12.000 años de Amazonia

En esta  misma semana se conoció un descubrimiento más que asombroso y que me alienta una esperanza en la condición humana. Un equipo de colombianos y británicos descubrió mucho más de 4 kilómetros de paredes de roca repletos de pinturas rupestres.  Un relato pictórico en acantilados que describen como era la vida en la Amazonia hace nada menos que  12.000 años. Antes de la invención de la agricultura, cuando todos los Homo sapiens eran cazadores recolectores. Y cuando la Amazonia estaba naciendo como zona selvática. El primer escalón del calentamiento global. Un hallazgo impresionante de miles de dibujos que dan cuenta de cómo era la vida cotidiana en la naciente selva en otro tiempo de  calentamiento global. Arte e información que ayudará a entender cómo era el lugar cuando estaba pasando de ser una zona semi árida templada, a  una selvática y lluviosa. El camino pluviométrico inverso al que puede ocurrir en el presente.

Cuando estos cazadores se pusieron a dibujar transcurría el fin de la era del hielo, un calentamiento que hizo retroceder los hielos y dio un promedio más templado y estable que hizo posible la invención de la agricultura unos 11.000 años atrás en Medio Oriente. La estabilidad del  Holoceno. En aquel momento en la Amazonia había llamas arcaicas similares a las Andinas diseñando el paisaje. Ahora hay llamas de fuego humano diseñando el paisaje. Estamos en el Antropoceno, la era en el que nos hemos vuelto la fuerza geológica que lo transforma todo .

Los dibujos dan cuenta de la cacería de animales que no existen en el presente como los mastodontes, o los caballos arcaicos que habitaron América del Sur y que también se extinguieron una vez que los humanos se hicieron habilidosos en la caza y fueron implacables predadores. Hace 12.000 años los mastodontes abundaban, pero hace 11.500 años ya eran escasos o habían desaparecido. Animales muchos de ellos que habitaban la Banda Oriental del Uruguay 10.000 años atrás.

El tesoro arqueológico se encuentra en la región de la Serranía La Lindosa en la Amazonía colombiana. Las pinturas se distribuyen en al menos tres acantilados rocosos en la región colombiana de la Serranía La Lindosa, un lugar inaccesible donde las guerrillas de las FARC y sus remanentes todavía imponen su ley. Fueron pintados por primera vez hace entre 12.600 y 11.800 años. Solo el refugio más grande, Cerro Azul, tiene dibujos que cubren más de 4 km de su superficie. Las imágenes muestran a algunos de los primeros habitantes de América del Sur y sus interacciones con animales de la edad de hielo, incluidos perezosos gigantes, llamas antiguas y caballos de la edad de hielo, dice The Guardian.

Muchas de las imágenes muestran niveles de detalle inusuales para un arte tan antiguo, explicó José Iriarte, profesor de arqueología en la Universidad de Exeter y líder del equipo que hizo el descubrimiento, de acuerdo a la nota que publicó The Guardian. “El caballo de la edad de hielo tenía una cara salvaje y pesada”, dijo Iriarte al periódico británico. “Es tan detallado que incluso podemos ver el pelo de caballo. Es fascinante”.

Los investigadores publicaron su estudio sobre los tres sitios en la revista Quaternary International. En Gran Bretaña, se lanza este sábado la serie documental  “Jungle Mystery: Lost Kingdoms of the Amazon”, que  mostrará el asombroso descubrimiento. Porque en realidad el hallazgo se hizo el año pasado y se mantuvo en reserva hasta ahora.

Mark Robinson, arqueólogo ambiental de la Universidad de Exeter, explicó que las personas que produjeron estas pinturas probablemente se mudaron a Sudamérica en un momento de “cambio climático extremo”. La edad de hielo estaba terminando. “El Amazonas todavía se estaba transformando en el bosque tropical que reconocemos hoy. Las pinturas brindan una visión vívida y emocionante de la vida de estas comunidades. Es increíble pensar que vivían y cazaban herbívoros gigantes”.

Las pinturas son tan vastas y numerosas que probablemente llevará muchos años estudiarlas por completo. Además, Jeison Lenis Chaparro-Cárdenas, antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia y miembro del equipo de investigación, dijo que “la gran mayoría” de los acantilados de la región aún no se habían explorado por completo.

Además de la megafauna antigua, los dibujos de acantilados y cuevas representan caimanes, tapires, monos, tortugas, serpientes y puercoespines. También incluyen formas geométricas, así como escenas cotidianas que muestran a personas cazando e interactuando con plantas y árboles.

Chaparro-Cárdenas explicó que la mayoría de las imágenes giraban en torno a un tema común: “la majestuosidad de la naturaleza que los rodeaba y con la que interactuaban en su vida diaria”.

El equipo realizó excavaciones en el suelo alrededor de los sitios de arte rupestre para encontrar pistas sobre cómo los habitantes procesaron la arcilla para extraer el ocre, pigmento que usaron para hacer los dibujos. No logran entender todavía como pintaron en las alturas, figuras que tuvieron que fotografiar y analizar con drones.

El equipo comenzó a estudiar la región en 2014, dos años antes de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaran un tratado de paz con el gobierno de Colombia. La región de la Serranía La Lindosa era territorio de las FARC, y entrar de manera segura aún en el presente requiere negociaciones cuidadosas con la guerrilla, según The Guardian.

Un descubrimiento tan impactante genera muchas preguntas. Pintaban ya pensando en la posteridad? Tenían la intención de trasladarnos información sobre cómo vivían a quienes vinimos miles de años después? ¿Qué clase de emoción habrá sentido el equipo colombiano británico que trabajo años pensando donde buscar este arte milenario cuando al desbrozar las plantas descubrieron las miles de pinturas que dan tan valiosa información? Estarán ayudando luego de un período tan extenso a la preservación del lugar estos hallazgos? ¿O terminarán siendo un sitio turístico urbanizado? ¿Qué impulso ha llevado al ser humano en Europa, China o América  a dibujar las escenas de caza y de la vida cotidiana? ¿Está inscripto en nuestros genes la pasión por el arte? ¿Por contar lo que hacemos? ¿Influenciarán estos antiguos habitantes de la Amazonia con sus pinturas que reverencian la majestuosidad y belleza de la naturaleza al hombre contemporáneo que reverencia a las pantallas? ¿Cómo será el mundo y la Amazonia dentro de 12.000 años? ¿Habrá todavía humanos que puedan pintar y ver pinturas? ¿Nos habremos extinguido? Y en caso de que sobrevivamos, qué mundo hiper tecnológico ¿será el de quienes vivan, en el año calendario 14020?

Mientras, las motosierras en Brasil siguen marcando sus tristes récords,  talando 2.740 ha cada día, manchando el nombre de la ganadería que aquí preserva montes naturales y pastizales nativos y haciendo dudoso que podamos sobrevivir a nuestros propios excesos y errores.