El dueño de los Philadelphia Eagles, Jeffrey Lurie, vendió el 8% de su equipo a dos grupos inversores, alcanzando una valuación histórica de 8.300 millones de dólares. Este monto convierte a los Eagles en la franquicia deportiva más valiosa de Estados Unidos, reflejando el impacto de la apertura de la NFL al capital privado.
La liga aprobó este año la entrada de inversiones institucionales en las franquicias, marcando un cambio significativo en su estructura financiera. Esta decisión subraya la creciente dificultad para adquirir equipos, dado el aumento constante de sus precios, consignó The Wall Street Journal.
Desde 2018, las valuaciones han crecido rápidamente. Los Carolina Panthers se vendieron por 2.200 millones de dólares, seguidos por los Denver Broncos, que alcanzaron los 4.700 millones de dólares en 2022. En 2023, los Washington Commanders marcaron un nuevo récord al venderse por 6.000 millones de dólares. Ahora, los Eagles superaron ese récord, a pesar de tratarse de una participación minoritaria, que usualmente se vende con descuento debido a la falta de control operativo.
La apertura de la NFL a inversores institucionales
En paralelo, otras franquicias también alcanzaron cifras récord. Los Miami Dolphins, por ejemplo, fueron valuados en 8.100 millones de dólares tras la venta de participaciones a Ares Management (10%) y a los propietarios de los Brooklyn Nets, Joe Tsai y Oliver Weisberg (3%).
Los Buffalo Bills, por su parte, vendieron participaciones minoritarias a 10 inversores, incluyendo a la firma Arcos y a exestrellas de la NBA como Vince Carter y Tracy McGrady. Este modelo de ventas parciales muestra cómo las franquicias buscan diversificar sus fuentes de capital.
El crecimiento de los valores en la NFL supera incluso a otras ligas deportivas globales. En comparación, el ingreso de Jim Ratcliffe al Manchester United en 2023 tasó al club inglés en 6.300 millones de dólares. Sin embargo, en la NFL, equipos como los Dallas Cowboys podrían alcanzar valuaciones de más de 10.000 millones de dólares, según expertos, si su propietario Jerry Jones decidiera vender.
A pesar de esta apertura al capital privado, la NFL impone regulaciones estrictas. Las firmas interesadas deben ser aprobadas por la liga, pueden adquirir un máximo de 10% de participación y no reciben derechos de gobernanza en las franquicias. Este enfoque busca proteger la estabilidad operativa de los equipos y garantizar que el control permanezca en manos de los dueños principales.