Contexto
¿Por qué el Gobierno decidió eliminar los aranceles de importación para celulares?
El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó que la medida responde a la necesidad de reducir los altos precios de los productos electrónicos en el mercado argentino. Actualmente, los celulares de gama alta en Argentina pueden costar hasta el doble que en otros países como Brasil o Estados Unidos, lo que lleva a muchos consumidores a comprar productos en el exterior, incluso sumando los gastos de pasajes y estadía. "Es tan ridículo que había gente que pagaba un avión y un hotel para comprar un celular en otro país", comentó Adorni en conferencia de prensa. El objetivo es corregir esta distorsión y hacer que los precios locales se equiparen a los de los mercados vecinos.
¿Cómo se implementarán los cambios?
La eliminación de los aranceles será gradual. Según lo anunciado, en la primera etapa, el arancel de importación del 16% se reducirá a un 8% inmediatamente, con la publicación del decreto entre jueves y viernes de esta semana. En la segunda etapa, que se llevará a cabo en enero de 2026, los aranceles desaparecerán por completo y quedarán en 0%. De forma paralela, se reducirá el impuesto interno sobre los productos electrónicos importados, pasando del 19% al 9,5%, y se eliminarán completamente los impuestos para los productos fabricados en Tierra del Fuego.
¿Qué impacto tendrá la medida en los precios?
Se estima que la reducción de los aranceles y los impuestos internos resultará en una baja de precios de los productos electrónicos de aproximadamente un 30%. Esto aplicaría tanto a los productos importados como a los fabricados en Tierra del Fuego, gracias a la eliminación de los impuestos internos para los productos nacionales. El Gobierno confía en que este ajuste permitirá a Argentina alinearse con los precios de la región y reducir la brecha que existe con países como Chile, Brasil y Estados Unidos.
¿Qué beneficios adicionales se esperan?
El Gobierno también destacó que la eliminación de los aranceles y la reducción de impuestos contribuirán a la lucha contra el contrabando y el robo de celulares, fenómenos que se ven exacerbados por los altos precios internos. Adorni mencionó que, como sucedió con la reducción de impuestos a las autopartes, esta medida podría tener efectos positivos similares al reducir la rentabilidad de actividades ilegales vinculadas al robo de productos electrónicos.
¿Cómo se enmarca esta medida dentro de la política fiscal del Gobierno?
El vocero explicó que estas reducciones forman parte de un plan más amplio para aliviar la carga fiscal sobre los consumidores y liberar la economía. A lo largo del último año, el Gobierno implementó otras medidas para reducir impuestos, como la eliminación del impuesto PAIS y la reducción de gravámenes para autos y motos. "A medida que se consolide el superávit fiscal, vamos a continuar bajando impuestos", afirmó Adorni. Esta política de alivio fiscal también se extiende a las provincias, a las que el Gobierno insta a seguir el ejemplo y reducir la presión impositiva.
¿Qué sucederá con las consolas de videojuegos?
El Gobierno también anunció una reducción de los aranceles para la importación de consolas como Playstation y Xbox, que pasarán de un 35% a un 20%. Esta medida busca abaratar los costos de productos electrónicos populares entre los consumidores y seguir impulsando la competencia en el mercado de bienes de consumo.
Cómo sigue
El paquete de medidas anunciadas por el Gobierno tiene como objetivo no solo reducir el costo de productos electrónicos en el mercado interno, sino también mejorar la competitividad del sector y combatir problemas como el contrabando y el robo de dispositivos.
El impacto de estas modificaciones en el mercado local podría ser significativo, y se espera que los precios de los celulares y otros productos electrónicos bajen al menos un 30%, lo que podría hacer que los consumidores se beneficien de precios más accesibles en comparación con los de otros países de la región.
A medida que se implementen estas reducciones fiscales, el Gobierno mantendrá su enfoque en la desregulación de mercados y en la disminución sostenida de la presión fiscal sobre los ciudadanos, con la expectativa de que esto favorezca a la economía en general.