El presidente Javier Milei envió este lunes al Congreso una iniciativa que busca penar a los "degenerados fiscales", como él los suele llamar. Se trata del proyecto de Ley de Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria, que pretende hacer cumplir con su programa económico.
Todo presupuesto nacional, según propone, deberá ser equilibrado o presentar superávit, y prohíbe la aprobación de normas que generen déficit financiero. En caso de que durante la ejecución presupuestaria se produzcan desvíos en los ingresos o egresos, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, deberá aplicar correcciones de forma inmediata.
Proyecto: las penas para quienes atenten contra el equilibrio fiscal
Las restricciones apuntan a funcionarios públicos, empleados del Banco Central y al mismo Congreso. En el caso del trabajo parlamentario, cualquier ley que implique nuevos gastos, deberá especificar cómo se sustenta económicamente. De lo contrario, solo podrá entrar en vigencia una vez que las partidas correspondientes se incorporen al presupuesto del año siguiente. Asimismo, tendrá que incluir un Informe de Impacto Presupuestario de Mediano Plazo.
En cuanto a la responsabilidad institucional sobre el equilibrio fiscal, aclara que se castigará a los miembros del Poder Ejecutivo que asuman compromisos fuera del presupuesto o soliciten adelantos transitorios al Banco Central para cubrir el gasto primario.
Las penas para funcionarios irán de uno a seis años; las de los miembros del Banco Central que habiliten la emisión irregular de dinero, de tres a diez años. Pero en cualquier caso se duplicarán si se realizaron a costa de beneficios personales o de terceros.
El proyecto de Milei también propone cambios a la Ley de Administración Financiera. ¿Cómo? Al ampliar su alcance a empresas públicas, sociedades estatales, entes autárquicos y fondos fiduciarios. Por lo tanto, tendrán que consolidar sus presupuestos dentro del Presupuesto General. De lo contrario, no podrán recibir los fondos del Tesoro.