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Argentina: se derrumban las esperanzas de una recuperación económica impulsada por la inversión

El país lucha por estimular el crecimiento pero los impuestos aumentan, los controles económicos se endurecen y una crisis de deuda se avecina

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05 de marzo de 2020 a las 11:56

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Por Benedict Mander

El nuevo gobierno de Uruguay quiere ofrecer exenciones de impuestos con el fin de atraer a los argentinos adinerados a que se reubiquen en la otra ribera del Río de la Plata para impulsar la inversión local, pero los ricos necesitan poco estímulo para irse.

Desde que Alberto Fernández tomó el poder en Buenos Aires en diciembre y aumentó los impuestos sobre los bienes personales, los argentinos han estado sopesando los beneficios de emigrar para escapar de lo que muchos consideran impuestos confiscatorios. La tasa impositiva sobre los activos mantenidos en el extranjero actualmente es el doble de la tasa local — hasta un 2.5 por ciento — la cual representa el triple del nivel del gobierno anterior.

Cualquier éxodo de capital sería preocupante. Fernández tiene la esperanza de impulsar una recuperación liderada por la inversión que ponga fin a una recesión que va en su tercer año. La economía se contrajo alrededor de un 2 por ciento el año pasado, y Argentina tuvo un escaso crecimiento durante la última década. Otro factor que empeora la situación es un inminente incumplimiento soberano de aproximadamente US$100 mil millones de deuda externa.

“Con estas reglas del juego — impuestos más altos, más controles económicos y una moneda cada vez más sobrevaluada — la inversión no va a darse", advirtió un respetado economista local, refiriéndose al giro proteccionista que la economía argentina ha dado desde que el peronismo retornó al poder.

"Si estás esperando un auge de las exportaciones después de subir los impuestos de las exportaciones, probablemente estás soñando", comentó el economista.
Los impuestos sobre los productos de la soja — la exportación más importante de Argentina — han aumentado del 25 por ciento al 30 por ciento, y se prevé que aumenten aún más, mientras que los del maíz y del trigo han aumentado del 7 por ciento al 12 por ciento.

Los argentinos adinerados como Marcos Galperín, el cofundador multimillonario de Mercado Libre, la compañía más valiosa del país, ya se han ido. Las empresas también están posponiendo las decisiones hasta que se resuelva la potencialmente desordenada y prolongada reestructuración de la deuda. En los medios locales se ha reportado que compañías como Amazon, General Motors y Nike están congelando los planes de inversión. Algunas compañías están analizando si deben salirse de Argentina por completo.

Mientras tanto, los cazatalentos han visto un marcado aumento en los ejecutivos que están buscando trabajo en el extranjero. "Este tipo de cosas te dice algo, y no puede ser bueno", opinó el economista.
Los sectores más competitivos del país, como los agronegocios y la energía — en los cuales el gobierno está confiando para que proporcionen las divisas necesarias provenientes de las exportaciones — se han visto afectados por mayores impuestos a la exportación y por los límites de los precios del combustible. Un alto ejecutivo de una compañía petrolera internacional duda que las grandes inversiones que el gobierno espera atraer a Vaca Muerta, el enorme campo de esquisto, se materialicen: "Supongo que simplemente no habrá progreso real, con niveles de inversión similares a los del gobierno anterior".
Las medidas económicas implementadas por el nuevo gobierno que buscan estabilizar una de las tasas de inflación más altas del mundo incluyen fijar el tipo de cambio e implementar controles de capital más estrictos; congelar las tarifas de los servicios públicos; limitar las tasas de interés de las tarjetas de crédito; y reprimir las negociaciones salariales.

"Ninguna de estas medidas favorece la inversión o las exportaciones. Si son sólo medidas de emergencia mientras que resuelven la situación de la deuda, bueno, tal vez el gobierno tendrá éxito. Pero si esto es todo, simplemente parece una repetición de recetas que ya hemos visto y que en el pasado sólo condujeron a retos crecientes", dijo Ignacio Labaqui, un analista de Medley Global Advisors.
Los analistas están particularmente preocupados porque la brecha entre las tasas de cambio oficiales y las paralelas, la cual ha reaparecido desde la implementación de los controles de capital el año pasado, pudiera continuar ampliándose, alimentando aún más la inflación y finalmente resultando en otra devaluación.

Cada vez más, los inversionistas temen un desorganizado incumplimiento de deuda, dada la renuencia del gobierno a implementar medidas de austeridad que lo ayudarían a pagar sus deudas. Según los economistas, eso sería desastroso para la inflación.

Eso a su vez complicaría las relaciones con los sindicatos que luchan a favor de salarios más altos para los trabajadores cuyos salarios ya no están al día con la inflación. Los bajos salarios han llevado a que el consumo se desplome: la cantidad de personas que comen carne está en su nivel más bajo de los últimos 100 años.

"La paciencia estratégica de los líderes sindicales, quienes son más tolerantes con las medidas impopulares cuando las implementan los gobiernos peronistas, se va a desgastar", agregó Labaqui, sugiriendo que los disturbios sociales pudieran convertirse en un creciente problema.

Es imposible pronosticar cómo se desenvolverá el enfrentamiento entre Argentina y sus acreedores privados en relación con la deuda. Pero incluso si el gobierno tiene éxito, eso hará poco por solucionar los problemas económicos más amplios, como el bajo crecimiento, la alta inflación y una volátil tasa de cambio.

"Claramente, arreglar la situación de la deuda no resolverá los problemas estructurales de Argentina", señaló Marina dal Poggetto, la directora ejecutiva de EcoGo, una consultora económica en Buenos Aires, aunque al menos eliminaría las presiones financieras más urgentes que enfrenta la asediada administración de Fernández y le permitiría dirigir su atención al resto de sus retos. "Por ahora, todo está en espera", ella agregó.

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