Harris dio unos pasos largos y llegó antes que Trump al medio del escenario. "Kamala Harris", dijo, y se presentó. Enseguida agregó: "Que sea un buen debate" y le dio la mano al candidato republicano. Trump respondió: "Encantado. A divertirse".
Ambos se agradecieron y se dirigieron a su estrado, desde donde la noche del martes debatieron por primera y quizás única vez antes de las elecciones del 5 de noviembre.
Los siguientes 90 minutos se convirtieron, más allá de si hubo ganadores o perdedores, en un retrato perfecto de las propuestas de liderazgo tanto de Harris como de Trump. Si el republicando apuesta a un electorado que cree tan enojado como él, Harris se dirige a los votantes que quedaron cansados del período de gobierno de Trump, que dicen estar listos para seguir adelante.
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Donald Trump y Kamala Harris se dieron la mano al inicio del debate
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La previa del debate, teñida de desinformación
El debate ya estaba teñido, en los días previos, por varias narrativas falsas impulsadas por el ex presidente. Que el debate estaba siendo manipulado a favor de Harris porque es muy amiga de Dana Walden, una ejecutiva de Disney cuya cartera incluye ABC News. Que Harris recibiría las preguntas antes del debate para prepararlas. Incluso que Harris iba a usar cajones o elevadores artificiales para parecer más alta que él en televisión.
Pero parte de la campaña de Trump está manchada con desinformación, sobre todo las veces que ha hecho referencia a que los inmigrantes están inundando Estados Unidos para votar (acompañado de imágenes generadas por inteligencia artificial), que las elecciones anteriores fueron fraudulentas y que las que vienen también lo serán, o la idea de que Harris es la candidata demócrata por un golpe de Estado.
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Las palabras más usadas
Aunque muy distintos en sus pensamientos, Trump y Harris no se diferenciaron tanto en el tipo de palabras a las que le dieron prioridad en sus discursos. Dentro del top 10 de cada uno se repiten “presidente”, “gente” y “tiempo”.
Pero el conteo de palabras también indica que bien arriba, entre las palabras más usadas por Harris, están “Donald” y “Trump”, elemento que no existe en todo el discurso de Trump.
Por su parte, la demócrata hizo énfasis, y no así el republicano, en conceptos como “plan”, “unido” y “Estados Unidos”. Trump, por su parte, destacó palabras como “voto”, “millón” y “mundo”.
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La vicepresidenta se mostró falsamente fascinada mientras hablaba Trump
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Los gestos y los temas del debate
Es cierto que las palabras no lo fueron todo. Los gestos de Harris frente a muchísimas de las afirmaciones de Trump la hacían parecer falsamente fascinada con lo que él planteaba. El republicano, en cambio, cuando no estaba de acuerdo con su oponente demócrata, se mostró más bien frustrado, con el ceño fruncido y mirando hacia abajo.
En los casos en que se presentó información falsa, los moderadores David Muir y Linsey Davis, conocidos presentadores de ABC News, corrigieron los dichos. Es cierto, sin embargo, que estas situaciones se presentaron solo con Trump, específicamente en temas como el aborto o la "fake news" sobre inmigrantes haitianos en Springfield, alimentándose de mascotas de sus vecinos.
Las discusiones giraron alrededor del aborto, la economía, la inmigración, la guerra en Ucrania, en Medio Oriente y en Afganistán. Ambos mencionaron en varias oportunidades a Joe Biden. Trump lo mencionó 12 veces durante la hora y media, y Harris solo 5.
Entre ellos, por ejemplo, Harris atacó muchísimo más que Trump. La candidata demócrata lo mencionó 38 veces, mientras que el republicano no lo hizo ni una sola vez.
Trump habló bastante más que Harris. De hecho, si él dijo más de 8.000 palabras, ella no llegó a las 6.000. Aunque el ex presidente tuvo el micrófono encendido un 25% más de tiempo, fue Trump quien se mantuvo a la defensiva durante el debate, reconociendo su historial como presidente antes que criticar el de Harris como vice.
Uno de los puntos de giro más importantes del debate llegó con la pregunta de David Muir sobre la inmigración. Cuando el presentador de ABC intentó redrigir la conversación y le preguntó a Trump sobre un proyecto de ley de inmigración sobre el que había hablado Harris, el republicano no mostró interés.
En cambio, le respondió a Harris sobre sus dichos de que en sus actos políticos la gente se aburría y se iba antes de tiempo. Después de eso fue que mencionó la historia ya desacreditada en los medios sobre inmigrantes haitianos en Ohio que secuestran y se comen las mascotas de sus vecinos.
“¡Se están comiendo a los perros!”, dijo y continuó: "¡La gente que entró se está comiendo a los gatos!".
En ese momento fue que Muir acotó que no hubo denuncias por ese tipo de casos en Springfield, Ohio. Los moderadores también intervinieron con información, específicamente Davis, durante el tema del aborto. Allí le aclaró a Trump que en ningún estado es legal quitarle la vida a un bebé después de nacido.
El debate sobre el aborto fue una de las fortalezas de Harris, en el que se posicionó fuertemente a favor de que los gobiernos no decidan por las mujeres qué hacer con sus cuerpos y a favor de la legalización del aborto a nivel nacional.
El Estados Unidos planteado por Trump es una nación que ha sido "invadida" por inmigrantes que le roban el trabajo a los estadounidenses y son violentos. Un país devastado en términos económicos, humillado por la política internacional y al borde de ser parte de la Tercera Guerra Mundial.
El de Harris, en cambio, tiene que ver con una población cansada que todavía tiene esperanza, con un país harto del caos que llegó con la administración de Trump. Que no quiere ver más drama ni división entre personas. Un Estados Unidos al que le parece una desgracia Trump, que lo tilda de corrupto y le recuerda constantemente que podría enfrentar una pena de prisión.
En sus discursos de ayer por la noche, Trump apostó por el enojo, mientras que Harris se apoyó en el agotamiento.