Un fallo judicial dictado en 1941 confirma que las 12 cajas con aproximadamente 7.000 documentos nazis, recientemente halladas en el archivo de la Corte Suprema de Argentina, fueron enviadas desde el barco japonés Nan-A-Marú.
Dentro de esas cajas, se hallaron libretas de afiliación al Partido Nazi y a la Unión Alemana de Gremios (UAG). Estos documentos fueron enviados desde la Embajada alemana en Tokio y llegaron al puerto de Buenos Aires en junio de 1941.
En el marco de la Segunda Guerra Mundial, las autoridades aduaneras argentinas interceptaron este envío debido a su contenido propagandístico, ya que temían que afectara la neutralidad del país. Después de esta intervención, el juez Miguel Luciano Jantus resolvió que las cajas fueran enviadas a la Corte Suprema, donde permanecieron almacenadas durante más de 80 años.
¿Cómo se descubrió el material nazi en la Corte Suprema?
Durante un proceso de reorganización de archivos con miras a la creación del Museo de la Corte Suprema, se produjo un descubrimiento inesperado que podría tener implicaciones internacionales. Funcionarios judiciales hallaron 12 cajas de madera en el subsuelo del Palacio de Tribunales, las cuales contenían documentos relacionados con el nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
Este descubrimiento podría proporcionar información valiosa sobre el Holocausto y sobre los movimientos financieros del régimen nazi a nivel global. El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, ordenó un exhaustivo relevamiento del contenido, lo que marcará el inicio de una nueva etapa en la investigación histórica de este tema.
El origen de estas cajas se remonta al 20 de junio de 1941, cuando 83 bultos enviados desde la embajada alemana en Tokio llegaron a Buenos Aires a bordo del barco japonés Nan-A-Marú. Aunque la representación diplomática alemana intentó declarar los paquetes como efectos personales de los diplomáticos, la División de Aduanas y Puertos detuvo su ingreso debido a los posibles conflictos diplomáticos que su contenido podría generar, dado que Argentina se mantenía neutral frente al conflicto europeo.
En respuesta a esta situación, se conformó una Comisión Especial Investigadora de las Actividades Antiargentinas en la Cámara de Diputados, cuyo fin era analizar el contenido de los paquetes. El presidente de la comisión, el diputado radical Raúl Damonte Taborda, solicitó la intervención de la Aduana para abrir algunos de los bultos y verificar qué contenían.
El 8 de agosto de 1941, luego de una inspección aleatoria de cinco cajas, se descubrió que contenían material propagandístico del régimen nazi. Entre los documentos encontrados había postales, fotografías y miles de libretas de la Organización del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en el exterior y de la Unión Alemana de Gremios.
A pesar de que la embajada alemana solicitó la devolución de los paquetes para reenviarlos a Tokio, las autoridades argentinas decidieron incautarlos, lo que llevó el caso a los tribunales. El juez federal Miguel Luciano Jantus ordenó la incautación de las encomiendas el 13 de septiembre de 1941, debido a la naturaleza de su contenido y al potencial daño que pudiera causar a la neutralidad argentina. El caso, finalmente, fue remitido a la Corte Suprema por ser un asunto de competencia internacional.
¿Cómo reaparecieron las cajas en 2024?
Más de ochenta años después, durante el proceso de mudanza de archivos para la creación del Museo de la Corte Suprema, el director de la Oficina de Servicios Auxiliares, Marcelo Valente, descubrió las cajas en el subsuelo del edificio judicial.
Tras notificar a las autoridades pertinentes, el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, ordenó que los materiales fueran trasladados de inmediato a una sala acondicionada en el cuarto piso del Palacio de Tribunales, donde fueron abiertos el 12 de mayo de 2024.
El acto de apertura fue supervisado por expertos e investigadores. Entre ellos se encontraban Eliahu Hamra, Gran Rabino de AMIA; Jonathan Karszenbaum, director ejecutivo del Museo del Holocausto de Buenos Aires; y Marcia Ras, investigadora del mismo museo. También estuvieron presentes Pablo Lamounan, titular del Centro de Asistencia Judicial Federal; Jessica Susco, directora de Bibliotecas de la Corte Suprema; y María de la Paz Podestá, licenciada en conservación y restauración de bienes culturales.
¿Cómo será el proceso de catalogación?
La Corte Suprema comenzará un detallado inventario del material encontrado. El objetivo es determinar si los documentos contienen información crucial sobre el Holocausto y si pueden proporcionar nuevas pistas sobre la ruta del dinero nazi en América Latina, así como otros aspectos aún desconocidos de la Segunda Guerra Mundial.
Este proceso no solo tendrá implicancias académicas, sino que también podría generar repercusiones diplomáticas a nivel internacional.
En ese sentido, en diciembre de 2024, la Corte Suprema firmó un convenio de cooperación con la Fundación Memoria del Holocausto y la Asociación de Abogados Judíos de la República Argentina para realizar actividades conjuntas de investigación y difusión sobre el material encontrado.
La colaboración con el Museo del Holocausto será esencial para investigar la relevancia histórica del material descubierto, especialmente en relación con los horrores del régimen nazi y su impacto en el continente americano.