Científicos del Departamento de Biología Celular y Fisiología de la Universidad Brigham Young, Estados Unidos, hallaron un nuevo efecto en el consumo de yerba mate.
El estudio publicado en febrero en la revista de acceso abierto en línea Nutrients evaluó las reacciones incretinas de la tradicional infusión, centrándose en los péptidos similares al glucagón-1 (GLP-1) y al polipéptido inhibidor gástrico (GIP), responsables de la regulación de los niveles de azúcar en la sangre y el apetito y de la glucosa en sangre y el metabolismo de las grasa s, respectivamente.
"La suplementación con yerba mate aumentó significativamente la expresión del gen GLP-1 y los niveles plasmáticos de GLP-1 en comparación con los controles, sin observarse cambios en la expresión de GIP ni en los niveles plasmáticos", detalló la pesquisa lidera por Elijah T. Cooper-Leavitt.
Si bien el tratamiento directo de las células L GLUTag con yerba mate no mejoró la secreción de GLP-1, el ácido dihidroferúlico (un metabolito microbiano del ácido ferúlico) estimuló notablemente la producción de GLP-1 en las células L, lo que permite destacar el papel de la infusión en el metabolismo intestinal.
"La yerba mate regula positivamente de forma selectiva las vías de GLP-1 sin afectar a GIP, probablemente a través de mecanismos mediados por el intestino", concluyó el análisis.
Estos hallazgos sugieren que la yerba mate se postule como un nutracéutico prometedor para la modulación de las incretinas y el tratamiento de los trastornos metabólicos. "Estudios adicionales deberían explorar la interacción entre YM, la microbiota intestinal y las vías incretínicas para alcanzar su máximo potencial terapéutico", agregaron.
El informe se basó en trabajos previos de la propia institución estadounidense donde se demostraron los beneficios metabólicos, aportando nuevos conocimientos sobre sus mecanismos de acción, en particular su capacidad para modular los niveles de incretina.
"Estos hallazgos complementan observaciones previas de nuestro laboratorio, que destacaron los efectos tisulares específicos de la YM sobre la eficiencia mitocondrial y el equilibrio redox", sentenciaron los académicos.