Chino Recoba: un exjugador que se mueve con éxito en el mundo de los negocios

Lo último que lanzó fue una línea de vinos, con el apoyo de China y del gobierno uruguayo, en conjunto también con Uruguay Wines. Antes, en noviembre, inauguró el restorán ubicado en Carrasco y es parte de la productora Ecocinema -en conjunto con Iván Alonso y Gonzalo Lamela. Otro de los emprendimientos que lleva adelante es un centro logístico junto a Alexander Medina y Fernando Machado. 

La pregunta surge casi que al instante: ¿por qué rubros tan distintos? Y la respuesta es que la condición indispensable que tiene Recoba a la hora de cerrar un negocio es: “me tiene que gustar”. 

En diálogo con El Observador dijo que no es parte de ningún grupo empresarial que lo asesore, pero que suele tener personas de confianza a quien les pide algún consejo. De igual modo, recalcó en más de una ocasión que la decisión final siempre pasa por él en conjunto con los integrantes de su familia. 

La segunda condición en la que Recoba no transa, es a la hora de tomar riesgos. En otras ocasiones emprendió y el resultado no fue el que esperaba, porque los socios no corrían el mismo riesgo. “Vos te tenés que jugar lo mismo que me juego yo. Eso te dice qué tan comprometido va a estar el otro con el tema”, explicó. 

Este ha sido uno de los aprendizajes que le ha dejado el mundo de los negocios, sobre todo porque cuando se retiró, llegó mucha gente con una carpeta debajo del brazo a ofrecerle “oportunidades imperdibles” que en los hechos no eran así. 

Y la tercera condición es el grupo humano. Allí, para Recoba, se juega gran parte del partido.  Explicó que, quizá, se puede tener al mejor en algo, pero no a la persona que sea más conveniente para ese lugar. 

¿Es una tendencia que todos los jugadores y exjugadores se terminen metiendo en el mundo empresarial? 

Lo que pasa es que han cambiado los tiempos y la tecnología ha hecho que nos acerquemos para tener más información. Hace unos años, cuando un jugador se retiraba, no tenía la visión como para hacer una serie de cosas que hoy están al alcance de la mano. 

En lo personal, de lo que se me presentó, agarré aquellas que me parecieron más interesantes. Me tiré de cabeza. 
Por eso es que hoy, por ejemplo, abrí un restorán y nunca en mi vida había tenido uno. 

¿No hay un riesgo en meterse en lugares que uno no conoce?

Considero que no, porque es como te digo, hoy en día tenemos la posibilidad de elegir qué podemos hacer y estamos en un mundo en donde la información está al alcance de la mano. 

Del fútbol me retiré a los 38 años y de ahí en adelante, trato de hacer cosas que me dejen una remuneración -porque es necesario- pero al mismo tiempo cosas que en las que me sienta a gusto. 

En el proyecto que llevamos adelante con Iván (Alonso) y Gonzalo (Lamela), pasó lo mismo. Ninguno venía de la pata del cine, pero es algo que nos gustó y tenemos la posibilidad de llegar a jugadores importantes, entonces hoy estamos haciendo las historias de esos jugadores. ¿Y qué tiene que ver el cine con el fútbol? Y la verdad que no tiene nada que ver, pero vamos acomodándonos a lo que nos va llegando. 

¿En el caso de los vinos pasó lo mismo?

Sí. Yo no soy ni experto y tampoco tomo vino. Sí he tenido la suerte de probar muchos, sobre todo porque me han regalado, pero no es que voy a comprarlos (Se ríe). Y bueno, cuando se presentó este proyecto, me pareció que estaba bueno y eso se fusionó con mi imagen en China. 

¿En algún momento sintió miedo que las cosas no salieran bien en alguna de las empresas?

No, porque generalmente cuando me tiro a hacer algo, realmente estoy muy seguro. Ojo, nadie te asegura nada, y he cometido errores por agarrar esas oportunidades imperdibles que al final no eran nada. 

