La decisión de Donald Trump de recortar fondos a la Universidad de Columbia por su manejo de las protestas contra la guerra en Gaza tuvo un fuerte impacto en la institución de elite, que anunció el despido de 180 investigadores. La universidad, que aseguró que sigue negociando con el gobierno para recuperar la financiación estatal, dijo que esto representa el 20% del personal que recibía algún tipo de financiación de las subvenciones suprimidas.
"Las crecientes restricciones presupuestarias, unidas a la incertidumbre sobre los futuros niveles de financiación federal de la investigación (...) nos obligan a tomar decisiones difíciles", señaló la institución en un comunicado dado a conocer el martes. "Esas decisiones también afectan a nuestro mayor recurso, nuestra gente. Entendemos que esta noticia será dura", añadió.
Además, la universidad indicó que se reducirá la investigación: algunos departamentos reducirán los estudios y otros mantendrán cierto nivel de investigación mientras buscan financiación alternativa.
En marzo, la administración Trump recortó subvenciones y contratos con Columbia por 400 millones de dólares y amenazó con retirar más fondos, con el argumento de que la institución de Nueva York no hacía lo suficiente contra el antisemitismo en sus campus. La Universidad de Columbia fue sede emblemática de las protestas pro palestinas que sacudieron a las universidades estadounidenses en 2024, con acampes, detenciones y brotes de antisemitismo, lo que llevó a que a mediados de año renunciara su rectora, Minouche Shafik, tras solo 13 meses en el cargo.
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Protesta pro palestina en la Universidad de Columbia
EFE
Otra de las medidas del gobierno MAGA tras las protestas en las universidades fue la revocación de visas de estudiantes que participaron de las manifestaciones pro palestinas. Uno de los casos más sonados fue el de Mahmoud Khalil, un refugiado palestino criado en Siria, recién graduado de Columbia y residente permanente legal, que fue arrestado en marzo en su domicilio, propiedad de la universidad.
La respuesta de Columbia a los recortes
Ante los recortes del gobierno, Columbia cedió ante las demandas de Trump y se comprometió a ciertos cambios: presentó planes para revisar su proceso disciplinario, para contratar agentes de seguridad con capacidad de detención, para prohibir las manifestaciones en los edificios académicos y nombrar a un nuevo funcionario con amplias competencias para revisar los departamentos que imparten cursos sobre Medio Oriente.
Después de que la universidad anunciara estas modificaciones, la secretaria de Educación, Linda McMahon, dijo que la institución estaba "en el camino correcto", pero no quiso aclarar si iba a recuperar los fondos recortados. En el comunicado del martes, las autoridades de Columbia dijeron que están trabajando para que se restablezca la financiación federal a la investigación.
Entre los trabajos impactados por el recorte de fondos hay desde un proyecto de desarrollo de un aerosol nasal antiviral para enfermedades infecciosas hasta diversos estudios científicos sobre mortalidad y morbilidad maternas, tratamientos de enfermedades crónicas como el covid de larga duración, atención a recién nacidos con síndrome de abstinencia de opiáceos y detección del cáncer colorrectal, según la universidad.
Universidad de Columbia - AP.jpg
AP
"Cuando hay una interrupción en la financiación, la gente tiene que irse, no se puede contratar a gente nueva, hay que dejar en suspenso algunas iniciativas, otras tienen que detenerse, así que la investigación deja de avanzar", señaló el profesor de astronomía Marcel Agüeros a la agencia AP. El representante en Columbia de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios, que presentó una demanda contra la administración contra los recortes, al considerarlos ilegales, dijo que los despidos fueron "desalentadores" para el cuerpo de docentes.
La pelea del gobierno de Trump con Harvard
A diferencia de Columbia, la Universidad de Harvard se plantó ante Trump y aseguró que no cumplirá con las demandas del presidente para modificar sus políticas de diversidad y limitar el activismo en el campus.
El gobierno le congeló más 2.000 millones de dólares en fondos federales y suspendió la ayuda de 2.700 millones de dólares del Departamento de Seguridad Nacional, por lo que la prestigiosa institución decidió demandar a la administración, porque considera que la serie de exigencias sobre cómo debe operar, contratar y enseñar van en contra de su independencia.
El escudo de Harvard en una de las puertas del campus de la universidad, en Massachusetts. EFE.webp
En una carta enviada el lunes al presidente de Harvard, la administración Trump dijo que no restablecerá su financiamiento ni recibirá nuevos fondos hasta que la universidad no cumpla con estas demandas.
"La Universidad de Harvard se ha burlado del sistema de educación superior de este país", dijo la secretaria MacMahon en la carta, en la que acusó a la institución Ivy League de matricular a estudiantes extranjeros que mostraban desprecio por Estados Unidos.
Por su parte, Harvard reiteró su negativa a ceder y afirmó que el gobierno estaba tomando represalias por la demanda que presentó contra el recorte de fondos.
"Hoy hemos recibido otra carta de la administración en la que se redoblan las demandas que impondrían un control sin precedentes e indebido sobre la Universidad de Harvard y tendrían consecuencias escalofriantes para la enseñanza superior", indicó el centro de estudios en un comunicado.
