El proyecto que contempla un aumento de haberes para los jubilados y la ley de emergencia en discapacidad ya están en condiciones de ser tratadas por el Senado. Un sector de la oposición quiere llevarla al recinto antes de julio. El oficialismo estudia su estrategia mientras de reojo mira el calendario electoral.
La intención de un sector de la oposición es poner los temas en discusión a partir de la semana que viene y avanzar lo antes posible con los dictámenes. Sin embrago, será el interbloque de Unión por la Patria en su conjunto el que decida la mejor forma de hacer llegar los proyectos al recinto. “Todavía no hay nada definido. Seguramente lo acordemos en la reunión de bloque”, explicó uno de los asesores del bloque mayoritario de la Cámara alta ante la consulta de El Observador.
Las alternativas no son muchas, sin embargo el peronismo esperará para dar a conocer el camino elegido. Acelerar antes del receso invernal que suelen tomarse los legisladores o manejar los tiempos para llevar la sesión lo más cerca posible de las elecciones de septiembre.
Por ahora, los cruces son por los medios y las redes. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, volvió a afirmar que cualquier proyecto que afecte el rumbo fiscal del Gobierno. En ese marco, advirtió que charlarán con los legisladores: “Vamos a hablar con los senadores y les vamos a explicar una vez más el problema, esperamos que lo entiendan, y si no, que nos digan de dónde sacan los fondos”.
Por su parte, Mariano Recalde, sostuvo que el peronismo en el Senado ira por la sanción de la norma. Así lo afirmó en su cuenta personal de X. “Los senadores vamos a apoyar el aumento a los jubilados porque nuestro compromiso es con el pueblo argentino”, escribió el senador por la Ciudad de Buenos Aires.
Por ahora el peronismo decidió no hacer movimientos bruscos. “Hay muchos legisladores que esta tarde ya vuelven a sus provincias, pero la semana próxima habrá novedades”, explicaron desde el interbloque Unión por la Patria.
La discusión interna sobre los tiempos comienza a darse lentamente. En tanto, casi en paralelo, algunos de los senadores trabajan para coordinar una reunión con médicos y trabajadores del Garrahan. Algo que también se llevaría a cabo la semana próxima.
La idea que cuajó en Diputados, según entiende en Unión por la Patria, es llevar el conflicto social que se vive en la calle al recinto. Esa misma lógica aparece como una alternativa también en el Senado.
Más allá de las intenciones de cada uno de los sectores del interbloque Unión por la Patria, los tiempos también dependerán del calendario electoral. El próximo domingo se vota en Misiones y a fin de mes se vota en Santa Fe y en Formosa. En ese marco, la postergación de la llegada al recinto para los primeros días de julio aparece como una opción más razonable.
Sin embargo, más allá del diseño de la estrategia propia, los legisladores opositores saben que el oficialismo tiene margen para jugar con los tiempos, casi todo lo que sea necesario, para encausar las negociaciones con los Gobernadores y con los Senadores que acompañaron al Ejecutivo en proyectos clave.
En ese marco, desde el bloque libertario en el Senado señalan que “nadie da la batalla por perdida” y que se avanzará “en todos los contactos posibles” para rechazar el proyecto que viene de Diputados.