La lluvia de meteoros Perseidas dejó este fin de semana una imagen excepcional en el cielo español.
Una bola de fuego cruzó la atmósfera a gran velocidad durante la noche del viernes, generando un destello visible en varias provincias y que se pudo apreciar a cientos de kilómetros de distancia.
Su origen se vincula al cometa Swift-Tuttle, responsable de la nube de partículas que cada año da lugar a las Perseidas.
El pico de actividad de las Perseidas
La lluvia, conocida popularmente como lágrimas de San Lorenzo, alcanzará su máximo de actividad entre el 12 y 13 de agosto, con una previsión de entre 50 y 100 meteoros por hora en condiciones óptimas.
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No obstante, este año la observación estará parcialmente afectada por la luna gibosa menguante, cuyo brillo reducirá la visibilidad de los meteoros más débiles.
Cómo y dónde verlas mejor
Los expertos recomiendan buscar lugares alejados de la contaminación lumínica, mirar hacia el cielo opuesto a la Luna y permitir que la vista se adapte a la oscuridad durante al menos 20 minutos.
Para fotografiarlas, se aconseja usar una cámara réflex o sin espejo con lente gran angular, trípode y disparador remoto, aplicando la “regla del 500” para evitar trazos estelares.
Las Perseidas se producen cuando la Tierra atraviesa cada agosto la estela de polvo y fragmentos dejados por el Swift-Tuttle.
Al entrar en la atmósfera, estas partículas se incineran, generando destellos que en ocasiones, como la bola de fuego del viernes, alcanzan un brillo y duración excepcionales.