Cuidado personal vegano: una tendencia que crece en Uruguay

Los productos de belleza veganos provienen de fuentes naturales y en su proceso de elaboración y testeo no tienen relación alguna con los animales. Jabones, champués, lociones y cremas corporales son algunos de los ejemplos que entran dentro de esta categoría y que se producen de acuerdo a este procedimiento. 

Esta semana Unilever lanzó en Uruguay la marca Love, Beauty and Planet, una línea con foco en lo vegano y para los consumidores que valoran lo natural. “Buscamos alinearnos con sus intereses y comprender lo que buscan y desean”, explicó a El Observador Agustina Alcántara, la gerenta de marca de Love Beauty & Planet. 

La directiva agregó que este tipo de productos están siendo cada vez más demandados por los clientes, algo que se alinea con un consumidor cada vez más responsable con el medio ambiente y el cuidado de los animales.

En tanto, Alcantará comentó que Love, Beauty and Planet es la primera marca de Unilever en Uruguay que logró certificarse por la organización Vegan Action. Esto “avala que los productos no contienen ni elementos ni subproductos de origen animal y que no son testeados tampoco en animales”, afirmó al respecto.

Por otra parte, sostuvo que este lanzamiento –que entra dentro del Plan de Vida Sustentable de Unilever- contempla tres objetivos principales: “Mejorar la salud y el bienestar de millones de personas; reducir del impacto medioambiental; y mejorar la calidad de vida de las personas”.

Por su parte, María Eugenia De Armas –quien está al frente de VerdeAgua y tiene productos con producción vegana- comentó que el foco está puesto en los clientes y sobre todo en aquellos más jóvenes. No obstante, contó que otras generaciones también se interesan pero no lo hacen hasta probar algún producto.

Para Glorimar Primera, encargada en Uruguay de la empresa francesa de belleza Orénique -que se orginó con la producción de insumos naturales y veganos-, coincidió en que el público más recurrente son los jóvenes. En esta franja etaria nota que hay muchas más información, ya que suelen hacer consultas puntuales con un backup bastante amplio.  

En tanto De Armas, reafirmó que esta manera de producir responde a una filosofía de vida y no tanto a una tendencia pasajera. “Yo no soy vegana, pero me pareció que en la belleza se podía plasmar algo de lo que viene pasando a nivel mundial dentro de este tema”, agregó.

Para la encargada de VerdeAgua, esta forma de consumir va ir en ascenso y contó que se ha visto un incremento de gente interesada en el tema a raíz de la pandemia. “Creo que a partir de todo lo que vivimos, quedó claro que va a seguir creciendo porque un montón de gente se volcó a esto”, ratificó.

Más allá de esto, De Armas puso sobre la mesa un factor que viene notando desde hacer algún tiempo: “La palabra ´veganismo´ está re bastardeada, porque la usan con mucha finalidad marquetinera”, afirmó.

La empresaria explicó que alrededor del tema ronda mucha desinformación, por lo que se suelen vender productos que no necesariamente cumplieron con los procesos de elaboración correctos. Por eso, según De Armas, no estaría mal que el sector estuviera regulado para darle garantías al consumidor.

Primera coincidió con De Armas e hizo la salvedad de que los controles tienen que ser exigentes. Puso como ejemplo que en Europa los permisos son fáciles de conseguir y luego suelen haber confusiones, porque no se condice el proceso de producción con los lineamientos veganos.