Aguerre en el espejo
Columna de análisis en El Observador
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01 de diciembre de 2014 a las 19:41
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En los últimos cinco años hemos escuchado varias veces al ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, decir que aceptó su cargo luego de hacerse la prueba del espejo: preguntarse si no era la ocasión de hacer las cosas que siempre se había planteado. Después del sí a Mujica, su gestión se basó en tres pilares. El primero de ellos: la agenda. Esa agenda estuvo sustentada en cinco ejes temáticos o estratégicos. Primero, la promoción de la competitividad del sector agropecuario con el objetivo de lograr (o ensanchar) la inserción internacional de Uruguay.
Segundo: intensificación productiva con sustentabilidad, esto es, cuidado de los recursos naturales para las nuevas generaciones.
Tercero: adaptación al cambio climático, un tema crucial para la producción agropecuaria a cielo abierto.
Cuarto: desarrollo rural con equidad para que los productores de menor escala también tengan su oportunidad.
Y quinto: fortalecimiento de la institucionalidad agropecuaria mediante el desarrollo de bienes públicos, espacios de participación y de capacitación, investigación e innovación.
El segundo pilar fue el equipo, elegido por Aguerre a su real saber. Y el tercero el liderazgo, que él mismo ejerció con el ejemplo.
Seguramente Tabaré Vázquez sopesó todo ello y le ofreció continuar. Y Aguerre tuvo que mirarse otra vez al espejo.
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