El último informe de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS) mostró una creación de empleo muy por debajo de lo esperado y revisiones a la baja en los datos de meses anteriores. Tras la publicación, Donald Trump ordenó el despido de Erika McEntarfer, directora de la agencia. La remoción, de una funcionaria nombrada con amplio respaldo bipartidista, generó críticas de excomisionados y especialistas, que advirtieron sobre el “peligroso precedente” que implica la decisión y alertaron que “socava la misión estadística de la oficina” que se encarga de informar los números.
McEntarfer, economista nominada por Joe Biden en 2023 y confirmada por el Senado en 2024, fue destituida el viernes tras quedar atrapada en el fuego político cruzado. Trump arremetió contra el último informe de empleo de la agencia y la removió del cargo por difundir datos mensuales que reflejaban una contratación sorprendentemente débil.
El presidente calificó los datos de “arreglados” y acusó a la economista de manipular las cifras “con fines políticos”. En su cuenta de Truth Social, dijo: “Necesitamos cifras de empleo precisas. Ordené a mi equipo que despida a esta persona nombrada políticamente por Biden, INMEDIATAMENTE. Será reemplazada por alguien mucho más competente y calificado”.
Ni la Casa Blanca, ni Trump aportaron evidencias que respaldaran las acusaciones de manipulación contra la BLS, responsable de elaborar reportes clave sobre el mercado de trabajo y los índices de precios al consumidor y al productor.
La secretaria de Trabajo, Lori Chavez-DeRemer, anunció el viernes que el subcomisionado William Wiatrowski asumirá como comisionado interino hasta que se nombre un reemplazo. McEntarfer no ha comentado públicamente su despido y no está claro qué hará a continuación.
¿Qué decía el informe?
El informe de julio reveló la creación de apenas 73.000 puestos de trabajo, muy por debajo de los cerca de 110.000 que proyectaban los analistas. A esto se sumaron fuertes revisiones a los datos de mayo y junio, que recortaron 258.000 empleos previamente informados. La tasa de desempleo subió una décima, pasando de 4,1 % a 4,2 %, según el Departamento de Trabajo. Con los ajustes, las cifras quedaron en solo 19.000 empleos en mayo (desde los 144.000 reportados inicialmente) y 14.000 en junio (frente a los 147.000 publicados en primera instancia).
En su mensaje, Trump acusó a McEntarfer de haber “falseado las estadísticas el año pasado”, y sostuvo que la supuesta manipulación de los datos buscaba favorecer electoralmente al Partido Demócrata. “No puede ser que alguien se equivoque tanto. Necesitamos cifras precisas”, escribió el presidente.
Lori Chavez-DeRemer, secretaria de Trabajo de Trump. AP
Lori Chavez-DeRemer, secretaria de Trabajo de Trump.
AP
Quién era Erika McEntarfer
Casi todo el Senado había respaldado a McEntarfer en 2024 para liderar la oficina, luego de ser nominada por el expresidente Biden. La respetada economista fue confirmada por una contundente votación bipartidista de 86 a 8, con el apoyo de figuras como el entonces senador de Ohio y actual vicepresidente, JD Vance, y del exsenador por Florida y hoy secretario de Estado, Marco Rubio.
Formada en Bard College, donde se graduó en Ciencias Sociales, McEntarfer obtuvo un doctorado en Economía en Virginia Tech. Su carrera comenzó en la Oficina del Censo, donde trabajó seis años antes de incorporarse en 2008 al Departamento del Tesoro, analizando el presupuesto presidencial y el impacto de propuestas fiscales en la recaudación.
En 2010 regresó a la Oficina del Censo para asumir cargos de mayor responsabilidad. Allí dirigió el programa Longitudinal Employer-Household Dynamics, encargado de generar estadísticas innovadoras sobre inserción laboral de egresados y de elaborar indicadores trimestrales de la fuerza laboral. Más tarde se sumó al Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante la administración Biden, donde asesoró a altos funcionarios en materia de mercado laboral en plena recuperación económica tras la pandemia.
Orden ejecutiva Donald Trump. EFE.webp
Las repercusiones frente a la destitución
Ese mismo día, el grupo Friends of the Bureau of Labor Statistics (Amigos de la Oficina de Estadísticas Laborales), conformado por excomisionados que sirvieron bajo administraciones demócratas y republicanas, repudió la decisión de Trump y lo señaló de intentar encontrar un chivo expiatorio para las malas noticias económicas.
“El comisionado no determina cuáles son las cifras, solo informa lo que muestran los datos. El proceso de obtención de los números está descentralizado por diseño para evitar cualquier interferencia”, señaló el grupo.
El rol de McEntarfer como comisionada consistía principalmente en gestionar y supervisar a los más de 2.000 empleados no partidistas de la agencia. Según The New York Times, su predecesor, William Beach, miembro del grupo de excomisionados y designado por Trump en su primer mandato, advirtió sobre las consecuencias del despido:
“La destitución totalmente infundada de la doctora Erika McEntarfer, mi sucesora como comisionada de estadísticas laborales del BLS, sienta un precedente peligroso y socava la misión estadística de la oficina”, declaró el viernes.
Trabajadores de la construcción. AP
Trabajadores de la construcción.
AP
La salida de la comisionada se produce en medio de una ofensiva más amplia de la administración Trump contra los organismos de datos oficiales, que incluyó despidos masivos de empleados federales y la disolución de comités de expertos dedicados a las estadísticas económicas.
A comienzos de año, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, eliminó dos consejos asesores y hasta planteó excluir el gasto público de los cálculos del Producto Interno Bruto (PIB), alegando que esos números habían sido “manipulados históricamente” por distintos gobiernos. El recorte de fondos para la recopilación de información ya comienza a reflejarse en la calidad de los reportes, incluidos el índice de precios al consumidor y los informes de precios al productor.