calidad futbolística, la baja asistencia revela fallas estructurales: políticas migratorias restrictivas que limitan el acceso de comunidades clave, precios que debieron caer en tiempo real por falta de demanda y una selección de sedes sobredimensionadas para partidos sin arraigo local.
La fiesta del fútbol necesita algo más que nombres ilustres para llenar gradas. Necesita conexión real con los públicos, logística más sensible y una organización que no confunda espectacularidad con desmesura. Porque estadios enormes con tribunas vacías no solo son una postal incómoda: son una oportunidad perdida.