Comienza el giro conservador: el primer día de Bolsonaro en el poder

Atrás quedó su oratoria en la que durante diez minutos se refirió a lo que consideró malas decisiones de sus predecesores, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, y con un tono más conciliador que el de sus discursos de campaña electoral, dijo que estaba comprometido a "construir una sociedad sin discriminación y división".

Durante el discurso no adelantó cuáles serían sus primeras medidas ni los ejes de los primeros meses de su gobierno, pero ahora es el momento de mostrar a los brasileños su estrategia para dar un vuelco el el país, tal como prometió. 

Este miércoles, en su primer día como presidente después de la asunción, comenzó lentamente a dar forma a sus anuncios. Para empezar, se amigó formalmente con Estados Unidos después de años de enemistad. "Ha habido una larga tradición en Brasil de elegir presidentes que por alguna razón eran enemigos" de Estados Unidos, dijo Bolsonaro a periodistas estadounidenses tras reunirse con el secretario de estado Mike Pompeo. "Ahora es todo lo contrario, somos amigos", celebró, como antesala de que los cambios serán visibles.

Medidas

Salario mínimo

En su primera medida como presidente, Bolsonaro decretó subir el salario mínimo a 998 reales (262 dólares), lo que supone un aumento del 4,61 % con respecto al año pasado. El aumento está levemente por debajo de los 1.006 reales proyectados por el gobierno del presidente saliente Michel Temer e incluidos en el presupuesto.

El aumento del salario mínimo en Brasil se decide con una fórmula que considera la inflación, la tasa de crecimiento del año anterior y otras variables. Esa reducción entre el valor finalmente decretado por Bolsonaro y el reflejado en los presupuestos se debe a una disminución de las estimativas de inflación.

Reuniones diplomáticas y anuncios

Bolsonaro dedicó gran parte de su primera jornada en el poder a la diplomacia: se "amigó" con Estados Unidos y expresó su deseo de mantener una relación equilibrada y sin ideologías con China. Este miércoles recibió en audiencias separadas al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y a un emisario del líder chino Xi Jinping.

Según dijo Pompeo, quien también se reunió con el nuevo canciller Ernesto Araújo, "cuando se comparten valores" los gobiernos "trabajan mejor" y Brasil y Estados Unidos tienen el mismo "deseo profundo" por una retomada de la democracia en Cuba, Nicaragua y Venezuela, países en los que afirmó que "las personas tienes dificultades para expresar sus opiniones".

Bolsonaro, en la reunión con el secretario estadounidense, le hizo una deferencia y le informó que Brasil, así como Estados Unidos, saldrá del Pacto Mundial sobre Migraciones consensuado en el marco de las Naciones Unidas.

Tras ese guiño al gobierno de Donald Trump, Bolsonaro recibió a Ji Bingxuan, el vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (órgano legislativo) y enviado especial del líder chino, Xi Jinping, a la investidura del presidente brasileño.

Bolsonaro también comunicó a China su intención de mantener y mejorar las relaciones, aunque en tono cordial subrayó que eso será al margen de todas las diferencias ideológicas que pueda haber ahora entre ambos países.

Según fuentes oficiales, el presidente manifestó su "intención de ampliar las relaciones bilaterales con China, independientemente del cambio en el contexto político brasileño y del escenario económico mundial", lo cual sugiere un nexo mas "frío" con la potencia asiática.

Reforma previsional

También como una de las principales medidas, el nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Paulo Guedes, redactó un decreto para una reforma al sistema de pensiones que podría generar ahorros por hasta 50.000 millones de reales (12.900 millones de dólares) en la próxima década, informó el diario brasileño Folha de S. Paulo.

La reforma al enorme sistema de pensiones de Brasil estará entre los principales desafíos de Bolsonaro, quien debe aún construir una base de apoyo en el Congreso. Para entrar en vigencia como una ley, los decretos necesitan ser aprobados por el poder legislativo.

Tierras indígenas a Agricultura

Bolsonaro resolvió también en su primer día en funciones traspasar al ministerio de Agricultura la sensible cuestión de la demarcación de las tierras indígenas, según una ordenanza ("medida provisoria") publicada a últimas horas del martes.

El ministerio tendrá a cargo en adelante las cuestiones relacionadas con "la reforma agraria, la regularización de la propiedad en áreas rurales en la Amazonía Legal (territorio que excede el estado de Amazonas propiamente dicho), las tierras indígenas y las quilomblas (tierras de exesclavos fugitivos)", indica el Diario Oficial de la Unión.

Hasta ahora, los asuntos relacionados con la demarcación de tierras indígenas estaban en manos de la Funai (Fundación Nacional del Indio), vinculada al ministerio de Justicia. Una "medida provisoria" debe ser aprobada por el Congreso en un plazo de 60 días, pero tiene vigencia inmediata.

Una agenda a tres meses

El gobierno de Bolsonaro fijó días atrás cuatro etapas a 10, 30, 60 y 90 días para la identificación y el encaminamiento de propuestas prioritarias, así como para la eventual revocación de decretos y leyes existentes.
La agenda establece además reglas de conducta y prohíbe contratar familiares cercanos, para evitar que las sospechas de corruptelas y nepotismo que arruinaron la imagen de muchos políticos se propaguen.
La lucha contra la corrupción y contra la criminalidad estarán en el centro de las preocupaciones del gobierno, afirmó el nuevo ministro de Justicia, el juez Sergio Moro, un emblema de la Operación Lava Jato, que llevó a la cárcel a decenas de políticos, incluyendo al expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.

 

El Observador con AFP, EFE y Reuters