No obstante, en Estados Unidos hay algunas señales de que la ansiedad sobre el comercio está provocando que los negocios reduzcan sus gastos de manera significativa.
"En verdad no se refleja en los números", comentó la semana pasada Jerome H. Powell, el presidente de la Reserva Federal. "Simplemente no está en ellos".
Los economistas no auguran que las políticas comerciales vayan a generar grandes éxitos para la economía de Estados Unidos, ni en efecto ni inminentes. Los economistas de Goldman Sachs predijeron que los aranceles de US$ 50.000 millones en contra de China rebajarían tan solo dos décimas partes de un punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB) después de dos años.
Asimismo, los inversionistas consideran que este periodo de alta tensión y amenazas arancelarias son el preludio de algún tipo de acuerdo. La decisión de extender la cuerda del salvavidas a ZTE, la firma de electrónicos sujeta a penalizaciones por parte de Estados Unidos, demostró que el gobierno de Trump y sus homólogos chinos son capaces de llegar a un acuerdo.
Por supuesto que, a la inversa, las batallas comerciales podrían escalar. Trump ha amenazado con imponer aranceles adicionales por US$ 100.000 millones a China, que muy probablemente tome represalias con sus propios aranceles. Esto provocaría un daño económico mayor y algunos días estresantes en el mercado bursátil, pero no es necesario que sea una calamidad, comentó Brad W. Setser, un académico especializado en economía internacional del Consejo de Relaciones Exteriores.
Según Setser, los países tienen mecanismos para aligerar el golpe. "Se verán algunas perturbaciones reales y costos más altos a corto plazo, pero no del tipo que puede disparar una recesión" en Estados Unidos o en China, explicó.
Sin embargo, hay señales de miedo que merodean el mercado bursátil.
El S&P 500 continúa debajo del punto máximo que alcanzó en enero, y algunos analistas aseguran que las tensiones comerciales podrían ser un lastre. "¿Por qué el mercado en general no ha logrado otro punto máximo a pesar de todo el estímulo fiscal?", cuestionó David Rosenberg, economista principal de Gluskin Sheff.
En semanas recientes, las acciones de las empresas tecnológicas y de firmas más pequeñas han tenido un buen desempeño en particular, lo cual demuestra que ahora los inversionistas se sienten atraídos a empresas que son menos vulnerables a guerras comerciales, agregó Rosenberg.
Además, es demasiado pronto para concluir que Estados Unidos prácticamente puede menospreciar las batallas comerciales. Muchos negocios estadounidenses tienen operaciones en el extranjero u obtienen una gran parte de sus ingresos de mercados internacionales. Las represalias de otros países apenas han comenzado.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá