Contexto
¿Quiénes son las exmonjas de Belorado?
Las exmonjas de Belorado formaban parte de la comunidad religiosa de clarisas del Monasterio de Santa Clara en Belorado, Burgos. El conflicto comenzó el 13 de mayo de 2024, cuando un grupo de ellas anunció públicamente su salida de la Iglesia católica. Este grupo, compuesto por diez religiosas, estaba liderado por la abadesa Sor Isabel.
La decisión fue impulsada por un cisma en la comunidad, que fue respaldado por un falso obispo excomulgado, Pablo de Rojas, y José Ceacero, portavoz de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli. La situación de ruptura con la Iglesia fue definitiva cuando el Vaticano, el 29 de mayo de 2024, nombró al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, como "comisario pontificio", otorgándole control absoluto sobre los monasterios de Belorado, Derio y Orduña. Esta medida le dio poder sobre las decisiones administrativas y religiosas, además de la representación legal en el ámbito civil.
¿Qué reclama el Arzobispado de Burgos?
El Arzobispado de Burgos afirma que, tras la excomunión de las exmonjas, el monasterio de Belorado y su patrimonio deben ser gestionados por los miembros no excomulgados de la comunidad religiosa. El arzobispo Mario Iceta, como comisario pontificio, tiene el mandato de controlar todas las decisiones en relación con los monasterios, incluida la gestión del patrimonio y la representación legal. Ante esta situación, el Arzobispado ha iniciado demandas de desahucio y otras acciones legales para recuperar el control del monasterio.
¿Cómo se defienden las exmonjas?
Las exmonjas defienden su derecho a la libertad religiosa y sostienen que la transformación de los monasterios en asociaciones civiles, decisión tomada por la comunidad antes de su ruptura con la Iglesia, es completamente válida. Este reclamo, que incluye la gestión autónoma del patrimonio y la vida religiosa, ha sido rechazado por los Ministerios del Interior y Justicia de España, quienes no han permitido la inscripción de las nuevas entidades religiosas en el Registro Nacional de Asociaciones. Las exmonjas continúan apelando en los tribunales, buscando legalizar su estatus como asociaciones civiles.
¿Qué implica el desahucio solicitado por el Arzobispado?
El Arzobispado ha solicitado el desahucio de las exmonjas del monasterio de Belorado, así como del monasterio de Derio, argumentando que, tras la excomunión, las exmonjas no tienen derecho a seguir habitando las instalaciones religiosas. En el caso de Belorado, el juicio por desahucio ha sido suspendido debido a una recusación de la jueza por parte de las exmonjas, lo que añade un nuevo obstáculo legal al proceso. En Derio, el proceso aún está en una etapa preliminar, ya que las instalaciones no están habitadas por las exmonjas.
¿Qué otras acusaciones enfrentan las exmonjas?
Las exmonjas están involucradas en varias investigaciones judiciales. Una de las principales es la denuncia por estafa indebida, relacionada con la venta de 1,73 kilos de oro en nombre de la comunidad religios a, lo que resultó en una transacción por valor de 130.000 euros. Además, cuatro de ellas han presentado una denuncia contra Mario Iceta por coacciones, administración desleal y revelación de secretos, en relación con el manejo de los bienes y documentos del monasterio.
Cómo sigue
El desenlace de los procesos judiciales que involucran a las exmonjas de Belorado podría determinar su futuro y el control del monasterio. Las próximas semanas serán clave para resolver la recusación de la jueza en el caso de desahucio de Belorado, lo que podría reactivar el juicio y potencialmente llevar a la expulsión de las exmonjas del monasterio. En paralelo, las investigaciones por estafa y administración desleal continúan, y la resolución de estas acusaciones podría traer implicaciones tanto penales como civiles.
El litigio sobre la transformación de las entidades religiosas en asociaciones civiles será otro aspecto clave. Si los tribunales avalan la decisión de las exmonjas, se abriría un camino para que gestionen el monasterio de manera independiente del Arzobispado. No obstante, la Santa Sede mantiene su postura a favor de Iceta como comisario pontificio, lo que sugiere que este conflicto podría prolongarse y seguir alimentando la tensión entre las exmonjas y la jerarquía eclesiástica.
La resolución de otros contenciosos, como el incumplimiento del contrato con las Clarisas de Vitoria en relación con el monasterio de Orduña, también podría generar efectos secundarios que afecten la estabilidad económica y legal de las exmonjas, complicando aún más su situación.