La Universidad de Columbia, epicentro de las protestas pro palestinas del año pasado que derivaron en recortes de fondos del gobierno de Donald Trump, volvió a quedar en el centro de atención por una nueva manifestación contra la actuación de Israel en Gaza. Un grupo de estudiantes ocupó una sala de la biblioteca y, después de que no respondieran a las advertencias de las autoridades, fueron retirados por la policía de Nueva York, que detuvo a al menos 80 personas.
"Lamentablemente, la universidad está lidiando con una interrupción en la sala de lectura 301 de la Biblioteca Butler. El equipo de seguridad pública de Columbia está respondiendo y trabajando para mitigar la situación. Se ha pedido a los individuos que se identifiquen, lo que será grabado, y se les ha pedido que se dispersen", indicó la institución en un comunicado.
La institución de elite indicó asimismo que era "totalmente inaceptable que algunas personas decidan perturbar las actividades académicas" mientras los alumnos estudian y se preparan para los exámenes finales y advirtió que no toleraría este tipo de "alteraciones" en el campus y en las actividades académicas.
Embed - At least 78 people detained by NYPD at Columbia University
La respuesta de las universidades a las protestas por la guerra en Gaza en sus campus fue duramente criticada por la administración Trump, que abrió investigaciones por antisemitismo contra varias instituciones y recortó los fondos federales a algunas de ellas, entre ellas Columbia. Además, el gobierno canceló las visas de decenas de estudiantes extranjeros que participaron en estas manifestaciones.
La presidenta interina de Columbia, Claire Shipman, dijo que llamó a la policía para que disperse a los manifestantes después de que se negaran a abandonar el edificio, pese a haber sido amenazados con acciones disciplinarias y posibles arrestos.
"La violencia y el vandalismo, el secuestro de una biblioteca, nada de eso tiene cabida en nuestro campus. Estos no son los valores de Columbia", dijo Shipman, según recogió CNN.
La convocatoria a la protesta
En la tarde del miércoles, un grupo de manifestantes ingresó a la biblioteca Butler vistiendo kufiyas, el pañuelo que se identifica con los palestinos y que ha sido utilizado como símbolo de resistencia.
En videos publicados en las redes sociales se vio cómo los manifestantes ingresaron al edificio al grito de "Palestina libre" y cómo varios, muchos de ellos con la cara tapada con pañuelos o con tapabocas, se congregaron en una sala de lectura para la protesta.
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"Más de 100 activistas han recuperado la sala de lectura principal como Universidad Popular Basil-Al-Araj", señaló el Columbia University Apartheid Divest (CUAD), un grupo que pide a la universidad que corte sus lazos con Israel, en una publicación en redes, en la que convocaba a otros a "apoyar, traer ruido y llevar una máscara".
"La invasión demuestra que mientras Columbia financie y se beneficie de la violencia imperialista, el pueblo continuará interrumpiendo los beneficios y la legitimidad de Columbia", escribió CUAD en Substack, según recogió NBC News. "La represión engendra resistencia - si Columbia intensifica la represión, el pueblo seguirá intensificando las interrupciones en este campus", añadió.
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La respuesta de las autoridades
En otros videos que circularon en redes sociales se vio a agentes de seguridad de la universidad enfrentándose a los manifestantes, a los que bloqueaban y empujaban desde las puertas de la biblioteca. Según la institución, dos agentes resultaron heridos cuando una "ola de gente" intentó ingresar a la fuerza al lugar.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, informó más tarde en X que la policía estaba ingresando al campus "para expulsar a los individuos que están invadiendo". "No toleraremos el odio y la violencia de ningún tipo en nuestra ciudad", manifestó.
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"Varios individuos que no cumplieron con las advertencias verbales de la policía de Nueva York para dispersarse fueron puestos bajo custodia", informó la policía en un comunicado.
Las cadenas de televisión mostraron cómo decenas de personas eran sacadas por la policía de la biblioteca con las manos atadas con precintos.
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AFP
La disputa de Trump con las universidades
En marzo, la administración Trump recortó subvenciones y contratos con Columbia por 400 millones de dólares y amenazó con retirar más fondos, con el argumento de que la institución de Nueva York no hacía lo suficiente contra el antisemitismo en sus campus. La Universidad de Columbia fue sede emblemática de las protestas pro palestinas que sacudieron a las universidades estadounidenses en 2024, con acampes, detenciones y brotes de antisemitismo, lo que llevó a que a mediados de año renunciara su rectora, Minouche Shafik, tras solo 13 meses en el cargo.
Otra de las medidas del gobierno MAGA tras las protestas en las universidades fue la revocación de visas de estudiantes que participaron de las manifestaciones pro palestinas. Uno de los casos más sonados fue el de Mahmoud Khalil, un refugiado palestino criado en Siria, recién graduado de Columbia y residente permanente legal, que fue arrestado en marzo en su domicilio, propiedad de la universidad.
Este miércoles, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que el gobierno estaba analizando la situación de los visados "de los intrusos y vándalos" que tomaron la biblioteca de la Universidad de Columbia. "Los matones pro-Hamas ya no son bienvenidos en nuestra gran nación", aseguró.
Ante los recortes del gobierno, Columbia cedió ante las demandas de Trump y se comprometió a ciertos cambios: presentó planes para revisar su proceso disciplinario, para contratar agentes de seguridad con capacidad de detención, para prohibir las manifestaciones en los edificios académicos y nombrar a un nuevo funcionario con amplias competencias para revisar los departamentos que imparten cursos sobre Medio Oriente.
Esta semana, la universidad anunció que despidió a 180 investigadores y que reducirá la investigación por los recortes. La institución, que aseguró que sigue negociando con el gobierno para recuperar la financiación estatal, dijo que esto representa el 20% del personal que recibía algún tipo de financiación de las subvenciones suprimidas.
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AP
A diferencia de Columbia, la Universidad de Harvard se plantó ante Trump y aseguró que no cumplirá con las demandas del presidente para modificar sus políticas de diversidad y limitar el activismo en el campus.
El gobierno le congeló más 2.000 millones de dólares en fondos federales y suspendió la ayuda de 2.700 millones de dólares del Departamento de Seguridad Nacional, por lo que la prestigiosa institución decidió demandar a la administración, porque considera que la serie de exigencias sobre cómo debe operar, contratar y enseñar van en contra de su independencia.
