A qué cosas prestar atención el domingo de elecciones

Se terminó la campaña para las elecciones internas y ya estamos en veda: los políticos ya no pueden hacer proselitismo y la verdad de las urnas la conoceremos en pocas horas. En esta última newsletter Decisión 2019 previa a las internas, exclusiva para los suscriptores Member, te comparto piques sobre qué cosas mirar el domingo para entender los siguientes pasos de la campaña.

 

Algunos apuntes de las últimas dos semanas
 

Las dos semanas pasadas miré bastante de reojo la campaña electoral porque estaba tapado por pañales y mamaderas. Como estuve de licencia paternal por el nacimiento de mi primera hija (🥰🥰), Leonardo Pereyra tomó la posta de este intercambio contigo y lo hizo de la mejor manera. Pero no quería dejar de comentarte cómo vi el tramo final de la campaña electoral en algunos apuntes rápidos:

 

• Talvi corriendo toda la cancha y Sanguinetti desaparecido

Sé que no es estrictamente así y de hecho el expresidente colorado dedicó esta última semana a recorrer sus bastiones más importantes. Pero durante las últimas semanas Julio María Sanguinetti pareció desaparecido en la campaña. No porque no tuviera actividades, actos o presencia en algunos medios. Sino sobre todo porque no logró entrar en la conversación central de la carrera electoral.
Eso contrastó además con el muy buen tramo final que hizo su rival Ernesto Talvi. Por un lado, el debate con Óscar Andrade lo favoreció. Su principal debilidad, como destacamos varias veces, era el desconocimiento de su figura para buena parte de la ciudadanía. Participar de un programa en prime time con un altísimo rating  y ser el primero en hacerlo 25 años después del último gran debate mano a mano lo ayudó muchísimo. Pero no solo por eso, sino también porque supo cómo meterse en los temas fuertes de la campaña, por ejemplo distanciándose de la figura de Juan Sartori y confrontando con él.

• ¿Sartori se desinfló?

El fenómeno desatado por el arribo de Juan Sartori a la campaña ha sido analizado al detalle aquí, pero percibo que su repercusión en la política nacional aún no termina de dimensionarse. 

La campaña que hizo, gane o pierda el domingo, ya fue un éxito para sus intereses. Sin embargo, la sensación con la que me quedo, ratificada por las encuestas conocidas entre el viernes y ayer –aunque serán las urnas las que lo dirán– es que en las últimas semanas ese crecimiento se frenó por una moña de más: la tarjeta Medicfarma con validez al momento en que él asuma la presidencia.

Hasta ahora había presentado varias ideas demagógicas, incluso jugando al límite. Pero todas esas estrategias jugadas conectaban con un público que podía captar. Ahora, al crear una tarjeta trucha de un plan Medicfarma que no existe, dio un paso demasiado arriesgado que para mucha gente terminó de mostrarlo como alguien que está jugando en vez de hacer política.

• Demoraron pero salieron a trancarlo duro

Nadie tiene las pruebas contundentes ni las tendrá seguramente. Pero todas las pistas de la campaña sucia contra Lacalle Pou y Larrañaga conducen al comando paralelo que Juan Sartori montó con asesores extranjeros. Eso y otros manejos bastante polémicos de la campaña del millonario fueron ignorados durante buena parte de la carrera electoral. 

"Los dirigentes del Partido Nacional enfrentan un tiempo en el que están a prueba y la historia los juzgará (...) tienen el desafío de poner freno a las peores prácticas de la política", escribió Nelson Fernández en una columna a comienzos de abril. 