En los últimos meses, el tema de la pandemia ha cambiado todo, sin ir más lejos con el restorán sentimos de primera mano el impacto. 
Pero en general si uno no arriesga, no gana. Obviamente que, como en todo negocio, la seguridad es fundamental porque no podés tirar todo lo que lograste de un día para el otro. 

¿Tiene gente alrededor que lo asesora?

La última decisión siempre pasa por mí. Por ejemplo, en el caso del restorán, fue una idea de mi señora pero en principio iba a ser un salón de té que luego terminó siendo algo más grande. Claro que te apoyás en gente para que te ayude, por un tema de experiencia. 
En mi vida, me ha pasado que es muy fácil que te vengan a ofrecer negocios y muchas veces el riesgo lo corrían otros con mi dinero. 

Eso es producto de que es una personalidad reconocida. Algo que a veces ayuda y otras tantas no...

Sí, claro. Pero por eso, es un tema de estar convencido y que los dos van por lo mismo. 

Con el centro logístico pasó eso, fuimos en partes iguales los tres y la cosa marcha de maravilla, además de que somos amigos. Y así me ha pasado con muchas cosas, pero con los años el olfato se va entrenando y vas viendo qué cosas funcionan y qué no. 

¿Suele hacer negocios con amigos?

Si es con amigos mejor, pero muchas veces corrés el riesgo de perder amistades por negocios. Por ejemplo, con Tony (Antonio Pacheco) trabajamos juntos pero siempre es con alguien que nos terceriza, por decirlo de alguna forma. 

Nos hemos planteado hacer algo los dos, pero no se ha dado porque quizá a la hora de trabajar sos diferente a la otra persona. 
Ya te digo, cuando hago algo con alguien, el compromiso tiene que ser igual en todas las partes involucradas. 

¿Aprendió de los errores que cometió antes?

Sí, aprendés de todo. Mirándolo hoy con un poco más de experiencia, el gran aprendizaje es que el riesgo debe estar a la par para todas las partes. Muchas veces me tocó ser el que arriesga y perder, entonces eso te va llevando a tener un poco más claras las cosas. 

¿Cree que es fundamental que las nuevas generaciones de jugadores se asesoren un poco más?

Sí, creo que es vital. En mi caso, una pregunta casi que cantada es quién está detrás, quién me asesora.  Y la verdad es que yo vengo de una familia donde la humildad y la honestidad son fundamentales, y eso me llevó a no precisar de nadie para que me diga qué está bien y qué está mal. Si tenés esos lineamientos, seguramente puedas meterte en este mundo. Pero hoy en día, hay muchas más cosas que podés hacer, muchos negocios fantásticos que después no terminan siendo.  Por eso capacitarse, es importante para saber cuándo dar confianza a otra persona y cuándo no. 

Hace no mucho tiempo hablé con Luis Suárez para llevar adelante una idea que todavía no la pudimos plasmar, pero justamente una de sus inquietudes era encontrar una dirección para ir por el lugar correcto. 

¿Entonces esos valores humanos son condiciones? 

Sí, por supuesto. Y el grupo humano también importa. Mi señora tiene hace años la peluquería, y tiene un grupo magnífico. Las personas que están con nosotros, son muy parecidas y ninguno es más que nadie. Y una cosa es decirlo y otra es hacerlo, después está en cada uno si aprovecha o no la oportunidad. Quizá no tenés el mejor chef del mundo, pero tenés la persona indicada para el puesto que querés. Una cosa clara es que sin el factor humano, los negocios no funcionan. 

¿Tiene algún objetivo de cara al corto y mediano plazo en materia de negocios? 

La verdad que hoy no, porque voy evaluando el día a día. Realmente, la vida me dio más de lo que imaginaba. Todo lo que va viniendo, se va evaluando y así decido qué tan conveniente es.