La galaxia fue descubierta por un equipo dirigido por el profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena (sureste de España) Anastasio Díaz-Sánchez y es de tipo "muy lejana" y "submilimétrica", es decir, que provoca una gran emisión en el infrarrojo lejano, explicaron los investigadores en un comunicado.
Para el hallazgo se empleó el Gran Telescopio Canarias (en este archipiélago español en el Atlántico) y se combinaron las bases de datos de los satélites WISE (
NASA) y Planck (ESA) con el fin de identificar las
galaxias submilimétricas.
La galaxia se pudo ver gracias a otro cúmulo de galaxias cercano que actúa como una lente, ampliando el tamaño y brillo de la misma hasta once veces, pero sin distorsionar sus propiedades, precisó Díaz-Sánchez.
Es una de las más brillantes de las denominadas submilimétricas, unas mil veces más brillantes que nuestra Vía Láctea.
Además, tiene una "elevada tasa de formación estelar" ya que genera
estrellas cuya masa total es de unas 1.000 veces la masa del sol.
Para poder comparar, la Vía Láctea forma cada año estrellas con una masa total que es dos veces la del sol, indicó la astrofísica del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y coautora del estudio Susana Iglesias-Groth.
Según la investigadora, este tipo de galaxias "albergan las regiones de formación estelar más potentes que se conocen en el universo, y el siguiente paso será estudiar su riqueza molecular".
Además, según apuntó Rafael Rebolo, director e investigador del IAC, que también participó en este proyecto, el hecho de que la galaxia sea tan luminosa, esté amplificada y tenga múltiples imágenes permitirá estudiar sus entrañas, "algo imposible de llevar a cabo de otra manera en galaxias tan remotas".
El estudio fue publicado en la revista especializada Astrophysical Journal Letters y está previsto realizar estudios más detallados en el futuro usando interferómetros como el Northern Extended Millimeter Array (Noema/IRAM), en Francia, y el Atacama Large Millimeter Array (ALMA), en Chile.