Ricardo Nachman nació en Río Negro y vivió en Rosario gran parte de su vida hasta que en 1992 decidió emigrar a Israel. Nachman vive en Asdod, una ciudad portuaria a 40 kilómetros al norte de la Franja de Gaza, en un moshav, una comunidad “parecida a lo que sería un country”, cuenta.
Con 59 años, este médico recibido en la Universidad Nacional de Rosario trabaja como forense desde hace años. En Israel, ese trabajo incluye, además de la realización de autopsias a personas muertas, la revisión de víctimas de violencia, y “todo lo que tenga que ver con algún tinte policial”.
Por este trabajo, Nachman tuvo que revisar a algunos de los rehenes liberados por Hamas, que habían sido tomados cautivos en el ataque del 7 de octubre. La descripción del estado en el que se encontraban, en diálogo con Alejandro Fantino en Neura, es desgarrador: desnutrición, evidencias de ataques sexuales y traumas psicológicos severos debido a su cautiverio son algunos de los padecimientos que le tocó ver. "El factor común es el maltrato físico y psicológico, estaban en un estado de muerte inminente todo el tiempo, amenazados, no ver la luz, sin comer…”, relató.
Un caso que recuerda especialmente fue el de una joven mujer abusada sexualmente, que mostró un increíble poderío interno al narrar su historia tras ser liberada. "Fue llevada el 7 de octubre por seis hombres, estaba enferma, y fue abusada sexualmente en cautiverio", contó Nachman y añadió: “Después de un cierto tiempo fue liberada, yo la he revisado”.
El trabajo de Ricardo Nachman con los argentinos que fueron liberados
El médico forense fue quien revisó a los argentinos que fueron liberados por Hamas en febrero. contó que si bien “en líneas generales viéndolos desde afuera se encontraban en un estado asombrosamente normal, bien”, cuando realizaron los exámenes médicos la situación no estaba “tan bien”: “estados de desnutrición, de problemas de no haber sido expuestos a la luz del día, problemas de vitaminas… Y psicológicamente mal, mal… el hecho de contarnos cómo ellos pasaron el tiempo de esa amenaza de muerte inminente todo el tiempo”. Según contó, los captores torturaban psicológicamente a los rehenes diciéndole ‘hoy te vas a morir’, ‘ya no salís de aquí’ ‘Fíjate que el estado de Israel y nadie te quiere, nadie te está buscando’, ‘ellos quieren que vos te quedes aquí por siempre y que te mueras’.
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“¿Cuando entró Hamas a Israel, ¿tuviste que ver cuerpos?”, preguntó Fantino, a lo que Nachman respondió que la identificación se realiza en el único instituto de medicina forense en Israel, ubicado en Tel Aviv, al que él pertenece: “Estoy encargado de la parte de la identificación de los casos más complejos de ese feroz ataque del 7 de octubre y he visto todo lo que te puedes imaginar y lo que no…”
Decapitaciones, uso de arma de fuego, explosiones, cremación, uso de armas blancas, disparos a quemarropa por la espalda, personas desangradas por haber sido dañadas en las piernas y haber sido encerradas para que nadie pueda entrar a salvarlos… “Todo lo que una mente humana normal no puede imaginar”. En ese marco, Nachman contó que los terroristas de Hamas secuestró incluso cuerpos sin vida, ya que para la cultura judía los cuerpos son sagrados y los terroristas los consideran prendas de cambio.
“Me llena de orgullo ser hoy por hoy argentino”, afirma Nachman al ser consultado sobre la postura del Gobierno de Milei ante Hamas. “Nadie está a salvo en el mundo si esto pasó en Israel, uno de los país con más seguridad e inteligencia”.
A pesar de la naturaleza traumática de su trabajo, Nachman encuentra fuerza en su familia y sus hobbies. "Es más fácil odiar que amar, pero hay que abrazar y besar, es lo que uno tiene que hacer", expresó. Destacó la importancia de los pequeños momentos de la vida, a pesar de los desafíos y el constante encuentro con la muerte en su profesión. "Cuando salimos de allí, es como que las persianas se levantan y vemos la vida de una manera distinta", comentó.
Ricardo Nachman concluye con un mensaje de esperanza y amor, alentando a las personas a valorar la vida y las relaciones personales. "La vida es hacer sentir a otra persona, es mucho más fácil abrazarse y quererse", afirmó. "Disfruto la vida de una forma personal, a pesar de respirar la muerte todo el tiempo desde el punto de vista profesional".
