El concepto de supervivencia del más apto de la teoría evolutiva establece que solo subsiste aquel que se adapta mejor al entorno. Eso es lo que hicieron hoy el iPad y la Mac: no cambiaron al punto de convertirse en algo nuevo y revolucionar la industria de las tabletas y computadoras personales, sino que mejoraron sutilmente para resultar más competitivas y, finalmente, sobrevivir.
Por un lado los dos modelos de tableta lanzados este jueves,
iPad Air 2 y iPad Mini 3, se volvieron más delgadas y potentes, para parecerse aún más a sus competidoras directas, las
phablets (teléfonos grandes como tabletas). En la misma línea, incorporaron la tecnología Touch ID, que ya tenían los iPhone, y mejoraron las cámaras, incluso la frontal. De esta forma, la gente no solo se verá ridícula tomando fotos con un aparato demasiado grande como para esta tarea, sino que lo empeorará sacándose
selfies con el mismo.
Asimismo, la nueva iMac con pantalla Retina 5K tendrá tanta calidad de imagen que no existirán contenidos como para disfrutar los 5120 x 2880 pixeles de resolución en plenitud. Sobre la Mac Mini ni vale la pena ahondar, ya que los directivos de Apple hicieron lo propio durante la presentación, donde le dedicaron menos de 30 segundos de la hora y media de duración total.
Es indudable la excelencia de estos cuatro productos, así como de los renovados sistemas operativos para escritorio (OS X Yosemite) y móviles (iOS 8.1), también presentados. Pero se trata de cambios mínimos, picos apenas modificados para los mismos pinzones.