AFP

Las fuerzas legales e ilegales de Maduro que pueden convertir a Venezuela en un baño de sangre

El esfuerzo de la oposición para entregar alimentos y medicamentos probablemente se enfrente a una fuerza potencialmente letal

Tiempo de lectura: -'

21 de febrero de 2019 a las 14:49

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Gideon Long

Si los voluntarios de la oposición logran cruzar de Colombia a Venezuela este fin de semana en su intento por entregar ayuda humanitaria a los venezolanos, es probable que se encuentren con una fuerza grande y potencialmente letal

El ejército de Venezuela se comprometió a detener la ayuda en la frontera, como parte del intento del presidente Nicolás Maduro de frustrar lo que él ha llamado un plan liderado por EEUU para derrocarlo y reemplazarlo con Juan Guaidó, líder de la oposición y jefe del congreso.

Guaidó se declaró a sí mismo presidente interino el mes pasado, con el respaldo de EEUU y otras naciones. El martes, el ministro de Defensa de Maduro, Vladimir Padrino, dijo que cualquiera que intente asumir la presidencia "tendrá que pasar por nuestros cadáveres".

Las fuerzas lideradas por Padrino son relativamente modestas: 140,000 militares, divididos entre el ejército, la marina, la fuerza aérea y la Guardia Nacional Bolivariana. Colombia, en comparación, tiene tres veces esa cantidad, está mucho mejor equipada y está respaldada por EEUU.

Pero en Venezuela, el gobierno puede potencialmente recurrir a una vasta milicia civil, una brutal fuerza policial — Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) — y cientos de pandillas conocidas como colectivos, algunos de los cuales están armados.

Esta potente mezcla es la que posiblemente esperará a los voluntarios quienes, según Guaidó y el gobierno de EEUU, llevarán la ayuda a través del río Táchira a Venezuela el sábado.

En términos numéricos, la milicia bolivariana es la mayor amenaza para los convoyes. Está compuesta por aproximadamente 1.7 millones de civiles, o sea 6 por ciento de la población, que afirman que tomarán las armas para defender a Venezuela y al régimen socialista de 20 años.

Algunos son ancianos; otros son jóvenes sin experiencia. Sin embargo, los milicianos están motivados ideológicamente. "Tenemos la preparación, la capacitación y la organización para salir y defender la patria, en cualquier momento y en cualquier terreno", dijo el primer teniente José Rafael Marrero durante un desfile reciente en Caracas. "Somos un complemento de las fuerzas armadas", agregó mientras inspeccionaba un grupo de reclutas, algunos con uniforme, otros con pantalones vaqueros y camisetas rojas.

Una amenaza más letal aunque menor para los voluntarios son los oficiales de la FAES y los delincuentes de los colectivos. Según Gustavo Tarre Briceño, enviado de Guaidó a la Organización de los Estados Americanos (OEA), ambos grupos se han trasladado a la frontera.

Creadas por Maduro en 2017, la FAES es un grupo reciente en el aparato de seguridad del Estado bolivariano, pero ya tiene una reputación de ser una fuerza letal. La gente en los barrios pobres ha reportado que agentes de la FAES — encapuchados y vestidos de negro — han asaltado casas por la noche, secuestrado a opositores del gobierno y matado a personas. La semana pasada, el Tesoro de EEUU agregó al jefe de la unidad a su lista de individuos sancionados, diciendo que el grupo era "conocido por sus métodos brutales".

Keymer Ávila, profesor de criminología en la Universidad Central de Venezuela, dijo que las fuerzas estatales mataron a casi 5,000 personas en 2017, el año más reciente para el cual hay cifras disponibles, o sea 14 muertes al día. Lo describió como una "masacre lenta en la que la FAES es un actor clave".

Recientemente, la unidad ha liderado la represión durante las marchas en apoyo de Guaidó. "Su entrenamiento no es de contención sino de ataque letal", dijo Ávila. "Entonces las consecuencias pueden ser fatales".

Los colectivos son más difíciles de definir. Inspirados por los Comités de Defensa de la Revolución de Cuba, se suponía que deberían promover el bienestar social, por ejemplo, en la lucha contra el tráfico de drogas, mientras informaban sobre los opositores del gobierno. En estos días, algunos colectivos parecen bastante inofensivos, pero otros andan en las calles en motocicletas aterrorizando a los residentes. “Son una combinación de civiles, delincuentes comunes, vigilantes o grupos paramilitares”, dijo Ávila.

En las zonas más pobres de Caracas, los colectivos marcan su territorio con grafiti. En las estrechas y sinuosas calles del barrio 23 de Enero, por ejemplo, tres colectivos — Tres Raíces, Vanguardia Zamorano y Montaraz — han dejado su huella. "Somos pacíficos, pero otros colectivos son más radicales y violentos", dijo William Pacheco de Montaraz. "No estamos armados, pero muchos de nosotros somos miembros de la milicia y si es necesario, defenderemos nuestro territorio soberano".

Por ahora, no está claro cómo se desarrollarán los eventos este fin de semana. Guaidó y Donald Trump, presidente de EEUU, han instado a las fuerzas armadas venezolanas a dejar pasar la ayuda. Trump ha advertido que arriesgan "perder todo" si resisten. Maduro ha prometido "otro Vietnam" si EEUU usa la fuerza para intentar destituirlo.

En Washington, Tarre Briceño ha reiterado su opinión de que el plan para llevar alimentos y medicamentos a través del río Táchira funcionará. En una conferencia de prensa la semana pasada, dijo: "No necesitamos un plan B porque el plan A va a funcionar".

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.