La guerra en Irak oficialmente ha terminado. Los costos persistirán.
Ocho años de esquivar artefactos explosivos improvisados, repeler emboscadas insurgentes y sofocar enfrentamientos sectarios, ya han privado a las arcas de los Estados Unidos de más fondos que cualquier otro conflicto en la historia del país excepto la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de que las últimas tropas de combate de los Estados Unidos han abandonado Irak, los contribuyentes estadounidenses tienen por delante décadas de gastos adicionales, desde la atención médica de los veteranos y los subsidios por discapacidad hasta los intereses de la deuda que se acumuló para financiar la guerra.
“Esos costos van a continuar durante años”, dijo Todd Harrison, investigador del Centro de Evaluaciones Presupuestarias y Estratégicas, un grupo de análisis que tiene sede en Washington.
Se trata de una carga en un contexto de creciente preocupación respecto de la deuda del gobierno federal, recortes de populares programas como Medicare y de la defensa nacional. Hasta ahora, el gasto en la guerra y en pagos de intereses vinculados a ésta constituyen alrededor de la décima parte de la deuda de US$10,4 billones del Tesoro de los Estados Unidos.
El gasto federal directo en la guerra hasta 2012 llegará a los US$823.000 millones, lo que supera los US$738.000 millones en dólares ajustados por inflación que los Estados Unidos gastaron en la Guerra de Vietnam, estimó el Servicio de Análisis del Congreso en un informe del 29 de marzo. Sólo la Segunda Guerra Mundial tuvo un costo directo mayor, US$ 4.1 billones en dólares actuales.
Eso no comprende los intereses de más de US$200.000 millones que el gobierno federal ya ha tenido que pagar sobre la deuda resultante, dijo Linda Bilmes, profesora de finanzas públicas de la Facultad de Gobierno Kennedy de Harvard.
Estimaciones erradas
Bilmes estima también que en los próximos 40 años el precio de la atención médica y los pagos por discapacidad a los veteranos de los conflictos de Irak y Afganistán serán de casi US$1 billón.
“Los costos de los veteranos, en particular, eclipsarán los demás costos presupuestarios”, dijo Bilmes, que se desempeñó como subsecretaria de Comercio durante la gestión del presidente Bill Clinton.
El precio del conflicto de Irak ha excedido en mucho los pronósticos que hizo el gobierno del presidente George W. Bush al argumentar a favor de la guerra. El entonces director de Presupuesto de la Casa Blanca, Mitch Daniels, y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld estimaron que los Estados Unidos gastarían entre US$50.000 millones y US$60.000 millones y dijeron que consideraban que otros países se harían cargo de parte de esa suma.
Rumsfeld calificó de “tontería” un comentario que hizo en septiembre de 2002 el entonces director del Consejo Económico Nacional de Bush, Lawrence Lindsey, que dijo que la guerra podría exigir un gasto de entre US$100.000 millones y US$200.000 millones. Lindsey debió abandonar su cargo varios meses después.
‘La guerra empobreció a la gente’
“La guerra empobreció a la gente en los últimos 10 años y agravó la carga de endeudamiento de cada estadounidense”, dijo Bilmes, que escribió el libro “The Three Trillion Dollar War: The True Cost of the Iraq Conflict” (La guerra de US$3 billones: El verdadero costo del conflicto de Irak), de 2008, en colaboración con Joseph Stiglitz. Dijo que ahora estiman que el precio fue de US$4 billones.
El proyecto “Los costos de la guerra” de la Universidad Brown estima que el gasto total de las guerras desde los atentados terroristas del 11 de septiembre asciende a US$5,1 billones, de los cuales US$3,2 billones pueden atribuirse a Irak, dijo Catherine Lutz, codirectora del proyecto y profesora de antropología del Instituto Watson de Estudios Internacionales de Brown.
Stiglitz, ganador del Nobel y ex economista jefe del Banco Mundial, dice en el libro que la deuda producto de la guerra alentó la política monetaria flexible que exacerbó la burbuja inmobiliaria y la consiguiente crisis financiera. La deuda de la guerra también limitó las posibilidades fiscales y políticas del gobierno de Obama para estimular la economía durante la recesión, dijo.
Costos de salud
Es probable que el legado económico más caro de la guerra sea el costo de quienes libraron el combate. Los veteranos de Irak y Afganistán solicitan subsidios por discapacidad y tratamiento médico en un porcentaje mucho más alto que en conflictos anteriores, escribió Bilmes en un estudio de junio.
En parte debido al avance de la medicina, más del 90 por ciento de los militares heridos en Irak sobrevivió, más que el 86,5 por ciento de los heridos en Vietnam, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. Esos efectivos vuelven al país con heridas más graves y complejas.
Bilmes estima que la suma de los pagos a veteranos por atención médica y discapacidad será de entre US$600.000 millones y US$1 billón en los próximos 40 años. Otros gastos, tales como la cobertura del total de los gastos en educación, hacen probable que la suma sea de alrededor de US$1 billón, dijo.
“El costo de los veteranos de guerra suele aumentar durante décadas y alcanza su máximo nivel 30, 40 o más años después de un conflicto”, agregó.
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