El chef francés Christophe Krywonis llegó a Mendoza hace 35 años y desde entonces se construyó a sí mismo como una figura popular en el mundo de la gastronomía argentina. Hoy espera que la gente se "lleve un recuerdo gustativo y sensorial" ligado a su cocina: "eso es lo más importante, sería mi leitmotiv y mi obsesión"