En Estados Unidos, el Día de Acción de Gracias es una de las festividades en las que más comida se desperdicia. Según el
Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés), el 35% de la carne adquirida para esta festividad –en la que se compran 310 millones de kilogramos de pavo – no se come.
Con motivo de la tradición estadounidense celebrada el pasado jueves, la periodista Lani Furbank –especializada en noticias sobre
alimentos, agricultura y medio ambiente– brindó siete consejos al sitio Food Tank para realizar un banquete festivo sin generar desperdicios de comida.
Las recomendaciones pueden ser fácilmente trasladadas a las reuniones familiares, fraternales y laborales que en estos días llenan la agenda en Uruguay.
Planear con anticipación
De acuerdo a Furbank, es esencial saber cuántas personas asistirán al agasajo para luego coordinar cuántos platos serán servidos. Se debe considerar que, dado que probablemente habrá una gran variedad de comidas, no todos los invitados comerán una porción completa de cada plato. Es recomendable usar un calculador de porciones y luego planear la comida total para un ¾ de los invitados totales.
Usar lo que se tiene
Antes de hacer las compras, se debe revisar qué ingredientes ya se tienen en la heladera y en la
cocina. A veces, latas o frascos guardados al fondo de una despensa pueden ser utilizados como parte del menú. Tampoco se deben descartar alimentos cuyas fechas de vencimiento ya han expirado, ya que estas son simplemente guías. Una vez identificados todos los ingredientes disponibles en el hogar, se puede realizar la lista de compras considerando las proporciones calculadas anteriormente.
Rescatar sobras
Según la autora, los menudillos y huesos de un animal, así como el pan del días anteriores y restos de verdura tienen valor más allá de la pila de compost. Mientras que los huesos y menudillos pueden ser utilizados para un caldo, el pan viejo puede ser aprovechado como crouton para una sopa. Las verduras, en tanto, agregan sabor a una salsa.
Permitirles a los invitados que se sirvan
En lugar de ofrecer grandes cantidades de comida, Furbank recomienda que se les permita a los invitados servirse ellos mismos sus platos, dado que controlarán sus niveles de hambre y la cantidad de comida que desean ingerir.
Guardar la comida de forma apropiada
Una vez terminado el banquete, se debe guardar la comida antes de disfrutar del descanso. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las sobras pueden ser un buen caldo de cultivo para bacterias como la salmonella, sobre todo si pasan demasiadas horas a temperatura ambiente.
Querer las sobras
A la hora de guardar los restos de una comida, se debe aprovechar al máximo, ya sea congelándolos para futuras comidas o pensando en recetas en las que se puedan utilizar más adelante. Otra buena idea es empaquetarlas para que los comensales se lleven los restos a sus hogares.
Donar la comida
Otra de las posibilidades propuestas por Furbank se apoya en el espíritu caritativo de las fiestas. Donar los alimentos es otra de las alternativas propuestas para lograr una festividad sin desperdicio de comida.