Buscan “unificar” grupos sobre Venezuela para evitar “dispersión” de “acciones”

La tranquilidad habitual de Montevideo se vio alterada y las calles de la capital vieron un despliegue inusual para recibir a los diplomáticos que llegaron para participar de una serie de negociaciones internacionales para lograr una salida a la crisis.

De esos encuentros parieron dos grupos, con la particularidad de que Uruguay fue el único que integró ambos: el Mecanismo de Montevideo –una iniciativa uruguayo-mexicana junto a los 15 países de la Comunidad del Caribe (Caricom)– que abogaba por el diálogo “sin condiciones” entre el oficialismo chavista y la oposición liderada por Juan Guaidó, y el Grupo de Contacto Internacional –encabezado por Uruguay y la Unión Europea– que reclamaba “elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles” en el “menor tiempo posible”.

A poco más de un año de estos sucesos, la crisis continúa y se ha agravado. En la Unión Europea creen que las negociaciones están estancadas, dijeron fuentes del organismo a El Observador y las autoridades salientes de Uruguay reconocen que el Grupo de Contacto Internacional no logró los objetivos esperados, tal como lo transmitió el exvicecanciller Ariel Bergamino a La Diaria semanas atrás. En tanto, el Mecanismo de Montevideo tampoco tuvo avances ya que nunca logró ir más allá de la coordinación entre Uruguay y México.

Por esta razón, a iniciativa del rey Felipe buscarán “unificar” los grupos que buscan poner fin a la crisis en Venezuela para evitar una “dispersión” de las “acciones”, dijo el canciller Ernesto Talvi.

La propuesta de Felipe fue planteada el sábado durante un almuerzo ofrecido por Lacalle Pou y Talvi en La Tahona, contó el canciller este lunes luego de tener una serie de reuniones bilaterales con autoridades de China, Japón y Bangladesh. 

El tema también fue abordado informalmente en otros encuentros, como el que Talvi tuvo con el canciller de México, Marcelo Ebrard.

Fuentes de la cancillería mexicana dijeron a El Observador que la preocupación por los problemas de los países de la región fue uno de los temas de la reunión, al tiempo que Talvi dijo que no hablaron sobre la salida de Uruguay del Mecanismo de Montevideo, que había sido anunciada durante la transición. El canciller señaló que no se habló porque se buscará integrar a todas las iniciativas en una sola.

Felipe transmitió que el objetivo era acordar una salida pacífica lo más rápida posible a través de elecciones libres y competitivas.

En Montevideo, el rey también se reunió con el presidente de Colombia, Iván Duque, y el de Chile, Sebastián Piñera.

Un comunicado emitido por la cancillería de México señala que Ebrard le transmitió a Lacalle Pou la importancia de “conjugar voces” en foros multilaterales regionales para avanzar en la “construcción de una región unida”, particularmente en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde ofreció “todo el apoyo de la presidencia pro tempore de México en dicho mecanismo”.

Ebrard también se reunió con la ministra de Asuntos Exteriores de España, Unión Europea y Cooperación, Aranzazu González Laya, el canciller de Argentina, Felipe Solá, y el excanciller uruguayo Enrique Iglesias.

Antes de aterrizar en Montevideo, Iglesias realizó una visita a Venezuela, entre otros países, en el marco de su mediación en el conflicto como asesor especial de la Unión Europea. Antes había mantenido reuniones en Estados Unidos, Cuba y México para buscar soluciones. 

Pese a la iniciativa del rey, el canciller argentino Felipe Solá dijo este martes en una entrevista con El País que discrepaban con la nueva postura de Uruguay respecto a Venezuela. “Nosotros no reconocemos al gobierno de Guaidó, no nos gusta cómo gobierna Maduro, pero por eso no vamos a dejar de reconocer que es un gobierno que nació en la democracia y que después se volvió autoritario. Pero ganar o perder se tiene que resolver en las urnas”, expresó. 

Uruguay reconoce a Guaidó como presidente legítimo de la Asamblea Nacional de Venezuela y se niega a nombrarlo como presidente encargado, lo que lo diferencia de otros países de la región como Brasil o Estados Unidos.

Solá también dijo que el Grupo de Lima está “desorientado” y que se habla de “cambiar las actitudes” porque no tuvo “éxito”. 

En su última reunión, el 20 de febrero en Canadá, el grupo emitió un comunicado en el que bajó su tono respecto a los anteriores. “La democracia se restablecerá plenamente en Venezuela solo mediante elecciones presidenciales libres, justas y creíbles. Este proceso debe incluir un Consejo Nacional Electoral independiente, un Tribunal Supremo imparcial, apoyo y observación internacionales, la plena libertad de prensa y la participación política de todos los venezolanos”, señaló.

Solá expresó que “cambiar” significa que se “reduzcan las sanciones a Venezuela, en especial las norteamericanas, y eso no está ocurriendo. Sin esa reducción no hay diálogo posible y sin diálogo no hay acuerdo. Sabemos que Maduro está negociando con parte de la oposición y que se avanza hacia elecciones legislativas".