"Extranjeros que trabajan para socavar los derechos de los estadounidenses no deben tener el privilegio de viajar a nuestro país". Así anunció el secretario de Estado, Marco Rubio, la decisión de negar la visa a funcionarios extranjeros que emprendan acciones de "censura" contra compañías tecnológicas o ciudadanos de EEUU.
Rubio no especificó qué funcionarios podrían perder la visa para ingresar al país, pero la semana pasada afirmó en el Congreso que consideraba sancionar al juez brasileño Alexandre de Moraes, a cargo del juicio por golpismo al expresidente Jair Bolsonaro y que se ha enfrentado a Elon Musk, al bloquear temporalmente su red social X hasta que cumpliera la orden de suspender las cuentas de un grupo de usuarios.
Estados Unidos también ha criticado duramente a Alemania y el Reino Unido por restringir lo que estos países consideran discursos de odio.
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"Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido multados, acosados e incluso acusados por autoridades extranjeras por ejercer su derecho a la libertad de expresión", señaló Rubio. "No toleraremos las injerencias en la soberanía estadounidense, especialmente cuando dichas injerencias socaven el ejercicio de nuestro derecho fundamental a la libertad de expresión", aseguró en un comunicado.
"Ya sea en Latinoamérica, Europa o cualquier otro lugar, se acabaron los días de trato pasivo para quienes trabajan para socavar los derechos de los estadounidenses", advirtió.
Los visados como política
"Nuestro proceso de visa es una de las metodologías que usamos cuando hablamos de seguridad nacional. Lo que escuchan de esta administración son políticas que están en línea con nuestra agenda de Estados Unidos primero", aseguró Mignon Houston, portavoz adjunta del Departamento de Estado, a El Observador USA.
En una entrevista con este medio, la vocera dijo que el objetivo del gobierno es asegurar que los que viajan a EEUU "tengan buenas intenciones" y estén alineados "con nuestra política e intereses".
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El anuncio se dio a conocer después de que la víspera medios estadounidenses revelaran que el gobierno ordenó a sus embajadas en todo el mundo suspender temporalmente la programación de nuevas entrevistas para visados de estudiantes extranjeros, en medio de la pelea de Donald Trump con la Universidad de Harvard.
El presidente lanzó una guerra abierta contra Harvard después de que la universidad de elite, la más rica y prestigiosa del país, se negara a cumplir con sus demandas sobre políticas de contratación y sobre activismo en el campus. En ese marco, el gobierno le revocó esta semana el permiso para inscribir a estudiantes extranjeros, que representan casi el 30% de su matrícula y una importante fuente de ingresos, aunque la medida se encuentra temporalmente bloqueada por una decisión judicial.
Houston aclaró que la intención del gobierno es que las visas de estudiantes sean otorgadas a los que realmente quieren estudiar en el país y no sean utilizadas con otros fines. "Sigue siendo un privilegio estar aquí. Queremos asegurarnos de que estén usando esa visa correctamente", añadió.
La revocación de visados a estudiantes extranjeros
El gobierno de Trump acusa a varias universidades de no hacer lo suficiente para combatir el antisemitismo, después de las protestas registradas en varias instituciones contra la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, lanzada tras el ataque del grupo terrorista Hamás del 7 de octubre de 2023.
Protesta en Universidad de Columbia por guerra en Gaza - AFP.jpg
La Universidad de Columbia fue una de las que albergó acampes y protestas contra la guerra en Gaza el año pasado
AFP
La administración MAGA detuvo a varios extranjeros por participar de las protestas y le revocó las visas a cientos de estudiantes internacionales. Rubio afirmó que las visas de estudiante son para estudiar y advirtió que serían revocadas si se considera que los extranjeros participan en actos "desestabilizadores".
Uno de los casos más sonados fue el de Mahmoud Khalil, un refugiado palestino criado en Siria, recién graduado de Columbia y residente permanente legal, que fue arrestado en marzo en su domicilio, propiedad de la universidad, con el objetivo de ser deportado. Khalil fue uno de los rostros más destacados de las acampadas de estudiantes en las protestas propalestinas del año pasado.
Otro de los casos más notorios es el de Rumeysa Ozturk, una alumna de doctorado turca de la Universidad de Tufts, quien escribió un artículo de opinión en un periódico estudiantil criticando la postura de la universidad sobre Gaza. Agentes enmascarados la arrestaron en una calle de Massachusetts y se la llevaron. Un juez ordenó recientemente su liberación.