Pero pasaron los meses y a mi gusto, los líderes estuvieron muy flojos –salvo algunas excepciones– en trancar a Sartori por sus actitudes. Más allá de si hubo un pacto o no para ignorarlo, al final del partido es importante que algunas formas de hacer política sean cuestionadas. Recién sobre el final, Larrañaga publicó una columna fuerte en la que lo acusa con nombre y apellido de hacer “política de la peor clase” y de “jugar demagógicamente con las necesidades de la gente”. Y sobre todo une los puntos obvios: Sartori contrató a un experto en campañas sucias como informó El Observador hace un mes y, ¡caray!, empezaron a aparecer cosas que nunca antes tuvo la política uruguaya en esa dimensión. Luego fue Pedro Bordaberry el otro dirigente (o exdirigente) de peso que lo señaló con nombre y apellido, sin titubeos, como el responsable de este tipo de prácticas. 

• El aburrimiento de la interna frenteamplista

Fue la campaña que más le servía al candidato favorito, Daniel Martínez. Aburrida, sin muchos contrastes internos, con apelaciones constantes a la unidad. ¿Será porque todos sabían que la carrera ya estaba definida y solo se presentaron por otros objetivos? Tal vez. Pero al FA le faltó fuerza en estas internas y eso es algo que en las últimas semanas se volvió más evidente. Para dar vuelta los números adversos que muestran todas las encuestas hacia octubre, la coalición de izquierda va a necesitar mucho más que unidad y empezar a ponerle mucho más “punch”.

Monitor de encuestas

Las últimas fotos previas a las internas ya están impresas. Las podés ver en nuestro monitor de encuestas, que esta semana además agregó la pestaña “Evolución”, la mirada a cómo avanzaron los candidatos en la campaña según cada encuestadora. 

Pero además de los datos fríos de las últimas encuestas, todas las consultoras agregaron interpretación para intentar ayudar a los lectores. Esta nota de Martín Tocar te cuenta esos datos adicionales. 

Las cosas que hay que mirar el domingo
 

Lo que suceda el domingo da inicio a la verdadera campaña electoral, que terminará en octubre con un nuevo Parlamento y en noviembre con un nuevo presidente. Para empezar a atender a esa campaña, hay algunas señales clave a observar este domingo, tanto en la previa –porque eso incidirá en los resultados que conoceremos a la noche– como en las reacciones posteriores a la divulgación de los datos. 

Durante el día, en la previa a los resultados
 

1. Cómo estará el tiempo

La elección del domingo no es obligatoria. Mucha gente que piensa ir a votar se puede arrepentir si llueve mucho, está frío o alguna condición climática lo dificulta. Y eso sin dudas puede incidir en el resultado. Candidatos que presumiblemente tengan un voto más fuerte de gente adulta, como por ejemplo Sanguinetti en la interna colorada, pueden verse afectados negativamente. Lo mismo si efectivamente Sartori convenció a algún jubilado con su propuesta de medicamentos.
Otros que se pueden desincentivar son los que tienen menos interés en la política pero se habían decidido a concurrir. Eso puede hacer crecer, por ejemplo, a candidatos como Andrade en el FA, que es más fuerte cuando se achica la cancha a los más militantes. 

2. Cuánta gente va a votar
Este punto está atado al primero, pero también puede tener otras derivaciones hacia octubre. Los analistas políticos han hablado mucho –lo decía Ignacio Zuasnabar el miércoles al presentar los datos de Equipos en Subrayado– sobre lo turbulentas que están las aguas de la opinión pública. “Es un mar bravío. Es una campaña distinta”, dijo. Y hay muchos indicadores que demuestran que cada vez los uruguayos se vuelven menos interesados en la política. Lo analizamos hace algunas semanas aquí.
Desde que hay internas obligatorias para los partidos, cada año de elecciones baja la participación de uruguayos en los comicios de junio. 

Año	Participación
1999	52%
2004	46%
2009	45%
2014	37%

La diferencia esta vez es que hay por primera vez internas muy competitivas a la vez en los tres partidos tradicionales. Eso podría revertir esa caída. 

Pero si se profundiza la caída, será otra comprobación del desinterés y la molestia de los ciudadanos con los políticos y por tanto otro mensaje positivo para los candidatos antisistema. ¿Manini Ríos se frota las manos?

