Actualidad > Crimen de guardias civiles
Cómo son las lanchas ultra rápidas para poder darle pelea a los narcos
Después de la tragedia de Barbate (Cádiz), donde un grupo de narcotraficantes asesinó a dos guardias civiles embistiéndolos con una lancha de gran tamaño, el Gobierno de España parece haber reaccionado.
La Guardia Civil va a contar ahora con seis nuevas lanchas patrulleras de alta velocidad, que puedan competir con las modernas y ultraveloces narcolanchas.
Para dar un ejemplo, la narcolancha que atropelló a los guardias civiles tenía 14 metros de largo contra los poco más de 5 metros que tenía la lancha en la que se desplazaba la fuerza de seguridad.
Estas nuevas embarcaciones irán destinadas en los próximos años a este cuerpo armado, cuyo Servicio Marítimo recibirá previsiblemente dos de ellas en los meses de mayo y junio tras concluir su fabricación.
Para ello, el Ministerio del Interior tiene abiertos dos procesos de contratación pública para el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Uno de ellos, ya en proceso de fabricación en los astilleros Aister (Aislamientos Térmicos de Galicia, S.A.) de Moaña (Pontevedra), es para tres patrulleras de alta velocidad.
Estas seis embarcaciones tendrán similares características técnicas a las últimas patrulleras entregadas en 2023 y que están destinadas a efectivos de Algeciras (Cádiz) y Huelva. Son las patrulleras Río Flumen y Río Corneja.
La lancha "más rápida del mundo"
La primera de ellas fue entregada al Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Algeciras como "la lancha más rápida del mundo". Así la anunció Aister: la patrullera de intervención policial más rápida que existía.
Cada unidad cuesta alrededor de 1,8 millones de euros.
Se trata del modelo que presentaron en marzo del año pasado, la interceptora Aister HS60.
Tiene 18 metros de eslora (longitud) y dos motores MAN, cada uno de 1.800 cv. asociados a sendos waterjetsHamilton de última generación.
El casco es de aluminio, cien por cien reciclable, con capacidad para dar giros bruscos.
La HS60 se puede detener pasando de velocidad punta a cero en un espacio de unos 36 metros.
Los waterjets le permiten alcanzar velocidades punta que hasta ahora no se habían alcanzado, "del orden de los sesenta nudos", dice ahora el Ministerio del Interior. Las lanchas de los traficantes alcanzan entre 60 y 70 nudos.
Ese "del orden" es una manera de decir que estas patrulleras no llegan a los 60 nudos (111 km/h).
Cuando se entregó la primera embarcación de este modelo debía alcanzar al menos 60 nudos —de ahí el 60 de su nombre y el High Speed—.
Pero las pruebas demostraron que la HS60 apenas superaba los 55 (101 km/h).
Nueva y en condiciones ideales de mar y carga de combustible, llegaba a los 57 nudos, en marzo del pasado año.
El fabricante argumentó que los motores se encontraban limitados a un 70% de su potencia para protegerlos.
La nueva interceptora "garantiza una respuesta rápida y ágil ante situaciones que requieran de una maniobra brusca o inesperada, pudiendo pararse por completo en unas dos esloras desde la máxima velocidad".
Dice el fabricante que "sus características de velocidad y maniobrabilidad, convierten a la HS60 en la primera embarcación de su tipo en el mundo".
La débil defensa del Gobierno
Está claro que hacen falta nuevas patrulleras, como ha demostrado el reciente episodio de Barbate, que generó enormes críticas desde la oposición y hasta de aliados del Gobierno al ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, a quien se le viene pidiendo la renuncia.
El día de la muerte de los dos agentes de la Guardia Civil, las cinco patrulleras de altura que tiene el cuerpo armado en la provincia de Cádiz estaban todas averiadas. El argumento oficial es que tardan en repararse por falta de presupuesto.
Según fuentes de la Benemérita, la entrega de dos de estas nuevas HS60 está prevista para mayo y junio.
Una tercera podría estar lista en abril de 2025.
Además de estas tres embarcaciones, el Gobierno tiene abierto un expediente fechado el 23 de enero para la adquisición de otras tres patrulleras de alta velocidad por valor de 7,5 millones de euros.
En la memoria justificativa de ese gasto, Interior detalla que el objetivo es "aumentar y renovar las capacidades logísticas y operativas" de la Guardia Civil en el ámbito marítimo.
Se argumenta la "necesidad" de la compra de estas embarcaciones porque, se reconoce, el Servicio Marítimo dispone de "una flota muy envejecida", ya que la tercera parte del total (unas 140) tiene más de 20 años de antigüedad.
