Menos gente, más controles y diez detenidos en el Carnaval de La Pedrera

Tanto vecinos como empresarios y autoridades coincidieron en señalar a El Observador que ya desde los días previos el ambiente de jolgorio y la convocatoria de público al Carnaval de La Pedrera fue menor en relación a años anteriores. Este lunes, alrededor de ocho mil personas concurrieron a la principal fiesta que se lleva a cabo en el balneario rochense hace ya algunos años.

"Sin grandes sobresaltos", más allá de un altercado que se dio a primera hora de la noche donde la Policía actuó con rapidez, fue la conclusión que expresó el Jefe de Policía de Rocha, Claudio Pereyra, que quedó conforme con el operativo. Según comentó el jerarca, hubo diez detenidos durante toda la noche; todos por delitos contra la propiedad. Incluso en un caso se encontraron 11 celulares dentro de la mochila del detenido. En la jornada se registraron, según dijo el intendente de Rocha, Anibal Pereyra a El Observador, cuatro riñas y fue necesario atender a cuatro personas en la carpa de achique.

Un poco porque el clima no ayudó (la temperatura por momentos de la noche estuvo por debajo de los 10°) y otro poco por los mayores controles y prohibiciones anunciadas con anticipación por las autoridades, desembocaron en un Carnaval con bastante menos presencia de público que en ediciones anteriores, pero sin mayores inconvenientes que lamentar. Además del público predominante que son sobre todo jóvenes, también se destacó una mayor presencia de niños.

Según informó Pereyra se incautaron durante el operativo 2.023 frascos de espuma (que equivale a aproximadamente unos US$ 10.000) y decenas de litros de cerveza en la entrada al balnearios.

Para el propietario del restaurante Don Romulo -ubicado sobre la calle principal del balneario- y presidente de la Corporación Rochense de Turismo, Jorge Simeone, el cambio a la baja en la cantidad de público que asistió este Carnaval ya fue notorio desde los días previos a la noche estrella de este lunes.

El empresario indicó que no solo disminuyó la afluencia de jóvenes, sino que se notó una diferencia en el tipo de público en relación a los últimos dos o tres años: "A pesar de que siguen habiendo grupos que cometen algunos desbordes, estamos sorprendidos de la actitud de la gente que ha venido y se nota la presencia de la fuerza pública en la calle. No he visto que se venda espuma o locales vendiendo alcohol de las puertas para afuera. Pudimos tener abiertas las puertas del local durante toda la noche".

Ese era el sentir también en la calle, según constató El Observador, donde varios vecinos festejaron haberle "ganado la pulseada" al carnaval con el tema del alcohol y los boliches sobre la avenida principal. En este sentido, el intendente de Rocha manifestó que a pesar del ambiente previo que se vive con los vecinos, en las primeras horas de la mañana se encontró con mayor conformidad por parte de estos. El operativo de limpieza está programado para terminar algunos minutos antes de las 11 de la mañana.

Este año las autoridades decretaron la prohibición de colocar barras en el exterior de los boliches, la prohibición de la venta de espuma y de música en la calle, con la novedad de que se utilizaron 13 cámaras de vigilancia, a lo que se sumó la presencia de la efectivos de la Guardia Republicana, dos ambulancias y una carpa con cuatro paramédicos.

El jefe de Policía Claudio Pereyra manifestó que a pesar de que sigue existiendo una movida de parte de muchos vecinos para que la actividad no se realice más en La Pedrera, un diferencial que se dio este año fue que muchos también decidieron participar y trabajar junto a las autoridades tanto de la intendencia como del Ministerio del Interior. "Han entendido que si hay que cambiar hay que participar", señaló.

Sin embargo, la propietaria del restaurante Perillán -ubicado en la esquina que junta a la rambla con la calle principal del balneario rochense-, Fernanda Cortinas, denunció en el portal rochense LaPalomahoy que en la madrugada del domingo sobre el deck de madera que tiene en su comercio, se apostaron decenas de personas con parlantes a alto volumen y alcohol variado.

"En realidad es siempre lo mismo, protegen y llevan adelante los operativos el lunes, pero la gente llega el viernes. Enfrente a mí restaurante hubo una fiesta de 6 a 9 horas. A esa hora la gente sale de los boliches alcoholizada y no tiene a dónde ir, y es en ese momento cuando tiene que haber vigilancia. Se metieron al deck y agarraron cosas que no son suyas, rompieron mesas y hasta se llevaron algunas sillas", dijo Cortinas a El Observador.

Según relató, cuando llamó a la comisaría del balneario le respondieron que habían solo dos policías. "Si hay dos funcionarios un sábado de Carnaval es que no aprendimos nada", dijo Cortinas, aunque aclaró que desde el lunes a primera hora estaban instalados los vallados y baños químicos.

En relación a esta situación, el jefe de Policía señaló que se trató de una queja que "es de recibo y que fue atendida", pero que fue un episodio puntual y que en la comisarías siempre hay dos o tres uniformados para realizar los trabajos administrativos, mientras los demás se encuentran patrullando.

Desde las primeras horas de este lunes, los funcionarios de la Intendencia de Rocha trabajaron en La Pedrera en la que la concurrencia superó en poco a las 7 mil personas. Desde el mediodía de este lunes se comenzó a restringir la entrada de vehículos y dentro del balneario pudieron circular solo proveedores hasta la hora 17, cuando la exclusión fue total.

Eso generó algunos inconvenientes con turistas extranjeros que desconocían la medida. Sobre la hora 20, el ambiente era de mucha tranquilidad. A pesar de las medidas, varios comercios del balneario, como el principal supermercado sobre la avenida principal, decidieron mantener sus puertas cerradas durante la principal fiesta del verano en La Pedrera.