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Con un nuevo mapa político Argentina va a las urnas
La foto dice mucho, pero no dice todo. El crecimiento de Juntos por el Cambio en los cuatro años de gobierno de Alberto Fernández quedó plasmado en el mapa político tras los comicios que se llevaron a cabo en 18 provincias.
Sequía, guerra, crisis económica y la falta de respuesta de una gestión fueron el caldo de cultivo para que el color amarillo gane terreno en el mapa. A lo largo del año electoral hay dos puntos que se destacan: el crecimiento del voto en blanco y la mejoría de la performance opositora.
El procedo de Alberto Fernández, cómo cualquiera, se puede analizar a partir de los resultados electorales. Ahí pesa la gestión, el humor y la realidad. Ahí donde mueren los discursos y las especulaciones se esconde la piedra fundamental para la evaluación de una gestión. Igual que en el fútbol, en la política mandan los resultados. Acá no hay técnicos para echar, sino urnas para poder expresarse.
Desde el 16 de abril, cuando las provincias de Neuquén y Río Negro abrieron el año eligiendo gobernador, unas 17 millones de personas acudieron a las urnas en 18 provincias.
Las elecciones a gobernador en Chubut fueron la última posta del cronograma electoral provincial previo a las PASO nacionales del 13 de agosto. Desde el 16 de abril, cuando las provincias de Neuquén y Río Negro abrieron el año eligiendo gobernador, unas 17 millones de personas acudieron a las urnas en 18 provincias, lo que sirvió para analizar tendencias y ánimos, coaliciones y estrategias rumbo a las presidenciales. El volumen total de sufragantes --48 por ciento del padrón electoral nacional-- participaron de elecciones a gobernador e intendentes, a cargos legislativos provinciales y municipales; y en algunas provincias definieron las primarias locales.
En una foto general, el gobierno nacional sumó victorias en 5 provincias: Formosa, Tucumán, La Rioja, La Pampa y Tierra del Fuego, donde los oficialismos consiguieron renovar sus mandatos. Con el caso particular de Tucumán, donde el oficialismo ganó luego de la intervención de la Corte Suprema que obligó a modificar la fórmula.
En tanto, las fuerzas provinciales mostraron una impronta federalista al imponerse en las elecciones de Salta, Misiones, Córdoba, Río Negro y Neuquén. En cuatro de las cinco provincias, la elección la ganaron los oficialismos. En Salta, Gustavo Sáenz logró su reelección; mientras que en Misiones, Córdoba y Río Negro las fuerzas oficialistas renovaron la gobernación con cambio de nombres. Neuquén, históricamente gobernada por una fuerza local como el Movimiento Popular Neuquino, vio un cambio de mando bajo la figura de Rolando Figueroa, un ex MPN que conformó una coalición variopinta.
A la hora de intentar una proyección de las elecciones de esas fuerzas provinciales en el mapa nacional, existe una marcada cercanía con Unión por la Patria de los gobiernos electos en Salta --Sáenz surgió como figura política provincial con el respaldo de Sergio Massa-- y Misiones, donde mantiene su hegemonía el Frente Renovador de la Concordia, liderado por el diputado provincial Carlos Rovira. El neuquino Figueroa, aún sin asumir como gobernador, también realizó movimientos que lo muestran respaldando la candidatura de Sergio Massa.
El electo gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, actuó como aliado del oficialismo en el Senado durante el gobierno de Alberto Fernández y hasta se intentó sumar a Juntos Somos Río Negro a la coalición oficialista para este año. En Córdoba, la victoria de Martín Llaryora fortaleció a Hacemos Córdoba, que tiene como precandidato presidencial al gobernador saliente Juan Schiaretti, quien deberá pasar el piso del 1,5% el 13 de agosto para seguir en carrera para octubre.
Las 8 provincias restantes donde hubo elecciones quedaron en manos de Juntos por el Cambio. Se trata de Jujuy, Mendoza y Corrientes, donde se impusieron como oficialismo en instancias distintas: votación a gobernador, PASO provincial y legislativa provincial, respectivamente. Mientras que en las otras 5 provincias: Chaco, Santa Fe, San Luis, San Juan y Chubut obtuvieron victorias imponiéndose como oposición.
En los casos de Chaco y Santa Fe, aún en PASO, por lo que resta definir la elección general; mientras que en San Luis, San Juan y Chubut dieron los batacazos y sumaron nuevas provincias para la alianza de derecha de la mano de los gobernadores electos: Claudio Poggi, Marcelo Orrego e Ignacio Torres, respectivamente.
Está claro que cada provincia tiene su dinámica. Pero también que hay un clima que puede tallar en la elección nacional. Las encuestas solo aportan confusión. Hay para todos los gustos. La única verdad estará en las urnas.
Más allá de especulaciones y vaticinios. Los procesos electorales tienen sus propias variables y son complejos. No hay dos procesos iguales. Cada uno tiene su particularidad. La incertidumbre parece ser el hilo conductor que marcará el camino de acá a octubre. Un escenario que se presume parejo y con internas a cielo abierto. Después de las PASO todos los espacios se ordenarán, con más o menos heridos, pero quedará la foto real de las preferencias de la sociedad que ninguna encuesta puede predecir. A eso habrá que sumarla la realidad. A partir de ahí, barajar y dar de nuevo.
