¿Qué tan realista es la medición actual del PIB que realiza el Banco Central?

El economista Ignacio Munyo cuestiona la metodología del cálculo del crecimiento por una ponderación excesiva de las telecomunicaciones; algunos colegas lo califican de "poco serio"

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16 de abril de 2019 a las 05:02

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Dieciséis años de crecimiento económico ininterrumpido. Desde 2003 la economía uruguaya no para de crecer y, en una coyuntura con pérdida de puestos de trabajo, de niveles de inversión similares a los de 2005, de atraso cambiario y de un déficit fiscal que cerró marzo en 4,3%, el dato se convirtió en una de las banderas más recurrentes de la fuerza política que gobierna desde 2005.

Sin embargo, el director del Centro de Economía del IEEM y consultor de negocios de Grant Thornton, Ignacio Munyo, cuestionó este jueves la racha ininterrumpida que muestran los datos oficiales que divulga el Banco Central (BCU). 

“El mito de los 16 años de crecimiento consecutivos no existe. El día que el Banco Central muestre la nueva metodología para calcular el Producto Interno Bruto (PIB) acuérdense que se terminó eso de los 16 años de crecimiento de la economía uruguaya. El sector de las telecomunicaciones está muy mal medido”, disparó Munyo en una charla organizada por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), y consignó El País.

Esa conclusión, explicó el economista a El Observador, responde a que en Uruguay la base de actualización con que el BCU calcula el PIB se realiza en base a precios constantes del año 2005.  “Si agarras los datos del BCU, el sector telecomunicaciones a precios corrientes tiene un peso del 3%, mientras a precios constantes que es como se está calculando es del 16%”, comentó Munyo, que aclaró que en su trabajo los demás sectores de la economía se ajustaron proporcionalmente. “En el último crecimiento de 1,6% (2018) la contribución de las telecomunicaciones fue de 1,3%”, señaló.

“Para calcular el PIB con base 2014 se usa el valor agregado corriente de 2014 como base. Usando las contribuciones de ese año, se ajustó el resto de la serie usando las variaciones reales de cada industria”, se apunta en el trabajo.

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Las últimas revisiones de las bases para el cálculo del PIB fueron realizadas en 1997 y 2005. En ese sentido, el BCU se encuentra trabajando en actualizarlas. El presidente de la institución, Alberto Graña, dijo en una entrevista con El País en marzo que la nueva base con que se va a publicar el estado de las Cuentas Nacionales no va a afectar “desde el punto de vista estadístico de las tasas de crecimiento”.

En tanto, Munyo dijo que para su análisis tomó dos casos paradigmáticos donde las telecomunicaciones también tienen un peso importante como Chile y Estados Unidos, que es de 3%.

El economista argumentó que además de ser un sector que creció mucho, los precios de hacer una llamada al celular, la cantidad de llamadas y de transmisión de datos no se puede medir a precios constantes de 2005. De hecho, se atrevió a pronosticar que una vez revisados los números, en 2015 la economía uruguaya mostrará que hubo un desempeño negativo, con una caída de su PIB. Según datos oficiales, el crecimiento durante ese año fue de 0,4%

Atendible, pero “poco serio”

Si bien lo planteado por Munyo es una discusión que tiene un tiempo y es un problema global debido a la fuerte caída de los precios en las telecomunicaciones, con el cambio del año base también podría pasar lo contrario con otros sectores que hoy tienen mayor o menor peso del que tenían en 2005.

La gerente Senior de Deloitte, Florencia Carriquiry, consideró que a pesar de que es claro que las comunicaciones tuvieron un desempeño clave en el crecimiento de la economía uruguaya en los últimos cuatro años y que cuando se actualice el año base de las Cuentas Nacionales el peso de este sector en el PIB va a ser menor que en las estadísticas actuales, “al actualizarse el año base también es posible que se capture mejor la participación de algunas actividades relativamente nuevas y que han tenido un crecimiento importante”.

La profesional mencionó como ejemplos los servicios globales y el desarrollo del software, que pueden provocar una “sorpresa positiva” que compense (al menos en parte) el impacto de la baja del peso de las comunicaciones en el PIB, consideró en el programa En Perspectiva.   

Leonardo Carreño

Concretamente, el valor agregado en el sector de las comunicaciones tuvo un crecimiento promedio anual de 11% en el período 2015-2018 y, de esa manera, solo ese rubro terminó explicando prácticamente la totalidad de la expansión anual del PIB en ese lapso. 

Con más dureza sobre las consideraciones de Munyo se pronunció el director del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), Diego Aboal. El experto dijo a El Observador que el planteo “causa un impacto fácil, efectista, pero es poco serio”.

“Nadie sabe con certeza cuánto pesa cada sector en cada momento. Querer hacer otra cosa es tirar un número al aire sin mucho fundamento. Al revisar el PIB no se puede elegir un sector –en este caso al que mejor le va–, porque quizás hay otros como el agro y la industria que eventualmente están teniendo un efecto contrario sobre el índice. Hay que hacer una revisión de todos los sectores y hacer ese tipo de cálculo eligiendo uno, así, de forma simple, no es una forma adecuada de hacerlo. Es problemático y altamente selectivo”, cuestionó Aboal.

Además, el académico sostuvo que ningún economista puede hacer dichos cálculos de forma precisa, debido a que se requiere tener información de todas las empresas para volver a computar cuanto pesan los distintos sectores en la economía, pero valoró que “se esté ejerciendo presión en un buen sentido para que el BCU actualice la base”

Por su lado, el economista Rafael Mantero consideró que sí hay que tener en cuenta que algunos precios han variado de forma dramática desde el año 2005, por lo que cada vez que se hace un cambio metodológico de base, va a haber sectores que van a crecer más y otros menos que lo medido con la metodología previa. 

El analista explicó que por definición hay movimientos hacia abajo y hacia arriba de distintos componentes. La presunción, comentó, es que los precios de 2005 serían muy desactualizados en las comunicaciones para medir la forma en que ese sector agrega valor, por lo que puede estar sobrestimado, y si lo está, puede estar influyendo en la medida del PIB total.  

“Teniendo en cuenta que el PIB mide oferta -y telecomunicaciones se sobrestima- y demanda, podría plantearse cuál es el componente del lado de la demanda que se está sobreestimando. Por ejemplo, se viene hablando de un crecimiento del consumo a pesar de un mercado de trabajo trancado y una baja en la expectativa de los consumidores. Ante un PIB menor estos indicadores podrían estar sugiriendo un consumo privado -demanda- un poco menos pujante que el recogido hasta ahora por las Cuentas Nacionales y esto puede ser un indicio de que el crecimiento de telecomunicaciones puede estar inflado (la oferta)”, comentó.

Mantero recordó que algo similar, pero en sentido contrario, ocurrió luego del cambio de base de 2005. En aquella ocasión, "vimos luego que en la crisis de 2002 la caída del producto había sido significativamente menor a lo medido con la base anterior".

 

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