En medio de una creciente tensión entre el Gobierno y los gremios aeronáuticos, más de 37.000 pasajeros se vieron afectados por el paro de 24 horas iniciado por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA). La medida de fuerza se llevó a cabo durante un fin de semana clave para los viajes de egresados y las vacaciones de colegios privados, afectando un total de 319 vuelos en Aeroparque y Ezeiza.
El conflicto tiene su raíz en la negociación salarial entre los trabajadores y Aerolíneas Argentinas, la cual, hasta el momento, no logró un acuerdo. Mientras los gremios exigen un aumento de al menos el 25%, la empresa estatal ofreció apenas un 11%, cifra rechazada por los pilotos y personal de cabina. Ante esta situación, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció que "el aumento que el Gobierno puede conceder es del 0%". La declaración generó aún más tensión, dejando claro que el Ejecutivo no cederá a las demandas sindicales.
Medidas del Gobierno ante el paro
En una entrevista con Radio Mitre, Federico Sturzenegger explicó los motivos detrás de la inflexibilidad del Gobierno. "Tenés una empresa pública con pérdida, que puede cobrar el precio que quiere, y hay aerolíneas que compiten con ella que se manejan con capital privado. ¿Con qué derecho pueden pedir un aumento salarial?", cuestionó el ministro. Agregó que el Ejecutivo tiene la obligación de "manejar la empresa con eficiencia y no generando aumentos salariales a costa del contribuyente". Según Sturzenegger, Aerolíneas Argentinas tiene la capacidad de ajustarse financieramente para eventualmente ofrecer aumentos, pero no antes de revertir su déficit actual.
Una de las medidas más destacadas anunciadas por el funcionario fue la declaración de esencialidad del servicio aerocomercial, que entrará en vigor el próximo lunes. Esto obligará a que, en caso de huelga, se garantice al menos el 50% del servicio, y las medidas de fuerza deberán ser notificadas con cinco días de anticipación. “Pueden hacer una huelga porque es un derecho constitucional, pero tiene que anunciarse con tiempo”, subrayó Sturzenegger. Esta nueva normativa busca mitigar el impacto de futuros paros y evitar que se repitan situaciones como la del fin de semana, en la que cientos de pasajeros quedaron varados en los aeropuertos.
Además, el ministro fue crítico respecto a los beneficios de los pilotos, mencionando que "ganan entre tres y veinte millones de pesos, en algunos casos volando tres veces por mes, y tienen prerrogativas como volar a toda su familia en clase ejecutiva". Estas declaraciones encendieron el debate sobre los privilegios del personal de Aerolíneas en comparación con otras compañías del sector, generando una amplia repercusión en los medios y redes sociales.
Aerolíneas Argentinas y la discusión sobre su privatización
El conflicto gremial y la situación financiera de Aerolíneas Argentinas reavivaron la discusión sobre su posible privatización. Durante la entrevista, Sturzenegger recordó que el Gobierno ya había presentado un proyecto para transferir la empresa al sector privado, pero este fue rechazado por el Congreso. Sin embargo, el ministro sostuvo que la actual coyuntura podría ser "un excelente momento" para volver a impulsar el debate, destacando que "definitivamente va a tener el apoyo de La Libertad Avanza", el partido de Javier Milei.
Al respecto, Sturzenegger también hizo alusión a las declaraciones recientes del presidente de Aerolíneas, Fabián Lombardo, quien había asegurado que varias empresas privadas están interesadas en adquirir la aerolínea de bandera. "Eso dijo. No estamos autorizados por el Congreso para privatizarla, pero el PRO presentó un proyecto y es un excelente momento para impulsarlo", comentó el funcionario.
Las cifras económicas detrás de la empresa estatal fueron uno de los puntos más críticos en el debate. Sturzenegger señaló que Aerolíneas "puede cobrar el precio que quiere", lo que le da una ventaja significativa sobre otras compañías que compiten en el mercado con capital privado y sin generar pérdidas. En ese contexto, el ministro cuestionó las demandas salariales de los gremios, subrayando la necesidad de "manejar la empresa con eficiencia" y evitando que los contribuyentes continúen financiando los salarios del personal.
El impacto de la huelga y próximos pasos
El paro no solo generó trastornos para los pasajeros, sino que también implicó una considerable pérdida económica para la aerolínea y el sector turístico. Se estima que las pérdidas rondan entre los 2 y 3 millones de dólares, y la cancelación o reprogramación de vuelos también tuvo un impacto en las reservas futuras, lo que podría perjudicar la reputación de la marca Aerolíneas Argentinas en el mediano plazo.
Además, durante la jornada del viernes, empleados de Intercargo realizaron asambleas informativas de 11 a 13 horas, lo que complicó aún más la situación en los aeropuertos. Estas asambleas provocaron demoras en vuelos de otras aerolíneas como Latam, Paranair, Gol y JetSmart, y generaron acumulación de equipaje en los mostradores de atención al cliente. Aunque la actividad en los aeropuertos fue menor en comparación con días anteriores, el malestar de los pasajeros aumentó conforme pasaban las horas y no encontraban respuestas inmediatas sobre sus vuelos.
Con el panorama actual, el conflicto entre los gremios aeronáuticos y el Gobierno parece estar lejos de una solución inmediata. Mientras tanto, los pasajeros y las empresas afectadas por el paro esperan que las nuevas medidas implementadas por el Ejecutivo ayuden a mitigar el impacto de futuras huelgas y mejoren la previsibilidad en el servicio aerocomercial.