D. BATTISTE

"Yo no quería matar a mi señora, ella me dijo que la matara", el testimonio del anciano de 90 años

La Justicia decretó prisión domiciliaria por la edad, la defensa tratará de probar que se trató de un homicidio piadoso aunque el fiscal no comparte esa teoría

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11 de abril de 2018 a las 12:16

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Gómez había solicitado 120 días de prisión domiciliaria, pero la jueza Laura Sunhary, en la audiencia de formalización que se celebró en la mañana de este miércoles, consideró que dos meses era tiempo suficiente para que el fiscal continúe investigando a un hombre que, según las pericias psiquiátricas que fueron realizadas, es imputable ante la ley: fue consciente de sus actos en todo momento.

"Maté a mi señora, ella me dijo que la matara por que no podía vivir más así" "yo no quería matarla y ella me dijo que la matara", declaró el anciano de 90 años que le disparó en la cabeza a su esposa de 96 el lunes de mañana, según consta en el dictamen del fiscal Juan Gómez.

Aunque el defensor de oficio Luis Tosi consideró que el caso se ajusta a un homicidio piadoso, comprendido en el artículo 37 del Código Penal que establece que la Justicia "puede exonerar de castigo al sujeto de antecedentes honorables" que haya cometido un asesinato "efectuado por móviles de piedad, mediante súplicas reiteradas de la víctima", para el fiscal se trató de un homicidio especialmente agravado.

La Justicia determinó que esperará a su juicio en prisión domiciliaria por 60 días a partir de este miércoles, atendiendo a la edad del imputado.

Según relató en su dictamen Gómez, luego de una caída que sufrió su esposa y de que tuvo que pedir ayuda a vecinos para levantarla, "el matrimonio empezó a desayunar sentados a la mesa de la cocina y durante la charla, la señora le habría manifestado su deseo de no seguir viviendo en esas condiciones, debido a la precariedad de su estado de salud, que desde luego, por su edad avanzadísima, - 96 años de edad – no se avizoraba una mejoría". "Su esposa le pidió que la matara, en virtud de su estado de dependencia por las patologías que sufría".

También tuvo en cuenta que el imputado "no presentó elementos sugestivos de patología psiquiátrica alienante que pueda privarlo de evaluar en su justo término el carácter ilícito de sus actos, ni de autodeterminarse libremente".

Llevaban 44 años de casados y la mujer atravesaba importantes problemas de salud. "Ya no sirvo para nada, por favor matame", le dijo ella a su esposo, según la versión del hombre. El fiscal dijo a El Observador que el anciano admitió de inmediato el homicidio y que incluso ahora muestra arrepentimiento.

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Pero este caso, en consideración del fiscal, se trata de un homicidio especialmente agravado por la calidad de cónyuges que tenían víctima y victimario, para el cual el Código Penal prevé penas de entre 15 y 30 años de prisión. Además, dijo Gómez, no hay prueba de que la mujer haya realizado "súplicas reiteradas" para exonerar de culpabilidad al hombre.

Por otra parte, tampoco hay pruebas de que el móvil del asesinato haya sido una cuestión vinculada con la condición de género de la víctima, por lo que tampoco constituye un femicidio.

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