3. Cómo funcionará la logística de los candidatos

Para las encuestadoras, por todo lo que venimos viendo, las internas son un dolor de cabeza gigante. Porque por más que los voceros de las consultoras hayan puesto especial énfasis en que los últimos sondeos presentados no son un pronóstico, serán muchos los que miren los resultados del domingo y comparen las encuestas con esos ojos.

En el resultado del domingo incidirá el tiempo y también cuánta gente vaya a votar. En este último punto, será esencial conocer cuánto éxito tendrán las estructuras de cada candidato a la hora de trasladar a posibles votantes hasta las urnas. Y en este punto hay un factor nuevo en esta elección: los miles de dólares que mueve Juan Sartori.

En este podcast de Gonzalo Charquero de hace algunas semanas, Guillermo Losa contó parte de esos planes. Esta semana El País informó que Sartori usará unos 4.000 autos durante todo el domingo para llevar gente a votar. Además, durante todos estos meses desde su comando recogieron miles y miles de nombres, apellidos, teléfonos y credenciales de ciudadanos a los que ahora intentan convencer de llevarlos a votar por Sartori.

¿Cuánto incidirá eso? Muy difícil de medirlo en una encuesta previa y por eso es importante prestar atención durante todo el domingo a cómo funciona esa logística.

 

Lo que hay que ver (y lo que no importa) una vez conocidos los resultados

• De los números finales del domingo hay cosas –además de quién queda primero como es obvio– que son importantes de ver. Pero otras que no tienen ninguna importancia. Por ejemplo, qué partido es el que lleva más votantes. En 2009 en la interna del Partido Nacional votó el 44% de los que concurrieron ese último domingo de junio y segundo quedó el Frente Amplio con el 42%. De nada le sirvió: en octubre el FA retuvo la mayoría parlamentaria y en noviembre Mujica le ganó a Lacalle el balotaje. 
   
• Pero hay números que sí importan. Si la interna blanca la gana Lacalle Pou, es clave ver la diferencia de votos con Sartori y qué tan mal parado resulta Larrañaga. Lacalle no quiere a Sartori (y tampoco a Verónica Alonso) en la fórmula. Le encantaría resolverla rápido y si la diferencia con el nuevo precandidato blanco es relativamente grande tendrá más chances de evitarlo. De lo contrario tendrá problemas. Y de cómo resuelva esos problemas también dependerá su éxito futuro. Despreciar a Sartori puede ser un problema, además de desaprovechar la oportunidad de llegar a un electorado que ningún otro blanco parece conseguir. Pero, ¿está dispuesto a pegarse mucho a él? También parece muy riesgoso. Cada gesto y cada señal en la noche del domingo en el directorio blanco dirá mucho de la carrera hacia octubre. Hacia allí irán todos los ojos. 
   
• Si es Sartori el ganador, el terremoto será tal que no tengo muchos consejos de saber hacia dónde mirar. Larrañaga dijo que no lo votaría ni como edilde San Gregorio de Polanco. ¿Eso quiere decir que no hará campaña hacia octubre? Si quiere salir senador deberá apoyarlo. Lacalle nunca se pronunció ante esa eventualidad, pero seguro que le costaría mucho acompañarlo. Ni que hablar de Antía. Tanto él como su grupo ya opinaron que el candidato lo debe resolver la convención, como establece la Constitución cuando el ganador no supera el 40% y tiene menos de 10 puntos de diferencia con el segundo. Esa norma nunca se aplicó. ¿Por primera vez los blancos romperán con el eterno dogma de que el que gana la interna gana la elección? ¿Si gana en la cancha le harán perder a Sartori la candidatura en la liga?
   
