¿Artigas votaría al MLN-T o a Cabildo Abierto?

Primero: a los uruguayos se les identifica como herederos de charrúas, cuando el principal componente indígena de este territorio fue el guaraní, y cuando tampoco hubo una cadena de trasmisión de cultura de aquellas etnias. Erróneamente se adjudica al éxito del fútbol uruguayo el ingrediente de garra vinculado a aquella fratía, lo que no tiene relación alguna con el estilo de juego y éxito del Uruguay que trascendió al mundo en los años 20.

Segundo: el prócer del Uruguay es José Artigas, que expresamente rechazaba la constitución de un estado como el que fue creado en 1828-1830. Y que por eso no aceptó volver a Montevideo, y se quedó a vivir en Asunción hasta su muerte (cuando el Uruguay ya tenía dos décadas de existencia).

¿Era uruguayo o argentino?

La polémica sobre la “pertenencia” o “identidad” resurge periódicamente como en una competencia futbolera, porque es complejo el traslado de nacionalidades al siglo xxi, desde las épocas de la colonización y formación de naciones.

Artigas no era argentino, ni era uruguayo; era un americano nacido en territorio español (Virreinato del Perú) que luego de servir a la corona española se identificó como oriental.

Fueron los militares, con Máximo Santos en la Presidencia, los que reanimaron la imagen de Artigas. Blanes -a pedido de los militares de la época- le inventó un rostro en versión de prócer.

Ni quería un Uruguay como fue creado, ni una Argentina como la surgida tras las Provincias Unidas del Río de la Plata. Pero sí fue guía del pueblo oriental de aquellos años, en la búsqueda de un destino de nación.

Fracasó en su lucha y se fue a descansar al lugar que lo acogió; y pese a que su influencia política fue corta, su figura y sus ideas se han proyectado por dos siglos.

Su campaña político-militar duró 10 años (de 1810 a 1820), y en Paraguay vivió 30 años (de 1820 a 1850).

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Los partidos políticos, divisas o bandos, tenían otras referencias para su identidad, y fueron los militares, con Máximo Santos en la Presidencia, los que reanimaron la imagen de Artigas.

Blanes –a pedido de los militares de la época– le inventó un rostro en versión de prócer.

A las listas de votaciones, Artigas llega con los católicos que habían creado un partido político en 1910, y recién en los años 50 y 60 vendrían tironeos para reivindicar la figura de don José.

La primera movida en la izquierda la hicieron los comunistas, cuando crearon el Fidel-1001, y en lugar de una hoz y martillo, ilustraron sus panfletos con una imagen de Artigas.

En 1967, la guerrilla uruguaya reivindica la “revolución oriental” de Artigas y levanta sus “banderas de justicia social”, por “tierra para quien la trabaje” y por “proteccionismo económico” con este enunciado: “El Movimiento de Liberación Nacional surge porque los enemigos que traicionaron el artiguismo, solo cambiaron su cara; porque casi todo está por hacer y porque los Tupamaros fueron y deben ser los custodios de ese pasado”.

En 2019, un nuevo partido nació con la intención de portar su apellido como nombre, Movimiento Social Artiguista y como la Corte Electoral no permitió eso, se llamó Cabildo Abierto: “Frente a la desilusión, nuevamente el Artiguismo emerge desde lo profundo en tiempos de incertidumbre para marcar el camino de entendimiento que permita la puesta en marcha del gran potencial que tiene Uruguay para atravesar los desafíos contemporáneos. Así lo expresaron en su documento fundacional.

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Este 19 de junio, el MLN-Tupamaros (sector del Frente Amplio que desde 2002 es mayoritario en la coalición de izquierda) expresó esto en sus renovadas redes sociales: “Mis armas no han tenido otro objeto que sostener la voluntad general de los pueblos, en cuyo obsequio he estado pronto a sacrificar mi existencia”. Y reeditó en su portal, la fundamentación de su artiguismo.

En tanto, el partido Cabildo Abierto y el Movimiento Social Artiguista (MSA) que lidera Guido Manini Rios destacó que se sienten “fieles intérpretes de sus preclaras ideas, que guiaron a todo un pueblo a la búsqueda de la libertad”. Y el senador expresó: “los orientales rendimos homenaje al Gral. José Artigas asumiendo el compromiso de seguir su ideario, basado en el respeto a la soberanía particular de los pueblos, la opción por los más frágiles y la inclusión social”. En twitter se alternaban ayer los mensajes de Cabildo-MSA y del MLN-T, cada uno con una reivindicación y homenaje propia a la figura de Artigas

El MLN anunció una reedición de un libro que fue clandestino en su momento, hecho a mimeógrafo: “El Artiguismo y el MLN-T” y en su página 81 se ve la bandera que es tomada por el partido liderado por Manini Ríos.

Simultáneamente, Cabildo reproducía otras lecturas históricas publicados en el semanario La Mañana, su vocero oficioso.

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¿Qué movimiento político refleja mejor las ideas de Artigas?

Y si don José viviera, ¿a qué sector votaría?

Las expresiones de uno y otro llaman la atención porque uno cobija a los votantes de postura más de izquierda, y el otro alberga a electores decididamente de derecha. Cabildo no se caracteriza como “derecha”, pero gran parte de su electorado sí.

En los hechos, ambos movimientos tienen puntos en común en algunas ideas, pero son muy distintos en su matriz ideológica, su discurso y su estética.

Quitado eso, que no es menor, ambos tienen una sintonía con las expresiones de textos artiguistas sobre “protección social” y ahí depende cómo se lee e interpreta cada texto.

¿A quién votaría don José? La respuesta fácil es: a ninguno, porque Artigas nunca hubiera tenido credencial cívica uruguaya. Una respuesta más compleja, es una buena invitación a los lectores para razonarla, aunque más no sea como ejercicio intelectual.

Pero lo que sí importa para este período de gobierno, para elecciones de setiembre y para el próximo ciclo electoral, es el trasiego de adherentes o votantes que puede haber entre grupos que en la etiqueta ideológica son muy distintos, pero en otros ingredientes políticos y
sociales tienen vasos comunicantes.