El Gobierno español aprobó la OPA de BBVA sobre Sabadell, pero impuso la condición de que ambas entidades mantuvieran, durante tres años (prorrogables por dos más), su personalidad jurídica y patrimonios separados, así como autonomía en la gestión. Esta condición ralentiza las sinergias económicas previstas entre los dos bancos.
¿Por qué BBVA decide seguir adelante con la operación a pesar de la condición?
BBVA considera que la fusión entre ambas entidades aportará un gran valor a los accionistas y permitirá la creación de uno de los bancos más competitivos e innovadores de Europa. Además, sostienen que la mayor escala y capacidad financiera que se derivará de esta unión contribuirá al crecimiento económico del país.
¿Cómo afectará la condición impuesta por el Gobierno a la operación?
Aunque la condición no detendrá la OPA, sí implicará un retraso en la materialización de parte de las sinergias que BBVA estimaba en 850 millones de euros. Es posible que algunas de las ventajas económicas esperadas de la fusión se vean dilatadas debido a la necesidad de mantener separadas las entidades durante los primeros años.
¿Qué pasos faltan para que la OPA avance?
BBVA espera la aprobación del folleto de la OPA por parte de la CNMV, lo cual está previsto para las próximas semanas. Una vez obtenida, se abrirá el periodo de aceptación para que los accionistas de Sabadell decidan si vender o no sus acciones. Este es uno de los últimos trámites antes de poder avanzar con la fusión.
¿Qué otras decisiones está tomando Sabadell en paralelo?
Sabadell está evaluando la venta de su filial británica TSB. Santander ha presentado una oferta vinculante por 2.300 millones de libras, mientras que se desconocen detalles sobre otras posibles ofertas. El consejo de administración de Sabadell se reunirá próximamente para valorar estas propuestas.
Cómo sigue:
La OPA de BBVA sobre Sabadell continúa adelante, pero se enfrenta a los desafíos derivados de la condición impuesta por el Gobierno. Este condicionante retrasará parte de los beneficios económicos que se anticipaban para los primeros años de la fusión, aunque no compromete la operación en sí. En las próximas semanas, BBVA espera que la CNMV apruebe el folleto de la OPA, lo que marcará el inicio del periodo en que los accionistas de Sabadell deberán decidir si venden sus acciones a BBVA. Mientras tanto, Sabadell también tendrá que tomar decisiones clave sobre la venta de TSB, lo que podría influir en los movimientos estratégicos de la entidad. El futuro de la operación dependerá, por tanto, de la respuesta de los accionistas y de las negociaciones en torno a la filial británica.