• Salir de la noche de la elección con una fórmula ya armada es un gol de media cancha. Lacalle Herrera logró que Larrañaga en 2009 le diera el sí en esa misma noche, algo que muy pocos pudieron permitirse desde que hay internas. Para el FA es muy complicado (casi imposible) lograrlo, por el peso de su estructura y la forma que tienen de definirlo. Ya allí hay dos teorías. Están los que creen, como Mujica, que es el ganador quien define su compañero de fórmula. Otros quieren hacer pesar los votos. Por eso hay cuestiones importantes a mirar en la interna del FA:
  
  1. Cómo vota Cosse y si muestra intenciones esa misma noche de ser candidata a vice. Daniel Martínez no la quiere en la fórmula, pero si está cerca en votos le puede hacer fuerza. Si le va mal y Andrade se acerca mucho, también puede incidir. El dirigente comunista puede quedar segundo y, por qué no, meterse (el furcio que cometió en el debate ayuda a imaginarlo) en la “danza de nombres” por la vicepresidencia. El único freno para eso es la decisión de un Plenario del FA de hace un año que definió que la fórmula (y las listas del FA) deben ser paritarias entre hombres y mujer. Los precandidatos han dicho más de una vez que eso sigue vigente y está ratificado, pero es revisable. Para cambiarlo debería resolverlo otro Plenario y con una mayoría especial. 
  
  2. Lo otro a mirar en las elecciones del FA son los datos de cómo votarán los sectores. Hace cinco años Raúl Sendic se metió en la fórmula porque su lista, la 711, votó muy bien.
  
  
  
• Los únicos que tienen chances de salir con una fórmula acordada el mismo domingo son los colorados. Esta semana Santiago Soravilla informó que Talvi y Sanguinetti ya empezaron a conversar el asunto. Ambos se han mostrado dispuestos a ir como candidatos a vice si pierden, pero una cosa es decirlo y otra concretarlo. Además, no está del todo claro que los líderes quieran que sea su rival el que los acompañe. Sanguinetti quiere definirlo ahora y Talvi pretende patearlo para adelante. Si gana el economista, ¿cometerá el mismo “error” de volver a ignorar a Sanguinetti? Si gana, tal vez no fue un error tan grande ignorarlo, podría decirse. Por el contrario, lo hizo esforzarse y rendir más. No es lo mismo ser candidato único sin pelearla que habiendo derrotado nada menos que a un dos veces presidente.
  Si gana Sanguinetti, después de ese desplante, ¿quiere estar cuatro meses recorriendo el país con Talvi? La respuesta es probablemente negativa, pero sabe que le sirve después de un final tan reñido. 
   
• Por último, también hay que mirar a los partidos chicos. Es lógico que el Partido Independiente, Unidad Popular, el Partido de la Gente (Novick) y Cabildo Abierto (Manini Ríos), no tendrán problemas. Tampoco el PERI, que ya lo logró hace cinco años. Pero para poder competir en octubre, todos los partidos deberán superar en la interna una barrera: conseguir que al menos 500 ciudadanos los vayan a votar el próximo domingo 30. Hay que observar cuántos lograrán pasar la barrera que exige la Constitución. Ese desafío lo tendrán el Partido Verde Animalista de Gustavo Salle, el Partido Digital, el Partido de los Trabajadores, Abriendo Camino, Órden Republicano y el Partido Democrático Unido. Recordá que en este especial tenés todas las propuestas de esos partidos y también de los tradicionales. 

La cobertura de El Observador el domingo
 

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La previa de la interna, en clave futbolera

Gonzalo Charquero se puso en formato periodista deportivo, y hasta con un locutor comercial, transformó el podcast La Mesa Chica en una gran previa de las elecciones del domingo. Hablan -también en formato deportivo- los mano derecha de Daniel Martínez, Julio María Sanguinetti, Ernesto Talvi y Luis Lacalle Pou. ¿Cómo se preparan para el gran partido? Las respuestas acá y también lo podés escuchar en Spotify.

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Mi nombre es Gonzalo Ferreira, soy editor jefe de El Observador y podés escribirme a este mail por sugerencias y comentarios. Si tenés ideas de cómo mejorar este nuevo producto soy todo oídos.